El Tropezón cuenta con una Subdelegación, dependiente directamente de la Delegación del distrito Cañada Seca, cuya cabecera es la ciudad de Salto de las Rosas. Desde mediados del año 2012, el subdelegado es Darío Murcia, del Partido Justicialista. En la subdelegación trabaja además una secretaria y otra asistente. El gobierno local tiene la idea de lanzar proyectos que beneficien directamente al pueblo, asegurando que no se han hecho destacadas obras específicas para el pueblo en los últimos tiempos.
Subdelegación de El Tropezón
La escuela primaria y de nivel inicial Nro. 202 “Martín Zapata” inició sus clases en noviembre del año 1919, con 30 alumnos, en una casa de familia. Hoy cuenta con 136, estructura edilicia propia y una sección por grado. Brindan jornada extendida con actividades extracurriculares como inglés, acompañamiento al estudio, ciencia y tecnología, comprensión desde el teatro e informática aplicada a matemáticas y lengua. En cuanto a su infraestructura, el edificio actual, que data del año 1967 y se encuentra en buen estado de conservación, posee aulas suficientes para las clases, además de un aula de informática, biblioteca, sala de maestros y cocina –utilizada diariamente porque cuenta con servicio público de almuerzo escolar. De todas formas, el personal de la escuela asegura que tienen la necesidad de un aula con un baño pequeño para los niños de nivel inicial, además de un salón de usos múltiples y otros menores objetos como una heladera. La escuela y sus actividades movilizan a gran parte de las familias de la comunidad, constituyéndose en un “pulmón” del pueblo, que lleva al encuentro de gran parte de su gente en la vida cotidiana. Algunas veces por año se realizan eventos como peñas, exposición de trabajos realizados en la jornada extendida, ferias de ropa; además de los actos escolares tradicionales.
Gladys Iglesias, directora Exterior de la escuela
Exterior e interior de la escuela
El centro de salud de El Tropezón cubre parte de las necesidades médicas del pueblo. Abre de lunes a sábado por las mañanas, y dos veces por semana, también por la tarde. Cuentan con un médico, un odontólogo, un obstetra, una enfermera y personal administrativo. Se llevan a cabo actividades de prevención de enfermedades, como caminatas, campañas de vacunación para la hepatitis A y B y antigripal, prevención odontológica con visitas informativas a la escuela y charlas educativas de nutrición. Se brindan también cursos de preparto.
La población en su mayoría se muestra satisfecha con la oferta de salud con la que cuentan, si bien otros remarcan la falencia en muchos aspectos, como, por ejemplo, la poca capacidad de respuesta ante emergencias, al no contar con ambulancia y no brindar atención todos los días.
Por parte del centro de salud, aseguran que uno de los problemas que enfrentan es la falta de medicamentos, lo que impide la provisión gratuita a los pacientes, que es una de las funciones que debería cumplir. Esto se agrava con el hecho de que no hay farmacias en el pueblo. Además, necesitan más espacio para poder ampliar la variedad de oferta médica y actividades –por ejemplo, aseguran que sería positivo contar con gimnasia para personas con discapacidades.
Interior de una de las salitas y fachada del centro de salud
El Tropezón cuenta con servicio de luz eléctrica permanente y agua potable. El gas provisto es sólo el envasado; en algunas oportunidades, gracias a las “garrafas sociales” suministradas por la municipalidad de San Rafael, los pobladores las consiguen a precio menor al regular, pero según explicaron, se reciben cada dos meses, mientras el consumo promedio es de una por mes.
A su vez, cuentan con oferta de televisión satelital, telefonía fija y móvil, internet y, diarios y revistas que son llevadas al pueblo sólo por encargo previo. De acuerdo con la encuesta realizada al 20% de los hogares en diciembre del año 2012, todos los habitantes acceden a la prestación del servicio de telefonía móvil y tienen radio. Incluso, el propio distrito Cañada Seca –al que pertenece El Tropezón- cuenta con una transmisora, la radio FM Sur, sintonizada en el 98.3 del dial.
Fuente: Elaboración propia sobre la base de encuestas al 20% de la población.
En El Tropezón no hay oficinas públicas aparte de la Subdelegación; los trámites y pagos de impuestos deben hacerse en las ciudades de Salto de las Rosas o en San Rafael.
Los pobladores de El Tropezón cuentan con el servicio de transporte interurbano de pasajeros de corta distancia. Las empresas Iselín y Buttini prestan ese servicio de colectivos que pasan por el pueblo, conectándolo con la ciudad de San Rafael, Salto de las Rosas y los otros parajes del distrito.
La frecuencia es de más de 10 veces por día ida en cada dirección, en promedio, cada 50 minutos. Los servicios tienen horario fijo, por lo que los pobladores de El Tropezón cuentan con la información del horario en el que pasa el colectivo.
El catolicismo es la única confesión que se practica dentro de los límites del pueblo, si bien en el resto del distrito se encuentran muchas otras. Como actividades, además de la celebración de misa semanal, se enseña el catecismo. Sin embargo son pocas las personas dedicadas a desarrollar activamente las acciones parroquiales.
Interior de la Capilla San Roque Parque “Juan Manzano”, perteneciente a la iglesia
Unas 10 personas conforman la Unión Vecinal, institución que se ocupa de la gestión de la provisión de agua potable. Al momento no cuentan con un edificio propio; están a la espera de la finalización de la construcción de uno que está llevando a cabo la delegación, junto al centro de salud. Allí se planea ocupen un espacio y puedan desarrollar más actividades.
Futura sede de la Unión Vecinal en construcción. Tendrá otros posibles destinos compartidos
El club “El Tropezón” está levantándose nuevamente, después de unos seis años de inactividad. Sus instalaciones –cancha de fútbol, galpón, gimnasio- se habían deteriorado por el desuso y descuido. Lentamente se están haciendo trabajos de reparación, se están consolidando grupos de trabajo para la renovación de la institución, y se volvió a formar un equipo de fútbol que participa de torneos de las ligas de la zona. Unas 15 personas del pueblo se dedican a las acciones en pro del mejoramiento del club; por lo cual la institución está volviendo a ser respetada y considerada como uno de los ejes sociales de El Tropezón.
Entrada al club y su cancha
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