POBLACION

El primer asentamiento de Carbó se estableció a unos pocos kilómetros al noroeste del emplazamiento actual, en lo que hoy se conoce como Villa Diego. Se instalaron allí los hermanos Correa; el lugar comenzó a poblarse alrededor del año 1817. No existen documentos oficiales que certifiquen la fundación oficial del pueblo, pero se toma como fecha de referencia el día que ingresó por primera vez una locomotora a la estación del pueblo, el 10 de octubre de 1906. Los paisanos de Villa Diego se trasladaron poco a poco a las inmediaciones de la estación de ferrocarril, donde se sumaron a los empleados ferroviarios que allí vivían. La estación fue bautizada como Enrique Carbó, en honor al entonces gobernador de la provincia de Entre Ríos, el Dr. Enrique Carbó (1903-1907).

   

Nido de hornero y molino. Imágenes de Villa Diego

Para 1909, la población comprendía unos 600 habitantes, aproximadamente. De acuerdo a una investigación acerca de la vida del pueblo en esos años, “predominaba el elemento criollo” y “abundaban en esta zona las melenas largas, los pañuelos al cuello, las bombachas amplias y los pies descalzos”. La mayoría de los habitantes de Carbó en ese entonces eran jornaleros, amas de casa o desocupados. Los empleados del ferrocarril, los propietarios de estancia y algunos comerciantes, tenían una posición más cómoda. De acuerdo a los registros de inscripción de la Escuela Nacional 31, los padres de los alumnos eran en su mayoría propietarios y jornaleros (66% del total de los hombres). Mientras que las mujeres eran de profesión lavanderas (54% del total de las mujeres).

Las instituciones existentes durante las primeras décadas de vida del pueblo incluían la Comisaria, la alcaldía, el correo, la escuela y la capilla “Sagrado Corazón de Jesús”. La vida en los primeros años fue dura, en el año 1921, por ejemplo, la escuela estuvo clausurada a causa de enfermedades que también interrumpieron la actividad laboral de los jornaleros. Las costumbres conservadoras y el respeto tenían un lugar importante en la vida de la gente de Carbó. De acuerdo al testimonio de un poblador: “…en la escuela había dos patios, uno de niñas y otro de niños, nosotros jugábamos a la pelota (…), a veces pateábamos fuerte y se nos iba al patio de las niñas, entonces buscábamos a la maestra y ella iba al otro patio con uno de nosotros y nos daba la pelota, las niñas no la agarraban”.

   

La mayoría de las calles de Carbó son de tierra (izquierda). El ingreso al pueblo cuenta con un importante cartel (derecha)

Por el año 1934, el cura de Larroque, autorizó a dos pobladoras para que pidieran dinero para construir la capilla de Carbó. El 9 de julio de 1934 se celebró misa y comenzó a recolectarse dinero. Familias de localidades vecinas contribuyeron también con su tiempo, y familias locales donaron los elementos decorativos. Inicialmente funcionó en un galpón, y luego se procedió a la construcción de la capilla de material, la cual fue bendecida el 7 noviembre de 1943 por el padre Juan Sera. De acuerdo a un documento de investigación “…la misa comenzaba con un canto en castellano, (…) se celebraba con el sacerdote de espalda a la gente y en idioma latín (…), nosotros teníamos (…) el misal, con el que seguíamos las oraciones del sacerdote y se sabía cuándo y qué contestar”.

La evolución de la infraestructura del pueblo fue paulatina y sostenida. De acuerdo al testimonio de una pobladora memoriosa, durante la administración de Canzoneta alrededor del año 1979 se inició la activación más importante en materia de obras que haya visto el pueblo. En esos años se crearon el centro de salud, la planta de agua potable, el alumbrado público y se construyó un puente elevado. Con el tiempo se asfaltó la avenida Rivadavia. Actualmente, el presupuesto de la Municipalidad ha permitido que se realicen diversas obras de infraestructura importantes.

   

La cooperadora de agua potable cuenta con una importante torre

 

 

Se estima que la población menor de 18 años constituye el 19% de la población total, mientras que los mayores de 65 años son el 22% de la población. Una mayoría de los pobladores de Carbó entonces, son población que puede ser considerada económicamente activa. El 48% de la población son hombres y el 52% mujeres. La tasa de desocupación se estima en un 5%, mientras que un 3% de la población recibe asistencia estatal. Esta asistencia está repartida en diversos planes como la asignación universal por hijo, percibida por el 10% de madres solteras, la pensión nacional 40/35, recibida por aproximadamente 10 personas, la pensión por discapacidad, percibida por 7 personas, y las pensiones nacionales por desocupación, percibidas por 6 personas.

