POBLACION

Los primeros movimientos comerciales en estas tierras datan de las últimas décadas del siglo XIX. En 1795 llega a este lugar el Teniente Coronel Joseph Cipriano de Urquiza y Alzaga, padre de Justo José y abuelo de Cipriano. En 1808 el Teniente Coronel español casado con María Cándida García y González, compra estas tierras y en 1844 Justo José de Urquiza adquiere los campos. Luego de su muerte en 1870, lo campos quedan en manos de la viuda de este último, Dolores Costa.

Cipriano José de Urquiza Costa (1866-1949) hijo del General Justo José de Urquiza nació en el Palacio San José y fue un sobreviviente de la tarde del 11 de abril de 1870, día en que asesinaron a su padre. Cipriano tenía en ese momento 4 años, luego se radicó en Buenos Aires y cuando cumplió su mayoría de edad pudo tomar posesión de los bienes heredados. Esta herencia estaba conformada por un quinto de las posesiones denominadas Rincón De Urquiza dentro de las cuales se encontraban las tierras que años después conformarían Colonia San Cipriano. Don Cipriano José de Urquiza Costa vivió en la Estancia Bella Vista, en el kilómetro 139 de la ruta Nacional N°14, a muy pocos kilómetros de la denominada colonia. Falleció en Buenos Aires.

En 1876 se promulgó la ley N°817 (Ley Avellaneda) destinada a regular el sistema migratorio y colonizador lo que originó en la provincia de Entre Ríos un gran movimiento comercial y el nacimiento de varias colonias. Para la última década del siglo XIX, Don Cipriano de Urquiza había vendido en partes gran fracción de sus dominios que se encontraban entre el Arroyo Molino, las tierras de su hermano Carmelo y las de Dolores Costa de Urquiza, su madre. En 1900  Don Cipriano loteó 1050 hectáreas en secciones de 25 y se vendieron con denominación catastral “Colonia San Cipriano”. Omar Gallay destaca en su libro “Esperanzas, corazón y tierra” que “todas estas operaciones de venta de campos y el loteo de Colonia San Cipriano están asentadas en escrituras de fecha 17 de Julio de 1900. Por lo tanto, resulta procedente tomar esta fecha como la correspondiente a la creación de la colonia”. Cabe destacar que San Cipriano fue una de las últimas colonias creadas dentro de este movimiento.

Si bien el nacimiento de la Colonia San Cipriano se produjo en el año señalado, Don Elvio Torrán nacido en el pueblo de San Cipriano en 1932, cuenta que los primeros habitantes de la zona ya habían llegado unos años antes. Entre estos habitantes se encontraba su abuela Yermena Chevallier que era francesa de nacimiento, pero vino a San Cipriano desde la ciudad de Colón –que fue fundada en 1863 y donde suizos, franceses e italianos tenían una fuerte presencia. Yermena conoció a Pedro Torrán, proveniente de Suiza, con quien se casó y tuvo dos hijos. Las 50 hectáreas donde se asentó la familia Torrán fueron adquiridas directamente a Cipriano Urquiza. Don Elvio calcula que sus abuelos llegaron a este lugar en el último lustro del siglo XIX. Omar Gallay enumera los primeros vecinos de la colonia, entre los que se encontraban Agustin Arday, Albino Giovenale, Antonio Rudaz, Carlos Tesore, Felipe Balcat, Tomas Gay, Francisco Lopez, Francisco Velzi, Julio Fabre, Lorenzo Dodera y Manuel Delaloye. Muchos de estos apellidos concuerdan con los de las familias que hoy viven en el pueblo de San Cipriano y sus alrededores.

Con respecto al nombre de la Colonia, no existen registros que avalen el porqué de tal denominación. Claro está que hay muchos indicios sobre el pasado de toda la Familia Urquiza y su respeto y devoción hacia el santo Cipriano. Varias personas de la misma familia  como así  también arroyos, embarcaciones y puestos rurales dentro de sus posesiones fueron bautizadas con el nombre del santo. Don Elvio Torran cuenta que hasta el día de hoy siguen las discusiones al respecto, sobre todo, con los representantes religiosos que atribuyen la denominación del lugar directamente al santo Cipriano.

Los primeros años de los colonos fueron tiempos de mucho sacrificio y perseverancia. Los cultivos tradicionales de toda la zona eran el trigo, el lino y el maíz. Para ese entonces tanto el cultivo del trigo, el lino como así también la cosecha del maíz se hacían a mano. Recién sobre el ocaso de la década de 1920 comenzaron a llegar los primeros implementos que permitieron la mecanización parcial de la actividad agraria. Entre estas máquinas estaban la sembradora de cajón, la cosechadora de arrastre o corta trilla y los tractores con ruedas metálicas. La cosecha era dispuesta para destino de diferentes empresas acopiadoras emplazadas en la zona como Arroyo Urquiza, Concepción del Uruguay, Villa Elisa y Colonia Perfección.

