A 120 km de Ciudad de San Luis, por la ruta nacional Nro. 146, en el centro de una vasta vegetación y rodeado por unos imponentes cerros que cambian de color según la posición del sol, se encuentra la localidad de Leandro N. Alem.
Para los habitantes de Alem, el paisaje, seguido de cerca por la tranquilidad de la zona, es el principal atractivo turístico que tiene el pueblo.
Sitios de interés
Piedra del Indio: cruzando el río La Majada se llega a las pinturas rupestres denominadas por los pobladores: Piedra del Indio. Es una gran roca que se encuentra escondida entre las sierras. Allí se encuentran las pictografías que dejaron los aborígenes que habitaron la zona, con dibujos donde se destaca una gran mariposa de trazo claro y preciso. La Maroma es el último puesto que puede hacer el visitante en un medio de transporte, desde ese punto, se debe iniciar dos horas de caminata sobre las quebradas y la ladera de los cerros para llegar a la gran roca.
Trekking al Realito: el cordón de El Realito es una unidad geomorfológica que se extiende por 26 km desde las inmediaciones de la ciudad de Luján hasta unos kilómetros al sur del río La Majada. Toma su nombre del cerro Realito, de 1.640 m de altura, y su característica más notable es, desde el punto de vista fisiográfico, la pronunciada asimetría de sus laderas, con fuertes pendientes occidentales, convirtiéndolo la divisoria de aguas más importante de la zona. Se puede hacer trekking camino a El Relito ingresando por Potrero de Leyes.
Camino a Las Parrillas y La Maroma: en el sureste de Leandro N. Alem, por el camino viejo, se encuentra la mayor variedad de aves de la zona. Pasándose por un badén natural por donde corre el arroyo del Perro Negro y se llega a la bifurcación que, a la derecha, nos lleva a las Parrillas, y a la izquierda hasta La Maroma, un puesto muy pintoresco.
Cerro La Majada: este cerro de 1.660 msnm es una estribación de las sierras de San Luis. Un cordón montañoso que separa geográficamente a San Francisco de Leandro N. Alem. Se puede acceder al mismo, caminando o cabalgando, según lugareños existen diversos objetos y sitios indígenas en la zona.
Las Parrillas: es el sitio donde existe una toma de agua del rio La Majada para proveer de éste recurso al pueblo de Leandro N. Alem. Lamentablemente no cuentan con senderos que permitan ingresar con comodidad para observar la vasta vegetación de la zona.
Río San Francisco: el badén se encuentra sobre el rio San Francisco, en la ex ruta nacional Nro. 146, que une la localidad de Alem con San Francisco.
Este sector, denominado como “Camping Municipal María Encarnación Baigorria” es administrado por el municipio, y posee mesas, asientos, asadores, espacio para estacionar en las márgenes del rio y un refugio que se utilizaba cuando el ómnibus transitaba por ésta ruta. Durante los meses de verano suele funcionar un quiosco.
Esta localidad no cuenta con alojamiento. Por ello, es conveniente pernoctar en las hosterías de San Francisco del Monte de Oro.
En cuanto a los servicios, el Balneario Municipal, que se encuentra enfrente del Club Funes, si bien pertenece al municipio, está concesionado. Se abre en época de verano para recibir a los turistas, aunque también asisten los pobladores de Alem cuando las aguas del río se encuentran bajas.
Cuenta con una pileta de natación de 12 x 20 m. El predio de 1.500 m², cuenta además con asadores, arbolado, sanitarios, vestuarios y cantina; luz, toma corriente, agua potable, estacionamiento y cierre perimetral y tiene capacidad para 30 carpas en parcelas de 4 × 4 m.
Estos son los eventos que se celebran en el pueblo:
Fiesta Provincial del Durazno: esta festividad es la tradicional del pueblo dado que está representada por la fruta típica de Alem. Se celebra hace casi treinta años durante el tercer fin de semana del mes de enero.
