POBLACION

Los antiguos pobladores de esta zona eran los huarpes, grupos agricultores y cazadores, sembraban maíz, quínoa, calabaza y aprovechaban el agua de deshielo de los ríos de montaña para riego. En años anteriores a la fundación de Mendoza el territorio del este del río Mendoza ya era transitado por los conquistadores españoles que atravesaban la cordillera de los Andes hacia y desde las planicies de Chile, a través de un sendero, estructurado sobre un antiguo camino realizado por los aborígenes. Durante los primeros años de la colonización hispánica en Mendoza, el camino fue relativamente poco transitado dado en parte por la fama de tierras pobres y aisladas, dedicadas a una economía de subsistencia basada en el ganado caprino producido por el trabajo de los nativos en las encomiendas.

Hacia fines del siglo XVIII el camino partía de Mendoza y tenía su primera parada en Rodeo del Medio luego en la Riojita Pobre (San Roque) o bien en la Isla Resurrección (Isla Grande) en la ribera izquierda del río Mendoza y tras cruzar el río se llegaba a Los Corrales Negros o bien al Alto de la Mula (Palmira). El gran e irregular caudal del Río Mendoza que dependía de las condiciones climáticas y de las estaciones del año, hacía que incluso las zonas más bajas del curso del río se tornaran imposibles de atravesar por los animales y las pesadas carretas de cargas y carruajes de pasajeros por considerables lapsos de tiempo. El trazado del camino se dirigía a aquellos puntos del curso del río en donde el caudal del mismo era escaso y más angosto. Por ello el paso por los cursos menores que rodeaban a la isla Grande (llamada también de la Resurrección) se convertía en el más utilizado sobre todo en primavera y verano, tiempo de deshielo y más caudal de agua. Por ello se denominó camino o paso de las Carretas o los Barriales, por donde además transito varias veces el General San Martín.

Ya durante los años 30, sobre lo que fuera el lecho del río Mendoza, se abrió un camino que unió la costa del distrito de Barriales con la isla Grande tendiéndose un puente sobre un pequeño cause de agua que surgió y al que se lo denominó arroyo Claro y que paso a ser el límite entre el departamento de Junín y el de Maipú.

Según nos cuenta don Aldo Chiapinotto, reconocido memorioso del pueblo, hacia fines del siglo XIX se asentaron las primeras familias, en su mayoría inmigrantes de origen italiano que comenzaron trabajando en los viñedos y luego de años de trabajo pudieron comprar unas hectáreas para dedicarse a dicha actividad. Algunas de estas familias fueron los Gardella, Chiapinotto, Postigo, Monassa, Prado, García, Puech, Sciarrone, Naman García, entre otros. Emilio Gardella llegó a tener una finca “La Insula” de casi mil hectáreas de viñedos además de una reconocida bodega. En los años setenta, la firma Gardella fue a la quiebra, la enorme propiedad se dividió y se comenzaron a vender lotes de unas ocho a diez hectáreas, muchos de los cuales fueron destinados a chacras. En la década del noventa, varias fincas fueron subdivididas y adquiridas por pequeños productores de hortalizas, flores, olivos, vides y frutales.

 

Ruta provincial Nro. 60 llegando a Isla Grande, detrás la imponente Cordillera de los Andes

Según los datos del Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001, Isla Grande contaba con una población de 1734 habitantes. En el Censo 2010 el pueblo no figura como área censal, por lo que no es posible tener información exacta acerca de su población. Pero según los datos que maneja la agente sanitaria del pueblo, en el 2014 se registraron 870 personas.

Perfil social
En relación a la educación, según la encuesta realizada al 5% de los hogares, se registró un 3% de personas sin escolaridad, de los mayores de 18 años, un 33% de personas culminaron sus estudios primarios, un 23% finalizó los estudios secundarios y un 3% finalizó los estudios terciarios o universitarios. Del resto, un 16% no finalizó los estudios secundarios, un 16% posee la primaria incompleta y un 6% cuenta con nivel terciario o universitario incompleto.
Son pocos los jóvenes que una vez terminados sus estudios secundarios continúan estudios más avanzados. Las distancias y los costos (alquiler, comida, apuntes) son dos factores que influyen mucho en la decisión. Entre los que se quedan, muchos ayudan a sus padres en las tareas rurales, por lo general tareas en la chacra o las viñas, otros consiguen trabajos estacionales, para la época de la poda o la cosecha. Conseguir trabajo para las mujeres es aún más difícil, muchas son madres muy jóvenes, situación que complica más sus posibilidades. Varias son las familias extensas, donde conviven tres generaciones en la misma unidad doméstica. Esta situación está relacionada con, la falta de trabajo estable, escasez de viviendas y altos costos de los terrenos, embarazos adolescentes, además de falta de motivación y visión de futuro.

Por otro lado los jóvenes y adolescentes no cuentan con actividades recreativas, centros de reunión o capacitación. Los adultos mayores, ante la falta de un espacio de encuentro, este año 2014 han formado un centro de jubilados donde realizan reuniones semanales, cenas y viajes.

