El paisaje
En pleno corazón de la provincia de Buenos Aires, San Enrique se encuentra rodeado por extensas llanuras cuyos márgenes se pierden en el horizonte. Su paisaje es tan cambiante como el devenir del clima. Durante el invierno, los sembrados y los pastizales se cubren de una gruesa escarcha que pinta de blanco el paisaje y termina de derretirse recién pasado el mediodía; el cielo gana nitidez y la claridad arrecia sobre los techos bajos. Ya en primavera los árboles del pueblo reverdecen y la vida silvestre con su fauna abundante y variada, invade la cotidianeidad del lugar. Durante la estación estival, las pampas que rodean San Enrique se cubren de girasoles y las máquinas cosechadoras visten los campos hasta la puesta del sol. En su monotonía, el pueblo se redescubre a sí mismo en su paisaje cada día.
Tal como indica el testimonio de sus habitantes, la tranquilidad y la seguridad que ofrece San enrique se sitúan entre los mayores atractivos del pueblo. El silencio, la calma, la pureza de su aire y el encanto de su fauna autóctona, tan sutil como presente, resumen esta sugestiva característica del lugar.
Sitios de interés
A pocos kilómetros de San Enrique es posible visitar distintos sitios de interés turístico. A 6 km del pueblo, los campos destinados a la cría de ciervos le permiten al visitante ocasional encontrarse con algunos de esos bellos ejemplares.
El más importante sitio de interés turístico es, seguramente, el Palacio de Huetel, ubicado en la estancia de Concepción Unzué de Casares. Situada a una distancia de 30 km de San Enrique, la estancia se compone de un palacio señorial y vastas extensiones de tierra dedicadas a la cría de ganado y a la agricultura. El palacio, inaugurado en 1908, se alza en una extensión sin árboles que contrasta con el denso bosque del parque que se atraviesa para llegar. De inconfundible estilo Luis Xlll es, sin duda, una de las propiedades más suntuosas del país. (http://carabelas100.blogspot.com.ar/2011/01/dos-palacios-con-dos-suertes-diversas.html).
Alojamiento
San Enrique no cuenta con ofertas de alojamiento.
Existe el proyecto de inaugurar habitaciones para hospedaje en el centro de jubilados. A tal fin, sería necesario avanzar con algunas refacciones y obtener la habilitación municipal.
Gastronomía
Si bien la oferta gastronómica de San Enrique no es muy amplia, es de una calidad excepcional. El “bar de Keka” y el servicio de comidas de Susana, son las dos principales referencias de San Enrique. El primero es el lugar de reunión por excelencia para los jóvenes del pueblo; allí se juntan durante los fines de semana para cenar, degustar picadas, jugar a las cartas y conversar entre amigos. Por su parte, el servicio de comidas de Susana ofrece una amplia variedad de menús para paladares exigentes. Los platos se solicitan por encargo y cuenta con servicio de entrega a domicilio.
Servicios
El pueblo cuenta con servicios de agua potable, luz eléctrica, telefonía fija, señal para uso de teléfonos celulares (prestador Claro), televisión por cable o satelital, e internet por banda ancha.
Eventos
En San Enrique tienen lugar los siguientes eventos y festividades:
- La fiesta del santo “San Enrique” se realiza todos los 15 de julio con una procesión hacia la capilla. Participan miembros de localidades vecinas, y se realiza una misa en honor del patrono del pueblo.
- Desde 2011 (año del centenario del pueblo) se celebra anualmente cada 15 de julio, el aniversario de San Enrique. Según las condiciones climáticas, la celebración puede correrse unos meses hacia adelante en el almanaque. Los festejos suelen incluir feria artesanal y exposiciones en la plaza central, desfile de caballos, y concurridas fiestas con bailes y orquestas en el club social.
- De forma bimestral, se organizan fiestas populares en el club social, que moviliza a todo el pueblo y a la comunidad de los alrededores. Estos eventos son organizados alternativamente por las comisiones directivas de las diferentes instituciones de la comunidad (bomberos, unidad sanitaria, jardín de infantes, escuela, etc.) y llegan a reunir hasta 500 asistentes.
- Desde hace algunos años se celebra el día de la familia cada 21 de septiembre. Con participación de toda la comunidad educativa, este evento cuenta con colaboración de la delegación y la municipalidad de 25 de mayo. Las actividades realizadas en el club social incluyen juegos, baile, muestras de gimnasia, y recrean un espacio trascendente de encuentro entre los chicos, sus padres y maestros.
- El día del niño se festeja todos los años en el club social. Los chicos de San Enrique y de comunidades aledañas se juntan para disfrutar de una maratón de cine organizada por la municipalidad de 25 de Mayo. También se reparten regalos y chocolate caliente.
- Los días de reyes y navidad se celebran actos en la plaza central o en el club social. Durante esas fechas se reúne gran parte de la comunidad de San Enrique y se reparten regalos y juguetes a los niños.
Los habitantes de mayor edad recuerdan que en décadas pasadas el pueblo se destacaba por sus actividades culturales. Los carnavales y corsos que se celebraban en los meses de verano movilizaban a la población de localidades vecinas. Lo mismo ocurría con los desfiles y ferias comunales. Sin embargo, el movimiento cultural de San Enrique inició un paulatino declive que, en la década del ‘90, culminó con la desaparición de la mayoría de estas festividades.
En la actualidad, tal como destacan vecinos y autoridades, las fiestas pueblerinas son el mayor atractivo cultural del pueblo. La infraestructura contratada, las orquestas invitadas, la cantidad de donaciones recibidas y el alto nivel de participación comunitaria, hacen del club social un espacio de encuentro en el que se reavivan ricas tradiciones, se reconstruyen los lazos sociales, se ponen en común sueños y proyectos, y encuentran curso nuevas relaciones de reciprocidad.
