ATRACTIVOS

A medida que se avanza sobre la ruta provincial Nro. 60, desde la ciudad de San Martín hacia Isla Grande, uno podrá disfrutar de una hermosa vista. Fincas con grandes extensiones de viñedos, algunas parcelas con árboles frutales, luego pasará por el pintoresco pueblo de Los Barriales y la ruta tomará una recta que desembocará en lo que es casi una postal, la bella vista del Cordón del Plata. Ya en el pueblo, entre las casas dispersas podrán verse parcelas con viñedos, chacras con diferentes verduras y pequeñas parcelas coloridas y perfumadas con aroma a fresias y diversas flores.

Sitios de interés
A solo 3 km del pueblo, detrás del cementerio de Los Barriales, puede visitarse el espacio “Volver a las fuentes”. Allí funciona una estación de permacultura, donde se realizan talleres de energías alternativas y limpias, construcción natural, apicultura extensiva natural y agricultura orgánica. Además cuentan con el Ecohostal Ixtlan, primer hostal educativo de permacultura en Mendoza, un hospedaje alternativo, dentro de un pequeño bosque y viñedo orgánico. Allí se ofrecen paseos y caminatas guiadas, recorridos en bicicleta, paseos en carreta, paseos a caballo, área de camping, proveeduría, bar, música y servicio de Wi-Fi. Contacto: 0261-153899942 / 155970947, mail: regresoalasfuentes@gmail.com. India y Kosmi.

Instalaciones de Regreso a las Fuentes y el Eco-Hostal Ixtlan

Solar Histórico Molino Orfila: en el año 1818 el General San Martín ordenó la construcción del primer molino harinero de la zona. A partir de él se crea el "Solar Histórico", museo que cuenta la historia de la molienda en Mendoza, elementos de la época y la "Acequia de la Patria", a partir de la cual se regaban los viñedos productores. Cada año miles de fieles se congregan en el Molino Orfila, donde se levanta hoy un santuario de San Cayetano, con el objetivo de agradecer el trabajo dado y sobre todo pedir al santo prosperidad para los próximos años.

A 54 km de Mendoza Capital, Junín es conocido como el "Jardín de Mendoza", posee circuitos turísticos organizados en torno a la producción vitivinícola, a partir de los cuales se pueden conocer diferentes cultivos de la zona; bodegas que reciben al turista con un tour organizado y con la posibilidad de degustar una excelente propuesta gastronómica y vinos regionales.

Ubicado sobre la ruta provincial n° 60, Rivadavia posee varias opciones: la villa turística El Carrizal, este dique pensado originalmente como fuente de agua para los pobladores y sobre todo para las producciones zonales, hoy el dique El Carrizal es el lugar ideal para disfrutar de la naturaleza, pasear en el lago y pasar unos días de descanso en familia.

El departamento de San Martín está ubicado a 43 km de Mendoza Capital, recorrido por la ruta nacional Nro. 7, posee un turismo aventura desarrollado en torno a cabalgatas, vuelos, caminatas y safaris fotográficos. Desde el año 2006, el departamento cuenta con el Autódromo Jorge Ángel Penna, centro de organización de las carreras automovilísticas a nivel nacional de TC 2000 y en los últimos años de masivos recitales.

Isla Grande no cuenta con servicio de hospedaje, el lugar más cercano para los que deseen una opción más natural, es el Eco-Hostal Ixtlan, ubicado a 3 km, en Los Barriales. Este espacio dedicado a la permacultura y turismo ecológico, también ofrece la opción del camping agreste. En las ciudades de San Martin y Junín hay variadas y diversas ofertas hoteleras.

El lugar más cercano para degustar algún plato típico mendocino es en Los Barriales o las ciudades de Junín o San Martín.