Gerónimo, trabajador de la viña, posa orgulloso junto a su cupé Ford

Cohesión social
En el año 2005 luego de una gran tormenta de granizo que dejó los cultivos y el trabajo de todo un año destruidos, los productores dispersos del pueblo decidieron unirse. Ayudados por los extensionistas de INTA crearon una asociación de productores, que les sirvió para resolver con eficacia problemas comunes, mejorar su producción y posicionarse con mayor ventaja a la hora de las ventas creando una feria donde vendían sus propios productos. Junto a esta organización los vecinos comenzaron a realizar acciones comunitarias como los pedidos a vialidad para mejorar los caminos, se logró la iluminación de varias calles, se contactaron con el departamento de Irrigación y mejoraron los canales de riego y desagües. Además trabajaron con la escuela y se invitó a los padres a pintar las aulas. El pueblo siempre respondió con una alta participación, pero al cerrar la feria, luego de un año, el grupo se disolvió.
Los proyectos trabajados desde la escuela, como La semana de la familia o los proyectos de Lectura en familia, siempre han contado con la participación de los padres y vecinos, según nos comenta la directora de la escuela, ahora se nota una mayor participación. También ha habido una mayor participación en el PAR, el Programa de Participación Activa y Responsable de la Municipalidad de Maipú, mediante el cual una parte del presupuesto anual se pone a disposición del PAR, para que los vecinos decidan qué proyectos llevar adelante. Para el 2014 una de las propuestas de los vecinos es poder contar con un SUM (salón de usos múltiples) ya que el único salón con el que contaba la comunidad fue realizado por los vecinos en un terreno perteneciente al arzobispado, este salón era utilizado para realizar reuniones, festejos y talleres, pero el arzobispado ahora solo da permiso para celebrar la misa y dar catequesis.

Capacidad para autosustentarse
La zona de Isla Grande antiguamente era ocupada casi en su totalidad por pequeños productores de viñedos, pero con los años la zona se fue diversificando y comenzaron a instalarse pequeños productores de hortalizas y flores. Desde los años noventa han comenzado a llegar numerosas familias procedentes de Bolivia, “paisanos” como se los nombra en Mendoza, que se dedican principalmente al trabajo en las chacras.

Según los resultados del análisis de las encuesta realizadas al 5% de los hogares, en relación al empleo por sector, un 26% se emplea en actividades terciarias como comercio y servicios, un 3% trabaja en empleos públicos principalmente docencia y empleos municipales. Un 19% de la población se emplea en el sector primario, principalmente en actividades ligadas a la agricultura de vid, hortalizas, flores y olivos. Entre las personas que no trabajan hay un 13% de jubilados, un 16% de amas de casa, un 3% que realiza changas principalmente en tareas rurales estacionales como poda y cosecha. Se registró un 10% de desocupación y un 10% de personas que reciben planes sociales.

En cuanto al espíritu emprendedor del pueblo, un 29% ofrece un servicio. Del total de emprendedores, un 29% son mujeres. El impacto que esta actividad genera en los ingresos es alto, algunas de las dificultades que enfrentan los emprendedores son: falta de espacio físico acorde a la actividad y de acceso a los mercados. El promedio de los ingresos por hogar, es de $ 4458 y el ingreso per cápita es $ 429 el 8% y de $1534 el 92%. Situando a la totalidad de los hogares encuestados por sobre la línea de pobreza.

Se registraron un 83% de hogares que cuentan con un terreno con algún uso productivo, de los cuales un 50% lo dedica a producción de frutas, como uva, durazno y cereza; un 25% producen verduras que destinan a la venta, un 17% produce huevos y un 8% produce carne de cerdo. El 15% destina la producción a la venta.

Lili muestra su plantación de fresias

 

Evolución del pueblo
El pueblo ha mejorado en materia de educación, provisión de agua, alumbrado de las principales calles, acceso a internet y mayor frecuencia de transporte público. En otros aspectos se mantiene sin cambios como en la falta de mantenimiento de sus calles de tierra y ripio, la falta de cloacas y la ausencia de la red de gas. La oferta de comercios es escasa, solo hay tres pequeños almacenes uno con carnicería y dos con verdulería. Los vecinos rescatan, poder contar con una estación de servicio sobre la ruta provincial Nro. 60.

Problemas que enfrentan
Las principales problemáticas que identificaron los vecinos, como obstaculizadores del desarrollo del pueblo fueron, en primer lugar la falta de servicios e infraestructura, (falta de red de agua potable, red de gas, cloacas, asfalto de caminos y falta de viviendas). En segundo lugar la ausencia de fuentes genuinas de trabajo, ya que hay períodos de año en que hay mucha demanda de trabajo, pero el mismo es estacional, para la época de cosecha de la vid o en las chacras. En este sentido es importante remarcar un reclamo de todos los productores de la zona y es los cada vez más altos costos de la producción y los bajos precios que les pagan los intermediarios por su producción.

La falta de un espacio donde poder realizar actividades recreativas para jóvenes y adultos además de alguna plaza con juegos para niños son necesidades muy sentidas por los vecinos.

Uno de los proyectos votado por los vecinos en el PAR 2013, fue la realización de la red de agua potable, proyecto que aún no fue concretado. Además esperan poder contar con un SUM (salón de usos múltiples) y desde hace tiempo que se pide la instalación de un destacamento policial.

Durante el trabajo de relevamiento en el pueblo, se realizaron entrevistas a informantes claves y encuestas al 5% de los hogares, a todos se les preguntó acerca de cuáles serían los proyectos que impulsarían el crecimiento de la comunidad. Los vecinos consideraron como primordial, obras en infraestructura, como la realización de la red de agua potable, creación de un SUM (salón de usos múltiples) y la instalación de un destacamento policial, el mejoramiento de los caminos y la falta de viviendas. La falta de fuentes de trabajo permanentes y capacitación en oficios para los jóvenes también es un tema importante así como también se mencionó la necesidad de contar con actividades recreativas para jóvenes y adultos.