 

    

Con respecto a la actividad de la cría de ganado, la misma estuvo destinada a la crianza de razas tipo criollas adaptadas y recién a finales de la década de 1920 se comenzó a trabajar con razas productoras de carne como el Shorthorn, Hereford y el Aberdeen-Angus.

Los colonos en esos tiempos tuvieron que sortear innumerables problemáticas como las sequías, las incesantes lluvias, el granizo y los temporales. También debieron luchar contra las plagas como la langosta, las hormigas, la cotorra y la vizcacha hoy casi extinta en la zona de San Cipriano.

Con respecto a la plaga de langosta esta fue tan importante y perjudicial que hacia la década del 1930 tuvo que ser combatida  por los propios vecinos organizados en una “comisión de lucha” y la ayuda del gobierno provincial. Muchas fueron las técnicas utilizadas para tratar de combatir esta plaga como la utilización de un lanzallamas  comercializado, hasta que a fines de la década de 1940, la langosta fue exterminada con la ayuda del veneno DDT (diclorodifeniltricloroetano) utilizado en el conflicto bélico mundial y cuya comercialización hoy se encuentra prohibido.

Sin duda la producción emblemática de la Colonia San Cipriano es la avicultura, cuya actividad tiene la piedra fundamental en la región en la importación de gallinas de raza por parte del General Juan José Urquiza. Al principio la crianza de estas aves se realizaba libremente a campo. Luego se desarrolló en corrales con el fin de abastecer una demanda que crecía año a año. La actividad se posicionó de tal manera que en 1957 llegó a crearse en San Cipriano una cooperativa de productores. A mediados de la década de 1970 surgieron las plantas frigoríficas con producción integrada.

Don Elvio Torran recuerda que en la primera mitad del siglo XX, sólo existían en el pueblo unas pocas casas cercanas a la escuela creada en 1905 y algunos pocos negocios. Este poblador memorioso sostiene que sin lugar a dudas el pueblo de San Cipriano recibió grandes impulsos con la llegada de la Cooperativa eléctrica a principio de la década de 1970, el servicio telefónico en 1973 y el enripiado del camino principal del pueblo, la ruta Provincial N° 25 en 1978. Pese a esto Don Elvio Torran no duda en contar que la transformación del pueblo de San Cipriano llegó de la mano de un vecino visionario, un adelantado como fue Don Aquiles Brun. apodado “Choni”. Caracterizado por Omar Gallay como “un líder involuntario de su comunidad”. Avicultor de oficio y uno de los primeros en producir pollos parrilleros distribuidos por planta de incubación. En 1961, Don Aquiles Brun estableció un negocio de ventas de combustible, el mayor y el único desde la localidad de Pronunciamiento. Don Elvio Torran cuenta que el terreno para la instalación de dicha estación de servicio fue adquirido a su padre y que aquel fue un negocio muy próspero que activó el pueblo produciendo la llegada de diferentes negocios como carnicerías, bares y almacenes. En el año 1962, Aquiles Brun sin previo cobro de llave, cedió el negocio a los hermanos Héctor y Elvio Torran quienes tomaron la posta y continuaron el negocio a partir del 28 de febrero de 1962 convirtiéndolo según sus propias palabras: en el mayor establecimiento en varios kilómetros a la redonda. Francisco Scarascini era el encargado de distribuir el combustible en los diferentes negocios.

Los hermanos Torran diversificaron el servicio del local comercial agregando productos de ferretería hasta el año 1982 en que se disolvió la sociedad de los hermanos, pero la ferretería siguió funcionando con la conducción de Héctor hasta el año 2007. Hoy en ese establecimiento funciona una gomería.

Don Aquiles falleció en 1962 en un accidente automovilístico. Los pobladores de San Cipriano, mediante una asamblea popular, eligieron nombrar la plaza con su nombre a modo de reconocimiento.

A partir de esta época, a los establecimientos comerciales ya existentes se le sumaron otros. En 1962 Gladys Sigot de Torran (esposa de Elvio) inauguró la tienda y mercería San Cipriano. “La rubia”, como la conocen en el pueblo y alrededores, cuenta que en aquellos tiempos la tienda atendía gente de toda la zona inclusive más allá de la zona de colonias y que con su marido no tenían tiempo de almorzar porque la gente se aprontaba a comprar en todo horario. Su tienda hoy sigue existiendo aunque ella reconoce que “ya no es lo de antes” y explica que el secreto de su supervivencia durante más de cinco décadas es la de atender al cliente con predisposición, lealtad y respeto.

En 1966 llegó el boliche de don Avelino Delez que, como dice el mismo creador, fue “el primer bar boliche del pueblo”. Don Avelino, radicado en el pueblo pero proveniente de una zona rural entre Caseros y Pronunciamiento recuerda que cuando abrió las puertas de su bar existían solo algunas casas, entre la que se destacaba la de la familia Torran y la estación de servicio justo enfrente de su bar.

 

       
    

También existían un par de negocios de ramos generales en la denominada cuatro esquinas.