                     

De acuerdo a las encuestas, la gran mayoría de la población de Carbó se encuentra empleada en cargos públicos tales como docentes, personal del centro de salud, o de la municipalidad. También hay muchos pobladores empleados en comercios, y en otras actividades de servicios tales como choferes y cocineras.  El porcentaje de la población ocupado en actividades primarias e industriales no supera el 20%. Éstas incluyen empleados en la fábrica de calzado, jornaleros, avicultores y trabajadores en las vecinas plantas de pollos. Hay en Carbó un porcentaje considerable de amas de casa y jubilados.

   

El 23% de los hogares percibe ingresos por miembro entre $353 y $783 mensuales. Un 5% percibe ingresos menores a $353. El 50% central de la población recibe entre $725 y $2416 mensuales por miembro. El ingreso promedio de Carbó es de $1618 por mes por miembro. Los pobladores de Carbó no son una población con alto grado de emprendedorismo. El 83% no realiza actividad emprendedora independiente. Sólo el 10% realizan artesanías y el porcentaje restante practica oficios y elaboran productos u ofrecen servicios independientes.

Perfil social

Los dos grupos etarios minoritarios son los jóvenes y los mayores de 65 años, representando un 19% y 22% de la población respectivamente.

Gran cantidad de jóvenes, al cumplir la mayoría de edad, deciden abandonar el pueblo. El 90% se va a ciudades lejanas como Buenos Aires y Paraná, y el 10% se queda cursando estudios terciarios o trabajando en Gualeguay. La mayoría de los jóvenes no regresa a vivir al pueblo y desarrolla su actividad profesional y laboral en otras ciudades. La ausencia de canales de participación y la ausencia de posibilidades de educación y capacitación son los problemas más significativos que enfrentan los jóvenes de Carbó. En menor medida, sufren de desmotivación general y carencia de actividades sociales y recreativas. Según el testimonio de una joven del pueblo, hay actividades para los chicos más chicos y para los mayores de 65 años, pero no para la juventud.

De entre las instituciones presentes en el pueblo, los jóvenes confían primariamente en la escuela para llevar adelante sus iniciativas. Acompañados por los docentes, los jóvenes realizaron un censo, por ejemplo. Un grupo de jóvenes del pueblo manifestó que haría falta un club social para jóvenes, como así también una pileta municipal y un polideportivo. Los jóvenes entrevistados se mostraron predispuestos para llevar adelante proyectos que impulsasen el crecimiento de la comunidad.

  

Niños y adolescentes se conectan a internet gratuitamente desde la Estación de Ferrocarril (izquierda).
El fútbol infantil y juvenil es el deporte más popular del pueblo (derecha)

El segundo grupo etario minoritario es el de mayores de 65 años. La mayoría son jubilados. Algunos otros hacen huertas y están empleados en la municipalidad. Tanto los jóvenes como los mayores están involucrados en distintos aspectos de la vida del pueblo, desde el taller de canto, hasta la utilización regular del circuito para caminantes, conocido en el pueblo como pista de salud. En el Centro de Jubilados se hacen reuniones, loterías y en fechas patrias, los mayores hacen comidas autóctonas como locro. Sin embargo, con el pasar del tiempo el nivel de actividad del Centro ha disminuido. Los mayores entrevistados manifestaron tener una buena relación con los jóvenes del pueblo.

   

Los mayores se avocan al canto en un taller que se reúne semanalmente (izquierda). Los más jóvenes juegan
en la plaza de los ninos (derecha)

Capacidad para autosustentarse

El incremento del presupuesto de la municipalidad de 16.000 pesos mensuales a 500.000 pesos mensuales, ha permitido ampliar la planta de empleados públicos. La municipalidad además financia un comedor comunitario que da el almuerzo a más de cincuenta personas. Muchos habitantes de Carbó están empleados en servicios y comercios. Existen por ejemplo, tres almacenes de ramos generales, dos bares, cuatro kioscos, tres carnicerías, una verdulería, dos panaderías, cuatro talleres de servicio mecánico, seis particulares que brindan servicio de remís, una talabartería y al menos seis regalerías o librerías.

