El pueblo tiene facilidades como su corta distancia a la ciudad de San Juan, calidez en su gente y la particularidad de la llegada de cientos de turistas los fines de semana, y miles las noches de peñas en verano. Esto genera una dinámica que están aprendiendo a aprovechar: Villa Dominguito está en tiempos de cambio. El gran salto que dio en su presentación a sociedad cuando se instauró el monumento a Ceferino Namuncurá, fue  reimpulsado por los proyectos que se llevaron a cabo en el pueblo de la mano de la Asociación Responde y la Municipalidad de San Martín. La comunidad tiene en sus manos herramientas para sostener su desarrollo. Gracias a la actividad turística, la “industria sin chimenea”, y las actividades culturales, es un pueblo que tiene muchas ventajas y facilidades para ir paliando sus necesidades y alcanzando sus deseos. Depende en gran parte de cómo trabaje en comunidad, de la participación activa de su gente y la generación por propia decisión de actividades, eventos, proyectos que aprovechen las posibilidades del Centro Responde, del turismo, de la llegada de los cientos de turistas cada fin de semana.

Más allá de este fuerte movimiento de personas, el pueblo no pierde una de sus más preciadas características: la tranquilidad. Cada habitante del pueblo sabe que cuenta con sus vecinos para lo que necesite, todos están dispuestos a ayudar a pesar de las posibles diferencias que haya o las dificultades en la convivencia. Esto es un fuerte eje para que sus habitantes decidan vivir allí a pesar de la falta de ciertos servicios o comercios; es que para ellos, Villa Dominguito es su lugar, pertenecen allí y no desean tener que irse.