MEDIOAMBIENTE

El clima y el relieve de San Enrique son los característicos del área centro norte de la región pampeana. El pueblo se encuentra situado sobre extensas llanuras con leves ondulaciones medanosas producto de la composición arenoso-arcillosa de los suelos. La calidad de la tierra es heterogénea, con vastas extensiones abocadas a la ganadería bovina, al cultivo de soja, y en menor escala a la plantación de maíz, sorgo cebada, trigo y girasol. Es habitual, también, la producción de cultivos orgánicos y la cría de animales de granja para consumo personal.

El clima del lugar es templado, con veranos templado-cálidos e inviernos frescos. La temperatura media anual es de 15,8 grados centígrados promedio. Las precipitaciones son suficientes (oscilan entre los 400 mm y los 500 mm con algunas variaciones interanuales) y los vientos predominantes provienen del sector norte, noreste y sudeste.

 

Como hemos visto en apartados anteriores, San Enrique es -ecológica y paisajísticamente- representativo del ecosistema y de la oferta natural del centro norte de la provincia de Buenos Aires. La flora nativa corresponde al bioma de la pampa húmeda, siendo sus especies principales los pastizales, que abundan por doquier, y el acacio negro, un árbol de hojas duras y espinosas propio de un suelo menos fértil que el de la región oriental de la provincia.

La flora exótica está compuesta por especies arbóreas como el plátano, el fresno, la acacia y el eucalipto que bordea calles y caminos.

Entre las plantaciones con fines productivos se incluyen la soja, el maíz, el sorgo, el girasol, el trigo  y la cebada.

 

  

 

La fauna nativa la constituyen una amplia variedad de especies, entre ellas zorros, mulitas, zorrinos, carpinchos, liebres, peludos, ciervos, chajás, cuises, perdices, martinetas, gatos monteses, pumas, perdices chimangos, lechuzas, caranchos, ardillas y comadrejas overas.

La fauna exótica incluye animales domésticos y de granja, tales como vacas, ovejas, cerdos, cabras, caballos y aves de corral.

 

  

 

Con respecto a su estado de conservación, la fauna y en particular, la flora nativas se encuentran muy deterioradas; según la apreciación de la médica veterinaria de San Enrique, Paola Bindella, el hábitat fue intervenido y dañado por el hombre a través del uso de productos agroquímicos y el monocultivo de soja, que deteriora la fertilidad de los suelos y perjudica al ecosistema del lugar.

San Enrique se encuentra ubicado entre los arroyos Piñeiro y Vallimanca, situados a 6 y 15 km del pueblo, respectivamente.

A su vez, el pueblo se encuentra bordeado por el canal Piñeiro, ubicado a 20 metros del mismo y construido tiempo atrás a fin de evitar las inundaciones. Su infraestructura y calidad arquitectónica significaron una mejora de la situación, pese a que los desbordes son inevitables en períodos de lluvia prolongados.

La laguna Gaucho, ubicada a 4 km del pueblo, conforma el canal “De los Gauchos”, que desemboca en el Piñeiro, el canal principal.

 

Comportamiento humano

Las prácticas del hombre sobre el ambiente generan degradación de la flora y fauna nativas, como también, contaminación de las napas por el uso de agroquímicos y agotamiento de recursos.

Hasta el presente no se han tomado medidas que permitan neutralizar los efectos nocivos de la actividad del hombre sobre el medioambiente. Ninguno de los proyectos tendientes a evitar la pulverización con agroquímicos sobre las zonas aledañas al pueblo, ha sido concretado. Tampoco se han desarrollado actividades comunitarias para lograr el reconocimiento y valoración de los recursos naturales disponibles por parte de los dueños de la tierra y los miembros de la comunidad. Recién en el año 2013 comenzaron a articularse entre la escuela, el jardín de infantes y la delegación municipal, proyectos tendientes a tratar los residuos producidos por el hombre (separación, reciclado, etc.)

 

Calidad del Aire

La contaminación atmosférica es escaza, debido a que la única actividad desarrollada en la zona es la actividad agropecuaria. No hay fábricas, industrias, ni generadoras de energía, además los vientos predominantes contribuyen a la calidad eólica limpiando la toxicidad generada por las pulverizaciones de agroquímicos.

 

Tratamiento de la basura

La recolección de la basura está a cargo de la delegación municipal y se realiza con una frecuencia de dos o tres veces por semana.

Los residuos son depositados en un basural a cielo abierto, lindante con la casa más apartada del pueblo. Según testimonio de quien está a cargo de la recolección de residuos, el basural no tiene un plan de manejo y se desconocen estadísticas sobre disposición de residuos. No hay cifras que indiquen cuánto disponen por año; variaciones estacionales (temporada alta/baja) ni progresiones.

En la actualidad los programas de reciclaje y separación de residuos se encuentran en una etapa incipiente, por lo que su relevancia en materia de tratamiento de la basura es aún poco significativa. La basura es tapada con tierra o incinerada cada cierto período de tiempo, no estipulado previamente.

En el pueblo se observan contenedores para plástico en las inmediaciones de la escuela primaria y el jardín de infantes, colocados por la municipalidad de 25 de Mayo. En el resto de San Enrique prácticamente no hay contenedores de residuos.

 

Desastres naturales

Todos los años los pobladores de San Enrique deben enfrentarse con dos fenómenos naturales de diversa gravedad: inundaciones y sequías.

La inundación de campos y caminos se produce a causa de las intensas lluvias y el desborde del canal Piñeiro. Si bien el agua no suele llegar hasta las casas,  su avance afecta severamente la vida de la comunidad, ya que supone el aislamiento temporario del pueblo por la anegación de los accesos.

Ambos fenómenos –inundaciones y sequías- afectan la vida de los pobladores cuyas fuentes de trabajo dependen del sector agropecuario (alambradores, sembradores, tractoristas, etc.), e implican cuantiosas pérdidas económicas para la localidad.

En los casos de mayor gravedad el gobierno provincial declara la emergencia agropecuaria, que exime del pago de impuestos a productores y vecinos de la comunidad. La intendencia de 25 de Mayo también suele colaborar con los actores afectados.