Don Avelino recuerda de manera anecdótica el impresionante temporal que tuvo lugar cuatro meses posteriores a su instalación y que produjo la voladura del techo de una casa lindante y el temblor de las paredes. En 1976 Avelino Delez alquiló el boliche a terceros pero nunca se alejó totalmente de la actividad ya que siguió ligado a otros establecimientos comerciales. A octubre de 2017,  Avelino tiene 82 años y vive con su esposa a escasos metros del edificio comercial donde hoy funciona un almacén.                                  

En 1964 se inauguró la “pista de baile” de los hermanos Héctor y Elvio Torran, llamada “Las Colonias” pero en breve pasó a llamarse “Pista Torran Hermanos”. Las pistas de baile eran  lugares de reunión extra familiar que existían desde la década del 1950 en el pueblo y alrededores. Elvio Torran cuenta que la pista de baile fue un emprendimiento comercial muy exitoso y recuerda que con la recaudación de los fines de semana lograba saldar el pago del equipo lleno de combustible que era acercado por el señor Scarascini todos los lunes para su otro emprendimiento privado, que era la estación de servicio. Omar Gallay cuenta que estas pistas de baile eran ámbitos de esparcimiento pero que asimismo generaban mucha ocupación para los lugareños.

Entrada la década de 1970 las nuevas costumbres corrieron este tipo de reuniones a poblados más populosos y lentamente desaparecieron.

A mediados de la década del 1970 llegó a funcionar en el pueblo de San Cipriano una fábrica que producía jabón en polvo, en panes y lavandina. Un emprendimiento que no duró mucho tiempo, pero que Don Omar Gallay destaca como un ejemplo de la idiosincrasia del pueblo y la Colonia de San Cipriano.

Don Elvio Torran cuenta que a principios de la década de 1980 la actividad comercial empezó a declinar. A pesar de ello, San Cipriano que siempre contó con una comunidad que demandaba el progreso, mantuvo su actividad social, cultural e institucional lo que favoreció que el pueblo nunca perdiera el buen rumbo.

En 1975 finalizó la construcción de la capilla Nuestra Señora de Lourdes. En 1977 se constituyó la primera comisión directiva del club deportivo que funcionó desde la década de 1950. En 1986, San Cipriano pasó a ser Junta de Gobierno, y un año después llegó el jardín de Infantes. En 1993 se inauguró el Centro de Atención Médica y en 1999 se creó el salón comunitario.

A mediados de los 2000 se formó un Centro Cívico donde hoy se encuentran emplazados el salón de la Junta de Gobierno, el Centro de Atención Primaria de la Salud  y el Destacamento Policial. En el presente siglo se inauguraron la escuela secundaria y el Centro de Jubilados.

De esta manera San Cipriano muestra que siempre contó con una población activa y en crecimiento. Por ello, los vecinos de San Cipriano rinden un cálido recuerdo a diferentes personalidades que fueron importantes en el desarrollo de este pueblo.

Entre estos personajes encontramos a Don Eladio Giovenale nacido y criado en San Cipriano; Oscar Peralta, oriundo en la provincia de Santa Fe, que se radicó en San Cipriano como uno de los primeros trabajadores capacitados en la Cooperativa Eléctrica y de Servicios Públicos Justo José Urquiza Ltda. El ya nombrado Aquiles Brun, Augusto Vanerio ex Presidente municipal de San José impulsor de la llegada a San Cipriano de la cooperativa eléctrica ya mencionada, Carlos Davrieux productor precursor de la producción de aves de corral y Mateo Zelich médico de Pronunciamiento que actuó durante mucho tiempo en San Cipriano. Hoy, el Centro de Atención Primaria de la Salud lleva su nombre. Entre ellos también Elvio Torran siempre presente en los emprendimientos que hicieron de San Cipriano un pueblo emergente y su hermano Héctor.

También existen en el recuerdo de los Sanciprioneros aquellos personajes entrañables que pasaron por San Cipriano dejando recuerdos imborrables como Abel Delaloye “Abelito”. Omar Gallay lo caracteriza con “su caballo bien ensillado, prendas camperas estrictas, con un chambergo “la golilla” repinado hacia atrás”. Hábil para las destrezas criollas y para la faena, infaltable en los bares locales del pueblo en las últimas horas de cada día. Su vida se apagó a los jóvenes 54 años en un accidente rural en 2001”. Todos los vecinos lo recuerdan como un tipo de bien y la comunidad le rindió homenaje bautizando el escenario de su fiesta más popular (La Mateada) con su nombre.

Otro personaje recordado era el de Abrahan Sdrech y Tosonotti dos personas de vivir errante pero muy recordados por los pobladores de San Cipriano. 

