Al igual que el ave de la leyenda, que pasa lamentándose por el amor perdido, el pueblo de Urutaú se lamenta de un pasado esplendoroso y lleno de promesas de progreso y futuro. El presente del pueblo es desalentador; su índice de desarrollo es mediano a bajo, 0.340 y su índice de aislamiento es moderado, 0.475. Urutaú es un pueblo de gente joven, pero dada la falta de oportunidades laborales y educativas, la dificultad y el costo para continuar estudios o buscar trabajo en localidades vecinas, y el alto grado de asistencialismo, las perspectivas del pueblo son oscuras. Sin duda uno de los problemas más graves es la inexistencia de un gobierno local. Las condiciones sanitarias deficientes y la ausencia de servicios básicos tales como la provisión de luz en algunos hogares, la inexistencia de una red de gas, y la ausencia de recolección y tratamiento de residuos, dificultan la vida diaria de los pobladores. La potabilidad del agua es incierta; a pesar de contar una planta que se ocupa de limpiarla de impurezas, es una preocupación de los pobladores que el proceso de purificación sea insuficiente. Sin embargo, el problema más preocupante, es la desnutrición que padecen las nuevas generaciones.

Entre todas estas carencias, hay razones para creer en un futuro posible para el pueblo. Este futuro está ligado sin duda a actores clave como lo son ONGs e individuos con una preocupación personal con el pueblo, dispuestos a invertir tiempo, esfuerzo y hasta dinero propio para verlo salir adelante. Este es el caso de Reina “Pochi” Altamiranda, APAER, y Misiones Rurales, y en la medida que este informe ayude a vislumbrar posibilidades futuras, también es el caso de Asociación Responde. Con un liderazgo efectivo como el que existe actualmente y una mayor ayuda profesional y disponibilidad de recursos, el pueblo puede hacer realidad el proyecto de auto sustentabilidad que sus habitantes añoran.

Las necesidades de Uruatú son numerosas. Sin embargo, gran parte de la comunidad, se encuentra comprometida con la vida social y cultural del pueblo. Sería importante, además de alentar la actividad emprendedora y los proyectos de sustentabilidad, el lograr que la mayoría de sus habitantes desarrollen una cultura del trabajo y de participación, ya que sin una actitud proactiva, la dependencia de actores extra gubernamentales será problemática en el mediano y largo plazo.

Urutaú es un pueblo con gente cálida, y como dicen en la escuela, “forastero que visita queda encantado”. Más que muchos otros pueblos sin embargo, necesita una mano externa que sepa activar el liderazgo desde adentro, para trascender su aislamiento y su situación económica preocupante.