Los eventos más importantes dentro del calendario festivo del pueblo son: en el mes de noviembre la Fiesta de la Prevendimia donde se elige a la candidata que va a representar al pueblo en la fiesta de la vendimia. Además en el pueblo vecino de San Roque el 16 de agosto se festeja la fiesta patronal de San Roque donde se oficia misa, procesión de antorchas y baile en el club San Roque.

Personajes
Marta Villegas o “Doña Martita” como la conocen todos en el pueblo, pertenece a tres generaciones de enfermeras que han trabajado en Isla Grande. Su mamá Marta Ortíz de Villegas trabajaba de enfermera en el Hospital Emilio Civit de Mendoza capital. Fue allí donde el doctor Lovello le ofreció ir a trabajar de enfermera a Isla Grande. En 1958 llegó al pueblo, al no contar con vivienda Don Chiapinotto le presta una casa perteneciente a su familia. Marta atendía partos, accidentes o enfermedades en medio del campo, muchas veces pasó las noches en ranchos alejados. Al jubilarse la sucedió su hija Martita, quien al principio trabajaba sola en la salita sanitaria donde se encargaba de todas las tareas, luego llegó el médico al pueblo quien alivianó su trabajo. Martita conoció en Isla Grande a su pareja con quien tuvo una hija, Miriam Silvana quien también estudió enfermería. A los 60 años Martita pudo cumplir su sueño de estudiar enfermería profesional, en el pueblo no hay quien no la conozca. Ella durante años visitó cada casa y para orientarse realizó una especie de pintura del pueblo donde detalló con exactitud cada hogar de Isla Grande. Hoy ese cuadro preside la sala principal del puesto sanitario y Martita comenta que hay que agregarle algunas casitas más porque el pueblo ha crecido. Al jubilarse doña Martita, la reemplaza su hija Silvana Sciarrone, quien es actualmente (año 2014) la enfermera de Isla Grande.

Doña Martita ha sido una incansable luchadora, siempre ha trabajado por el bien de la comunidad, junto a otros vecinos del pueblo realizaron bailes y rifas para ampliar la salita sanitaria y poder contar con más consultorios. También fue una de las promotoras de la construcción del salón comunitario, que levantaron gracias al esfuerzo de muchos vecinos, pero que al ser donado el terreno al arzobispado, hoy solo se usa para dar misa y catequesis. Hoy Martita sigue trabajando para que el pueblo pueda contar con un SUM (salón de usos múltiples). Además desde que se jubiló trabajó para poder formar un centro de jubilados y fue así como gracias a la participación de varios jubilados del pueblo, crearon el centro de jubilados “Amistad y Esperanza” donde se reúnen semanalmente y organizan cenas, viajes y diferentes actividades para los adultos mayores.

Marta, junto a su hija y esposo, el día que se recibió de enfermera

Silvana junto a su madre, Marta. Detrás, el cuadro que pintó Marta

Franklin Aldo Chiapinotto tiene 87 años y una lucidez que asombra, su vida ha estado siempre ligada a los viñedos. Su abuelo Juan Chiapinotto era un inmigrante italiano venido de la zona de Treviso, quien al llegar Mendoza trabaja como contratista en los viñedos donde conoce a Juan Giol, quien le propone un negocio vitivinícola que no acepta. Luego Giol se asociaría con Gargantini y crearían la bodega con mayor capacidad del mundo en aquella época. Pero Juan siguió otros caminos y en 1897 compró unos antiguos viñedos ubicados en Isla Grande. Se casó con Ana Ropero y tuvieron seis hijos tres mujeres y tres varones. En 1908 funda una bodega y luego crea una distribuidora de vinos.

Luego Franklin, uno de sus hijos, se casa con Alejandrina Barotto y tienen tres hijos: Franklin Aldo, Héctor y Carlos. Aldo estudia técnico en enología y vitivinicultura y continua con el negocio familiar haciéndose cargo de la bodega. En 1969 años de la crisis de la vitivinicultura, viaja a trabajar a la bodega Parducci en California. De ese viaje regresa manejando un Falcón con el que cruza todo el continente. Ya en Mendoza, en una fiesta de la vendimia conoce a Olga Iris Rocha, de quien nunca más se separaría. Actualmente viven en su chalet de Isla Grande rodeados de viñedos.