 

“San Cipriano es un  pequeño paraje ubicado en la zona rural sobre la ruta provincial N°25 a 32 kilómetros de Concepción del Uruguay, en la Provincia de Entre Ríos. Aquí en este pequeño pueblo nací y crecí admirando la belleza de sus paisajes. Hoy quiero evocarlo mediante las sencillas palabras y agradecerle por tan humilde y leal enseñanza. Un pequeño pañuelo verde se encuentra en este pedacito de suelo entrerriano, entre pastizales y praderas, bajo el cielo diáfano y el calor de su gente. Mi pueblo se tiñe de sabia naturaleza, se cubre bajo un amasijo de sueños y esperanzas, donde anidan bandadas de pájaros aventureros. Él tiene la magia que dejaron nuestros bisabuelos gringos y los pintorescos colores de la plazoleta. En ti sonríen las flores, brotan de tus calles la alegría de los estudiantes, pequeñas esperanzas del mañana, se escuchan nuevos ruidos hilvanados de secretos con cómplices miradas. La nostalgia te invade y escuchas al tropero, el quejido de las ruedas del sulky, el trinar del hornero en tus calles. Ya no deambulan linyeras y te faltan las noches de bailes y guitarreadas”. Fragmento de texto escrito por Nahuel Gaillard en 2008.

 

Caracterización

Luego de su florecimiento desde el punto de vista poblacional y comercial, el pueblo sufrió los embates del estancamiento económico pero eso no hizo sucumbir a su gente, que entrada la década de 1980 siguió trabajando en pos de un avance. Si bien en la actualidad este progreso no se nota desde el punto de vista económico, es indudable que San Cipriano logró avanzar desde el punto de vista institucional lentamente pero sin pausa, hasta nuestros días.

El sanciprianero es una persona que conoce la historia del pueblo, la historia de la región, de sus lugares, de sus relictos y sus personajes. Es simple, honesto, amigable y colaborador. En su gran mayoría vive de la ganadería, la agricultura, la avicultura y los pequeños comercios. Omar Gallay caracteriza a San Cipriano como “una de las colonias más pujantes de la provincia de Entre Ríos”.

Graciela Pralong señala que de su lugar le gustan las reuniones con amigos, la gente, el espíritu de colaboración y la tranquilidad. Graciela que tiene un hijo egresado de la escuela secundaria sostiene que los jóvenes del pueblo llegan muy bien estructurados y encaminados cuando se retiran para  estudiar o trabajar a ciudades más grandes porque llegan preparados desde el punto de vista escolar y también desde el punto de vista de la cultura del trabajo y los oficios.

Con unanimidad las personas entrevistadas que trabajan en educación, salud, seguridad y política sostienen que el grado de compromiso y vinculación de la comunidad con las instituciones es muy alto. Ivana Moren enfermera del Centro Atención Primaria de Salud se traslada todos los días desde la localidad de Pronunciamiento distante a 8 kilómetros. Ella  sostiene que elige trabajar en San Cipriano por el alto grado de colaboración que tiene su gente. Ivana cuenta que “la gente no abusa de la asistencia cuando no lo necesita. Si alguien puede pagar sus medicamentos o insumos, lo hace para que alguien que no puede, tenga la posibilidad de acceder. Las campañas de difusión no son difíciles de encarar porque la gente colabora mucho a través de los  nuevos implementos de tecnología.  Cuando los que venimos a trabajar desde otros lugares tenemos problemas personales, la comunidad no tarda en colaborar. Una vez, cuando mi marido tuvo problemas de salud yo no tenía con quien dejar mis hijos mientras trabajaba, una vecina de manera inmediata consiguió una niñera para mis hijos. Pude trabajar sin problemas mientras mis hijos eran cuidados acá en el pueblo”. Hoy en día sus hijos concurren a la Escuela N°16 de San Cipriano porque sostiene que es una verdadera tranquilidad tenerlos dentro de la comunidad cuando ella trabaja.

 

     

Pamela Olivera, maestra de Nivel Inicial del Jardín de Infantes Caracolito, viene de Concepción del Uruguay y comenzó a trabajar en la localidad en 2017. Pamela no sale de su asombro cuando cuenta “que los padres tuvieron un alto grado de colaboración cuando los alumnos del Jardín de Infantes participaron de la Feria de Ciencias Departamental. Hicimos un trabajo sobre la “fórmula de burbujas” y estuvimos apoyados todo el tiempo por los padres y los vecinos que estuvieron varios días pendientes durante esa participación porque el poblador local es muy orgulloso de que el pueblo sea representado en otras partes de la provincia”.

Un ejemplo de colaboración de la comunidad y participación conjunta entre las instituciones fue la creación del Salón de Usos Múltiples (SUM) que se construyó en un terreno lindante al edificio de la  Escuela en el año 2014. Graciela Pralong, colaboradora de la Asociación Cooperadora Unificada de las Escuela Secundaria N°18 Bernardo Houssay y la Escuela Primaria N°16 Bernardino Rivadavia, menciona que ante la negativa de las autoridades provinciales para financiar la construcción de dicho lugar se tuvieron que juntar diferentes instituciones locales. La cooperadora, Junta de Gobierno y los vecinos unieron fuerzas para la realización de dicha Las instituciones fueron las encargadas de recaudar  el dinero  para los materiales y los padres pusieron la mano de obra.