   

La fábrica de calzado de Carbó, Argentina Rústica, emplea a muchos pobladores

 

Si bien la actividad económica predominante del partido es la ganadera y el cultivo de lino, trigo, maíz, y soja, la parte más significativa de empleo  en el pueblo se debe a que en las proximidades de Enrique Carbó se encuentran plantas de incubación de aves, gallinas ponedoras y algunas pymes dedicadas a la cría de pollos. También hay empresas de transporte de alimento balanceado, cereales, aves, y arena. Se encuentra también la polémica planta Soluciones Ambientales S.A., dedicada al transporte y tratamiento de residuos peligrosos en las proximidades del pueblo, y la fábrica de calzados, Argentina Rustica, nacida en Enrique Carbó, con locales en Gualeguaychú y Colón.

 

Evolución del pueblo

Desde principios del siglo pasado, el pueblo ha evolucionado de manera notable.  Desde el cierre de la estación de ferrocarril, por ejemplo, se ha mantenido un servicio de colectivos que conecta a Carbó con Gualeguay, reduciendo el aislamiento del pueblo. También la unidad sanitaria ha visto mejoras tanto en la provisión de profesionales como en la de medicamentos. Otros cambios positivos se han debido a avances en la tecnología, por ejemplo, las transformaciones en servicios de telefonía fija y móvil.  El mantenimiento frecuente y la renovación los caminos en décadas recientes ha permitido el acceso a otras localidades. Hace 35 años que el pueblo cuenta con agua potable. En materia de servicios, la provisión también ha mejorado. Debido al incremento en el presupuesto, se proyecta crear nuevas oficinas públicas, y mejorar aún más la infraestructura.

Un empleado de la Municipalidad trabaja en obras públicas en las calles de Carbó

Problemas que enfrentan

De acuerdo con el relevamiento realizado, la ausencia de fuentes genuinas de trabajo es el problema más importante que enfrenta Carbó. En menor medida, la falta de servicios e infraestructura también son considerados, por los pobladores, como obstáculos para el desarrollo. De cualquier manera, el mayor presupuesto que dispone la municipalidad ha permitido mejorar la infraestructura del pueblo, en particular las luminarias, la señalización y la pista de salud. Por otro lado, los pobladores se manifiestan satisfechos respecto de la acción del gobierno local, la unión de la comunidad, y la atención brindada por los establecimientos educativos y de salud.

Muchos de los proyectos no concretados por la Municipalidad están en vías de serlo. Los pobladores reclaman una red de gas, cloacas, y una mayor cantidad de servicios. Poco a poco estas necesidades van siendo cubiertas. Tal vez el proyecto no concretado más frecuentemente mencionado, es el de contar con edificios separados para las escuelas primaria y secundaria.

 

Son muchos los sueños de los pobladores de Carbó. Muchos de ellos están relacionados con el ocio y la recreación. Por ejemplo, muchos pobladores manifiestan que hace falta una piscina para los 30-40 chicos que asisten a la colonia de verano del pueblo. Otros piensan que en las instalaciones próximas a la cancha de fútbol, hacen falta cielo raso y mejoras edilicias. También los pobladores, especialmente los más jóvenes, manifiestan su deseo de contar con polideportivo, un club social, y un boliche o pub.

En materia de tecnología, se pide un ecógrafo y equipamiento para el centro de salud. La idea es que éste evolucione a hospital rural. Relacionada a esta necesidad, existe el reclamo de la población de mayor cantidad de personal para el centro, en especial una partera.

Otros sueños y necesidades incluyen la instalación de un cajero, y una farmacia, de modo de no tener que viajar a Gualeguay y gastar en remís cada vez que se necesitan medicamentos.

Finalmente los pobladores mayores de 65 años, piden que se construya un cementerio en las cercanías al pueblo, ya que los restos de los seres queridos han debido ser hasta ahora transportados a Gualeguay. Esto es problemático no sólo por los gastos que acarrea, sino desde un punto de vista sentimental, ya que los mayores del pueblo tienen una  fuerte sensación de arraigo, y desearían que tanto ellos como sus familias, pudieran descansar donde vivieron todas sus vidas.

Los pobladores de Enrique Carbó consideran que la falta de oportunidades de trabajo y la falta de un médico son dos de los proyectos en los que más se debería invertir para hacer crecer la comunidad. En menor medida, la necesidad de instalaciones separadas para la escuela primaria y secundaria, la creación de un instituto terciario dentro del pueblo, y mejoras en la infraestructura, le siguen en orden de importancia.

   

Fotos de la estación antes de su renovación (izquierda). El Gran Capital solía pasar por el pueblo (derecha)