Fiesta Virgen del Rosario: la procesión y la misa del 7 de octubre da comienzo cada año a la festividad religiosa de la iglesia Nuestra Señora del Rosario que conmemora el día de la patrona de la localidad.
Personajes
Uno de los personajes más relevantes del pueblo de Alem fue don José Domingo Silva con las poesías que trasmitía la historia del pueblo en forma oral y que muchas se convirtieron en canciones.
Otro de los personajes destacados de Alem es Elisa González, una artesana que pertenece a la “Fundación Para La Preservación de las Artesanías Tradicionales Sanluiseñas”, que surgió en el año 1986, con el propósito de participar en una feria de artesanías en Buenos Aires. A partir de allí empezaron a observar la necesidad de un espacio de comercialización de los trabajos en la provincia de San Luis. “Nace como una ONG, y como marco legal de sustento para la conformación del Mercado Artesanal de San Luis, cara visible de la Institución, cuya principal función se focaliza en la comercialización, promoción y difusión de las artesanías sanluiseñas.
Dicha gestión se sustenta en un convenio, marco de apoyo y acciones recíprocas entre la Fundación y el Estado Provincial”, desde 1994 está conformada por los mismos artesanos y por un consejo directivo que dirige las acciones y políticas institucionales.
En varias oportunidades participaron de exposiciones y ferias realizadas por todo el país. Y brindaron capacitaciones a lo largo y ancho de la provincia sobre nuevas técnicas en artesanías, cerámica, platería, piedra, madera y productos textiles de cuero y telar, entre otros. Siempre para actualizar los conocimientos en producción y comercialización.
Historias y leyendas
Colocasi
“A Colocasi, el dueño y señor, solo lo desvelaba un sueño, un sueño que repite y turba su semblante, en sus noches de insomnio entre sombras y resplandores de brillantes vestimentas un hombre cuyo semblante no es conocido y ni siquiera a sus dioses se parece, su rostro se cubre con dorado pelo, sus ojos le hablan de otra lengua. Muy pronto este sueño se cristalizará, una tarde en que el sol dibujaba los cerros azules, el grito de los teros anunció una extraña presencia, un grupo de hombres con ropas brillantes y largos cuchillos montados en briosos y sudorosos caballos, elegantes y grandes caballos. Entre ellos los ojos del indio divisaron un rostro conocido, el huinca de aquel sueño”[1].
El Familiar
Una especie de demonio que da poder y dinero a su poseedor a cambio, generalmente de vidas humanas. Generalmente tiene forma de víbora de gran tamaño que mora en los sótanos de las casas o en habitaciones aisladas. Según la creencia popular el familiar se le presenta a una persona ambiciosa con el objetivo de hacerlo rico en poco tiempo a cambio de un sacrificio humano, tradicionalmente era un peón del ingenio, pero actualmente se considera que el sacrificio debe ser de un ser querido a quien el dueño del familiar tiene que dejar morir en las peores condiciones.
Originalmente El Familiar es una leyenda muy difundida en los ingenios azucareros del noroeste argentino. Con el auge de la industria azucarera gracias a la expansión del ferrocarril, los ingenios pronto comenzaron a producir ganancias millonarias, en lapsos de tiempo tan breves que dispararon la imaginación popular, hasta llegar a la conclusión de que los dueños de estos se habían enriquecido tan rápidamente ayudados por el diablo.
La Difunta Correa
María Antonia Correa, oriunda de San Luis, es la protagonista de uno de los cultos paganos más populares en todas las zonas de las sierras a quién se le atribuye la concreción de milagros y a quien invoca las personas que tienen que cruzar los caminos montañosos. La historia popular cuenta que a su marido lo llevaban preso a La Rioja, por lo que ella tomó el camino a pie por San Juan con su hijo a brazos. Muere de sed en el lugar llamado Vallecito. A los tres días la encuentran unos arrieros y advierten que el niñito mamaba leche de su madre muerta, lo que le permitió seguir con vida.
[1] Fuente: http://www.sanfranciscodelmontedeoro.com/historia.php
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