Actualmente el  SUM es utilizado sin cargo por cualquier vecino para festejos de cumpleaños, casamientos o  aniversarios. Además es el lugar donde se realiza la festividad más importante de la localidad, “La Mateada”.

La cooperación entre las diferentes instituciones también es muy activa. Ivana Moren cuenta que cuando hay campañas de vacunación, estas se realizan generalmente en la escuela para poder aminorar ausencias de aquellos que no pueden llegar hasta el centro de salud. Pamela Olivera (Maestra de Nivel Inicial) comenta que es común compartir los actos con la escuela N°78 Juan José Millán de San Ramón y la organización de la muestra del día de los jardines se realiza en el salón de la Junta de Gobierno.

Otro ejemplo de la relación interinstitucional es el espectáculo del Ministro de Cultura de la Provincia de Entre Ríos Ricardo Romaní para todos alumnos de jardín de infantes, Escuelas primaria y secundaria y aquellas colonias cercanas. Invitado por el presidente de la Junta de Gobierno Daniel Pinget para efectuar una de sus 127 visitas a escuelas entrerrianas y brindando una fiesta de un par de horas donde se compartieron canciones y recitados contando la historia del Libertador San Martín.

Los puntos de encuentro de la comunidad son los salones de usos múltiples de la escuela, comunitario y de la junta de gobierno, además del Club Social y Deportivo Achirense. Daniel Pinget cuenta que cada vez que se avecina una fiesta importante se reúne una comisión de festejos específica para organizar esa festividad y una vez terminada, se disuelve.

Daniel recuerda la realización del centenario de la escuela primaria en el año 2005 donde acudieron más de 2000 personas y tuvieron que acondicionar dos carpas en las inmediaciones de la cancha de fútbol del pueblo.

Don Elvio Torran sostiene que San Cipriano está pasando un momento de estancamiento económico, pero que es un pueblo con vida que no retrocede.

 

Fiestas y celebraciones

Los festejos más importantes de San Cipriano son: la Mateada, que se realiza el último fin de semana de octubre; el aniversario del pueblo, 17 de julio; y el festejo de Nuestra Señora de Lourdes, el 11 de febrero. Además, desde hace algunos años, se comenzó a realizar el pesebre viviente.

 

La Mateada

Desde el año 2005 los últimos días de Octubre se realiza en San Cipriano la fiesta de “La Mateada”. Este festejo nace de una iniciativa de los alumnos de la escuela secundaria enmarcada dentro del Centro de Actividades Juveniles de la provincia de Entre Ríos (CAJ) con el objetivo de recrear y mantener latentes todas las tradiciones musicales y danzas populares. Pocos años después la organización de la fiesta pasó a manos de la Asociación Cooperadora Unificada de la escuela con el objetivo de recaudar fondos.

Para dicha organización y para poder afrontar los costos necesarios colaboran económicamente la Junta de Gobierno local, la misma cooperadora y también existen aportes privados por parte de pequeñas empresas o productores. Trabajan en conjunto personas del pueblo,  la colonia,  localidades vecinas y de todas las instituciones locales.

Las actividades de los organizadores comienzan días antes con las carneadas para la obtención de los productos que se van a comercializar la noche del festejo como carne asada, embutidos y empanadas. También se trabaja en el armado del escenario donde se presentan los grupos regionales que animan la noche. “Mateada” se inicia la tarde del último sábado de octubre cuando el público, entre 400 o 500 personas, procedente de colonias y localidades vecinas comienza a ocupar las mesas dispuestas en el Salón de Usos Múltiples de la escuela.

La gente del pueblo se encarga de preparar las diferentes comidas y de la atención de los diferentes puestos donde se despachan los productos comestibles y las bebidas. La noche es amenizada por grupos musicales de folclore, grupos de baile y cantantes regionales que lucen su arte arriba del escenario que lleva el nombre de “Abelito Delaloye”, recordado vecino sanciprionero desaparecido hace más de una década. Uno de los números más aplaudidos, año tras año, es la presentación del Ballet Local “Entrelazando Culturas”.

La recaudación proveniente de la venta de tarjetas, ocupación de mesas, sorteos y de la venta de productos se destina preferentemente para el mejoramiento edilicio de las escuelas o el jardín de infantes de San Cipriano.

 

   

 

Graciela Pralong colaboradora de la Asociación Cooperadora remarca que su sueño es que si algún día “Mateada” no permite la recaudación de fondos, igual se siga realizando, ya que el objetivo principal de los jóvenes fue el de mantener vivas las tradiciones.

 

Procesión de la Patrona de San Cipriano Nuestra Señora de Lourdes

Cada 11 de febrero la capilla local organiza el festejo del día de la patrona de San Cipriano,  Nuestra Señora de Lourdes. El festejo consiste en la realización de una misa al aire libre en conjunto con una procesión hacia los laterales del pueblo y la realización de una Kermesse. Don Héctor Torran “Toringo”, asiduo colaborador desde los inicios de la capilla junto con su esposa, recuerda que cuando se realizaron los primeros festejos la iluminación debía ser alimentada por grupos electrógenos que prestaban los mismos vecinos.