Deportivos
Entre las instalaciones deportivas de San Enrique se destaca la cancha de fútbol ubicada frente a la antigua estación de ferrocarril, junto al club social. Allí se organizan campeonatos y torneos infanto-juveniles, y se dictan clases de futbol para chicos dos veces por semana.
Personajes
Los testimonios coinciden en destacar como personajes reconocidos del pueblo, a Fraschetti y Palma, quienes en 1911 y 1933 cedieron los lotes sobre los que hoy se asienta San Enrique. Francisco Fraschetti era además dueño de la “Casa Fraschetti”, un mercado de renombre y tradición.
Otras figura destacable es Rodolfo Álzaga, antiguo propietario de la estancia “Los Gauchos”, quien colaboró con el desarrollo de las instituciones locales a través de importantes donaciones.
Por último, los habitantes del pueblo rescatan el nombre de Bertoni, dueño del primer centro comercial de San Enrique ubicado frente a la estación de ferrocarril. El mercado de Bertoni, cuya estructura hoy subsiste, era el encargado de abastecer el primer asentamiento poblacional del lugar.
Historias y leyendas
El 29 de octubre de 1859 el señor de “Las Salinas Grandes”, el Cacique Calfucurá, junto a 2.000 de sus hombres, organiza un malón hacia el pueblo fronterizo del fortín Mulitas, hoy 25 de Mayo. Se trataba de una venganza por la muerte que allí se había dado a uno de sus más apreciados amigos. Ante la inminencia del ingreso de las fuerzas indígenas, el cura italiano, Francisco Bibolini, recorrió un largo trayecto hasta llegar al lugar denominado “Médano Partido” (de Galíndez), en donde tuvo lugar el encuentro con Calfucurá. No sabemos de qué hablaron con exactitud, pero sí sabemos que las fuerzas indígenas entraron al pueblo de Mulitas en paz, pernoctaron y se retiraron tal como habían llegado.
De ese encuentro, ha quedado como registro la litografía que se presenta a continuación:
Fuente: Loncahué de John Magüire
Fuente: http://www.unrc.edu.ar/publicar/tefros/revista/v2n3p04/imagenes/index.htm
Anecdotario
Toda la historia de San Enrique se transmite oralmente, hay muy poco testimonio escrito, por eso el valor de las voces de su gente, de los relatos de su pueblo.
En San Enrique son legendarias las reuniones políticas y los debates en torno a cuestiones partidarias. La población que ha protagonizado esas escenas recuerda con apasionamiento las riñas. En los años de mayor efervescencia política a nivel nacional, las disputas entre peronistas, radicales y conservadores llegaban a terminar en proposiciones de duelo, finalmente desestimadas. No faltaba quien mostrara un arma para imponerse en esos ámbitos de discusión.
Los bomberos de San Enrique llevan años recopilando anécdotas vinculadas a su profesión. Una que ha quedado grabada en la memoria de los habitantes del pueblo tuvo lugar hace algunos años, cuando un niño prendió fuego la madriguera de una comadreja que venía complicando los números en el gallinero. La comadreja, “dura para morir” (sic), realizó una larga huida entre los pastizales, prendiendo todo a su paso. Los bomberos demoraron un buen rato en apagar el fuego que se extendía con facilidad en época de sequía. Una vez terminada la labor, Enrique, maestro y vecino histórico de la localidad, se acercó a comentar: “Menos mal que no se le dio por prender fuego un avestruz”. Todavía se ríen cuando cuentan la anécdota a los visitantes.
Patrimonio cultural
La vieja estación San Enrique es un rústico edificio de material y ladrillos, construido en 1911 en la zona en que se levantaría el primer asentamiento del pueblo (que iba a motivar, más tarde, que sus zonas aledañas sean conocidas como “Pueblo Viejo”). El servicio de carga y transporte de pasajeros, circulaba tres días a la semana entre las estaciones Saladillo y San Enrique (63 km), en combinación con Constitución-Gral. Alvear o Constitución-Saavedra. Los pobladores de mayor edad aún recuerdan las paradas en medio del campo para levantar pasajeros como si se tratara de un colectivo de línea. Fue clausurado en 1960, durante el gobierno del Dr. Frondizi.
Convertida hoy en una casa de familia, la estación sigue siendo el lugar en que comenzó a escribirse la historia del pueblo. En sus inmediaciones aún puede verse el cartel que la anuncia. A un lado, la garita de venta de pasajes envuelta en vegetación, parece ser el eco de tiempos pasados. Lo mismo ocurre con los fragmentos del andén que subsisten junto a las huellas de las vías férreas, desmanteladas en los años ‘90.
A unos 100 metros de la estación se sitúan un tanque y una enorme bomba de agua encargados, tiempo atrás, de proveer a la locomotora a vapor del ferrocarril.
La capilla de San Enrique es una construcción bien conservada, que data de comienzos del siglo XX. Sus medianeras exteriores están pintadas por entero de blanco: por adentro, las antiguas baldosas en negro y ocre, y los numerosos ventanales de vitraux, le dan un carácter íntimo y ceremonial al pequeño edificio. El oratorio, bien ornamentado, enseña la imagen de un Cristo crucificado detrás del púlpito ceremonial. En los jardines de la capilla se exhibe un altar con la imagen del santo de la localidad.
El antiguo centro comercial Fraschetti es una de las construcciones más pintorescas del pueblo. Situado en una esquina del “Pueblo Viejo”, sus paredes de ladrillo tomadas por el musgo, sus grandes arcadas y el fileteado porteño que anuncia los servicios que antaño se ofrecían, es una huella arquitectónica que valdría la pena recuperar de su actual estado de abandono.
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