Don Aldo siempre ha sido muy activo en su vida, fue enólogo de las bodegas de Giol durante diez años. También fue enólogo de su propia bodega, donde hasta hace muy pocos años creaba excelentes vinos. Fue concejal en Maipú y candidato a diputado. En el pueblo promovió junto a otros productores la instalación de la luz eléctrica. Además participó para lograr el mejoramiento de los caminos. Cuando no había sala de primeros auxilios alquiló una casa para la enfermera, luego prestó la antigua vivienda de sus abuelos hasta que se construyó el centro de salud. También colaboró con la feria de productores.

Olga y Aldo tuvieron la oportunidad de vivir en la gran ciudad, pero decidieron seguir viviendo en la tranquilidad su querido pueblo de Isla Grande.

Olga y Aldo Chapinotto, delante de sus viñedos

Historias y leyendas
Sin duda la historia más popular conocida en el pueblo es la del Chupasangre o el Vampiro de Barriales. El grupo de jubilados de “Amistad y Esperanza” contaron los detalles de esta historia. Corría el año 1971 cuando comenzaron a aparecer por la zona del antiguo cementerio de Los Barriales, cuerpos de gallinas, conejos y hasta perros sin una gota de sangre. El miedo se apoderó de la población, alimentado por la sugestión que producía por aquellos años la radionovela “El lobizón de Barriales”. Lo cierto es que varias personas aseguraban haber visto sombras en la noche, escuchar a los perros torear y llorar asustados y seguían apareciendo animales sin sangre, muchas veces dispuestos en forma de círculo. La gente de la zona estaba tan atemorizada que al bajar el sol se encerraban en sus casas por miedo a cruzarse con el chupasangre. La policía investigó, pero no pudo explicar el hecho. Pasó el tiempo y entonces sucedió un hallazgo que para muchos lo explicaba todo. El hijo de un reconocido bodeguero fue encontrado con numerosas damajuanas repletas de sangre. Era sabido que esta persona practicaba la magia negra, por lo que muchas personas creen que era él quien desangraba a los animales.

Patrimonio cultural
A unos 1 kilómetros de Isla Grande puede visitarse la pintoresca plaza de Los Barriales y el monumento a San Martín Agricultor, que data del año 1925.
En la ciudad de San Martín pueden visitarse estos sitios:

Museo del Histórico Molino Orfila: se trata de un conjunto formado por el solar histórico, la capilla de San Cayetano, el molino harinero y la bodega. Se exhiben maquinarias antiguas, prensadoras, llenadoras de botellas y fotografías de la familia Orfila. El molino Orfila fue un viejo molino construido bajo las órdenes del General Don José de San Martín, tras finalizar su campaña libertadora. Su función por aquel entonces, era la de proveer harina a la zona este de la provincia mendocina. La arquitectura del solar es típicamente colonial con techos de caña, barro y tientos de cuero. La bodega fue fundada por José Orfila en 1905. La capilla se terminó de construir en 1929 y en su interior se puede observar un Cristo antiguo hecho por los indios en la época colonial.

Museo Histórico las Bóvedas: declarado lugar histórico nacional, es réplica de la casa que mandara a construir el General San Martín, para terminar sus días en el humilde oficio de chacarero. Cuenta con sala de exposición de monedas de todo el mundo, sala de muestras arqueológicas, entre otras. Dicen que San Martín escribió en una carta desde el exilio: "Creerá Ud. que mi alma encuentra un vacío que existe en la misma felicidad. ¿Sabe Ud. cuál es? Pues el no estar en Mendoza. Ud. se reirá. Hágalo. Pero le protesto que prefiero la vida que seguía en mi chacra, a todas las ventajas de la culta Europa".