Otros festejos importantes que se realizan anualmente son el festejo del aniversario del pueblo, el aniversario de la escuela y la realización del pesebre viviente desde 2012.

 

La comunidad en números

El Censo Nacional de Población 2010 indicó que para la jurisdicción San Cipriano existía una población de 748 habitantes, de los cuales 419 eran varones y 329 mujeres, lo que equivale a un 56 % y un 44 % respectivamente. Cabe destacar que dentro de esta jurisdicción se incluyen también otras colonias como Las Achiras, Quinto Ensanche y San Ramón.

La localidad de San Cipriano contiene actualmente 130 habitantes, de los cuales 16 son menores de 18 años, 17 mayores de 65 años y 97 tiene entre 18 y 65 años.

De un total de casi 45 viviendas, hay tres casas sin habitar y no existe ninguna vivienda en estado precario. En la localidad no hay ranchos ni casillas aunque un 7% de viviendas tiene algún grado de deterioro. Más del 90% de las viviendas se encuentran en buenas condiciones. Las casas más antiguas del pueblo tienen buen grado de conservación y existen viviendas nuevas. Con respecto a este último punto cabe destacar que de las familias encuestadas un 13% obtuvo la construcción de su vivienda mediante el  Plan PROCREAR.

El Presidente de la Junta de gobierno Daniel Pinget señala que existe una demanda importante de terrenos para construir viviendas nuevas y que las tierras vacantes existentes, aunque un 15% de ellas no están en venta. Solo se visualizan dos propiedades vacantes para la comercialización. Daniel aclara que existe la necesidad de gestionar desde el Estado la posibilidad de crear nuevos terrenos para vender a pobladores que desean asentarse en la localidad. Los intentos de trabajar en conjunto con el IAPV (Instituto Autárquico de Planeamiento de Vivienda) para construir viviendas, fracasaron porque la Junta de Gobierno no posee terrenos fiscales para ceder, requisito indispensable para poder llevar adelante planificación de vivienda por parte de la mencionada institución provincial.

Existe un 7% de hogares en situación de hacinamiento y el 87% de los mismos están habitados entre 2 y 4 personas. El 13% restante se reparten equitativamente entre hogares unipersonales y lugares donde viven más de 5 personas.

Un 35% de población no siente la necesidad de hacer mejoras en su vivienda y un 29% necesita o quiere agrandar las instalaciones. Otro 18% necesita realizar otro tipo de mejoras menores como la construcción de tinglados o la pintura interior y exterior. Como dato a destacar, existe un 20% de encuestados que no vive en casa propia y alquila propiedad o vive en casa prestada.

De las familias que consideran hacer algún tipo de reforma en sus hogares, el 88% considera pedir algún tipo de crédito para poder realizar la misma.

 

 Fuente: Elaboración propia en base a encuestas a hogares en octubre 2017.

 

Con respecto a los medios de comunicación presentes en las viviendas cabe destacar que algunas personas consideran no contratar internet porque en líneas generales el servicio no es bueno o les resulta un servicio no accesible a sus posibilidades.

 

Ocupación e ingreso

La gente que vive en San Cipriano trabaja fundamentalmente en: 1) la Cooperativa Eléctrica y de Servicios Públicos Juan José Urquiza Ltda.; 2) el empleo público generado por las escuelas y el centro de salud; 3) los comercios, y 4) la actividad rural donde se destaca la producción avícola. En el grupo de población encuestada solo se detectó una situación de desempleo. El porcentaje de personas que no estudia ni trabaja se reparte entre jubilados y amas de casa. La actividad predominante  entre las  personas que trabajan en la actividad primaria, es la producción avícola. Lo mismo sucede con las personas que trabajan en actividades secundarias que lo hacen en los frigoríficos avícolas de la región.

El 30% que trabaja en servicios o comercios lo hacen en comercios locales o en la Cooperativa Eléctrica y de Servicios Públicos Juan José Urquiza Ltda. Muchos de los empleos jerárquicos locales son ocupados por personas que provienen de otras localidades, y los pocos profesionales que residen en San Cipriano trabajan en empleos fuera del lugar. No se encuestaron personas mayores de 18 años en situación de estudio, principalmente porque las personas que deciden seguir estudiando luego de culminar sus estudios secundarios migran a la ciudad de Concepción del Uruguay o a Paraná.

Con respecto a los ingresos, si bien no se ha detectado situación muy importante de desempleo, el 7% de las familias encuestadas se encuentra en situación de indigencia, un 33% está por debajo de la línea de pobreza y un 60% está por encima de esta línea. No se detectaron ningún tipo de cobros de planes asistenciales.

En relación al nivel académico, hasta la década de 2000, en la colonia solamente existía educación primaria, por lo que la población mayor de 18 años no tiene estudios secundarios.

 

 

Cabe destacar que actualmente la localidad de San Cipriano goza de una excelente oferta educativa contando con educación inicial, primaria y secundaria. En el Club Social y Deportivo Achirense funciona una escuela para personas adultas que quieran completar sus estudios primarios o secundarios.

 

Los jóvenes

El grado de compromiso de los jóvenes con su comunidad es muy alto y mientras residen en San Cipriano participan activamente en diferentes actividades. La mayoría de los chicos que están en vísperas de terminar su escuela secundaria hacen planes para seguir sus estudios en Concepción del Uruguay, Paraná o la ciudad de Santa Fe. Los que no dejan el pueblo trabajan en zonas rurales y no tienen perfil emprendedor.

Nahuel Gaillard es nacido en San Cipriano es estudiante de economía en Concepción del Uruguay trabaja en el sector bancario de Colon y reside en Villa Elisa. Actualmente Nahuel también trabaja dando clases en la escuela secundaria de San Cipriano. Nahuel resalta que el contacto con la localidad es frecuente pero destaca que volver a instalarse en San Cipriano es muy difícil por razones profesionales. Varios profesores son ex alumnos del colegio por eso mantiene un contacto casi periódico.

De los chicos entrevistados, tres de ellos van a estudiar profesorado de educación física y enfermería a la ciudad de Concepción del Uruguay. Ellos sueñan con volver a trabajar a su pueblo pero son conscientes de que necesitan que las autoridades gestionen la extensión de la oferta profesional y el equipamiento de las instituciones existentes en el pueblo. 

Los jóvenes encuestados no superan los 20 años y se encuentran en situación de terminar los estudios secundarios. Todos ellos seguirán sus estudios terciarios o universitarios.

Los principales problemas que enfrenta la juventud son las adicciones, preferentemente en poblados más grandes, la falta de objetivos y también la falta de oportunidades.

 

 

Emprendedorismo

Los resultados que se detallan a continuación surgen de las encuestas realizadas al 33% de las familias del pueblo.

 

 

El cuadro nos está mostrando que el 40% no tiene emprendimientos en marcha, con respecto a los que no logran concretar corresponden un 27% y los motivos son falta de tiempo, falta de infraestructura y problemas económicos y de demanda de los lugareños.

En base a las respuestas de estos emprendedores se desprenden los siguientes resultados:

  • el 100% son mujeres.
  • el 67% son menores de 30 años y el 33% entre 30 y 45 años.
  • la educación alcanzada por ellos es en un 67% de estudios terciarios/universitarios.
  • el total de ellos ofrece servicios (centro de estética con peluquería, nutrición y camping).

Además, nos comentan los problemas a los que se enfrentan: en un 33% se debe a la posibilidad de poder acceder a algún crédito, para el resto (67%) su problemática es la falta de difusión y de demanda, por ser reacios al consumo de productos y servicios nuevos.

Durante los días de trabajo de campo se detectaron 4 emprendedores:

Hockey en San Cipriano

Flavio Guiffre tiene 32 años y es profesor de hockey. En el año 2008 mediante actividades enmarcadas en el Centro de Actividades Juveniles (CAJ) comenzó su proyecto de enseñar este deporte en la localidad de San Cipriano en las instalaciones del club local, Defensores de San Cipriano. En 2010 Flavio entendió que necesitaba un cambio para poder seguir con sus actividades. Preferentemente necesitaba mejores instalaciones y equipamiento para poder acercar más jóvenes a la práctica del deporte. Flavio presentó su inquietud a los dirigentes del Club Social y Deportivo Achirense de Colonia Las Achiras, distante a 4 kilómetros de San Cipriano. Desde  ese año Flavio desarrolla su actividad en esa institución, y en 2015 se incorpora como profesora Giulliana Gaillard, actual pareja de Flavio, de 25 años.                                                                                                                

Actualmente 60 chicas de categorías infantiles, menores y primera división practican esta actividad en el Club y participan en la liga del centro sur entrerriano. Los anhelos de Flavio y Giulliana son poder llegar a concretar la construcción de una cancha de césped sintético. Esperan que la actividad crezca en cantidad de jóvenes que practiquen el deporte y que la gente de la localidad se acerque a colaborar más. Flavio tiene el objetivo de que sus dirigidas conozcan Bahía Blanca para poder participar de la Copa Patagonia organizada por el club El Nacional de aquella localidad del sur de la provincia de Buenos Aires. Las dificultades son principalmente económicas porque para cada viaje necesitan hacer diferentes actividades para recaudar fondos.

 

Parque Recreativo “El Mangrullo”

El Mangrullo es un parque recreativo distante a pocos kilómetros de San Cipriano. Pertenece a la familia Bonnin oriunda de San Cipriano y fue inaugurado el 18 de noviembre de 2007. El parque posee muy buenas instalaciones distribuidas en 7 hectáreas, donde hay un salón con cocina y parrillas, baños. Las instalaciones poseen agua potable. Está potencialmente preparado para ofrecer fiestas, almuerzos, cenas, actividades de camping y recibir turistas. En El Mangrullo se puede apreciar un lago de tres metros de profundidad donde abundan peces de la zona y en lugares aledaños se avistan aves y animales silvestres como carpinchos y nutrias.

Eusebio Bonnin, dueño y encargado, cuenta que cuando se completó la sucesión familiar de las tierras decidieron emprender esta actividad porque consideraron poca superficie para poder producir de otra manera. En el lugar viven Eusebio y su esposa Inés, pero también colaboran sus hijos Analía y Facundo. Todos son guías ambientales de fauna y flora desde 2006.

Analía Bonnin tomó la posta de la reactivación del proyecto ya que el mismo no funciona desde 2015 y anhela poder establecer “El Mangrullo” como un emprendimiento familiar que deje réditos económicos a la familia.

En el momento de su inauguración “El Mangrullo” ofrecía actividad de turismo rural con traslado, guías, estadía en su casona colonial, desayuno típico, etc. Por diferentes circunstancias el proyecto se hizo difícil de llevar adelante. Las principales debilidades son la anegación del camino los días de lluvia y la utilización de agroquímicos por la producción extensiva en los campos aledaños.

 

 

Giuliana Gaillard. Licenciada en Nutrición

Giuliana tiene 25 años, es Lic. en Nutrición y trabaja temporalmente en la escuela local, y como profesora de hockey en el Club Social y Deportivo Achirense. Tiene un emprendimiento en el cual enseña hábitos de consumo de alimentos saludables que desarrolla de manera privada en su domicilio y en el salón de la Junta de Gobierno. Se considera afortunada por poder trabajar profesionalmente  en su lugar de origen.

 

 

 

Peluquería y cosmetología Cintia Rey

 

Cintia tiene 23 años, es cosmetóloga y peluquera, y atiende al público en un lugar que le cedieron sus padres en el negocio familiar, ya que ellos tienen una ferretería. Cintia se capacita cada vez que puede y quiere apostar a no irse de la colonia, pero aclara que es muy difícil trabajar con el poco mercado que hay. “Para colmo los hombres no son habitué de ir a una cosmetóloga porque les da vergüenza”. Tiene clientes de otras localidades y de las colonias. Atiende de martes a sábado. Un día a la semana hace cosmetología, cierra la peluquería cambia los instrumentos y atiende a las vecinas que previamente sacaron su turno correspondiente. El principal problema es que la gente del lugar es muy tradicionalista en ese tipo de consumo, entonces le falta mercado o clientes. Cintia aclara que tampoco le conviene trabajar a domicilio porque la gente no quiere pagar lo que vale el servicio realmente.

 

San Cipriano es una localidad que tiene demanda de viviendas y terrenos, pero mucha gente no tiene acceso al crédito y por lo tanto no tiene posibilidades de construir. El propio presidente de la junta de gobierno, Daniel Pinget, aclara que es uno de los puntos a mejorar por parte de la gestión El 29% de la población señala que hace falta infraestructura. Casi con unanimidad los vecinos establecen que el mejoramiento de los caminos es fundamental. Ya sea de enripiado o también de asfaltado de la ruta  provincial  N°25 como los caminos internos de la colonia. San Cipriano es un lugar donde domina la producción avícola integrada por lo cual es indispensable contar con caminos en buen estado para poder trabajar de manera aceptable con las empresas integradoras. Algunos se aventuran un poco más y establecen que si la ruta de ripio estuviese asfaltada  se frenaría el éxodo de jóvenes porque la ciudad de Concepción  del Uruguay estaría distante a pocos minutos.

Otro obstáculo importante para la población establecido con recurrencia es la falta de cloacas y de red domiciliaria de gas. Dentro de las respuestas sobre falta de servicios e infraestructura está también la carencia de un depósito de basura, un mejor servicio telefónico y una estación de servicio.

Con respecto a los espacios de recreación la respuesta más frecuente es la falta de plazas y la falta de lugares de esparcimiento para los más jóvenes.  La población mayor tiene un centro de jubilados pero este, no tiene un espacio físico.

Los jóvenes sostienen que  es importante que se generen empleos genuinos para la gente de la localidad. La mayoría de los empleos públicos y de servicios que existen en San Cipriano son ocupados por trabajadores foráneos.

No prevalecen las deficiencias en la atención médica, pero algunos vecinos mencionan que sería mejor contar con atención con horario completo, ya que el Centro de atención médica está disponible sólo de 8 a 14 horas.

 

 

Las posibilidades que ve la población para que el pueblo crezca tienen que ver con su misma historia. Así como en la década de 1960 y 1970 San Cipriano creció a partir de la llegada luz, el teléfono y el mejoramiento del camino, gran parte de la población sanciprianera entiende que el nuevo aporte para el crecimiento tiene que llegar de la mano de la infraestructura y los servicios. Mejores caminos para unir San Cipriano con las localidades cercanas principalmente con la ruta nacional N° 14 y la instalación de las cloacas (que entendemos que dado el tamaño de la localidad, se trata de un sueño imposible).