POBLACION

Los primeros habitantes de estas tierras fueron grupos de aborígenes pampas y querandíes. A partir del siglo XVI comienzan las incursiones de los españoles y la posterior desaparición de los pobladores originarios.

La zona donde se encuentra San Francisco de Santa Fe formó parte de la Merced de Cabrera, tierras que el Virreinato del Perú otorgó a Don Gerónimo Luis de Cabrera y Garay en el año 1600. Se extendían desde San Luis hasta Melincué. Sus herederos nunca ocuparon ni reclamaron estos territorios. En el año 1776 se concede, por cedula real, un territorio menor (desde la finalización de Punta del Sauce hasta Melincué), a la viuda de Miguel de Arrascaeta, maestro de campo y comandante de fortín muerto en combate, en agradecimiento por los servicios prestados. Luego de un largo juicio, en el año 1883 la firma Bullrich Hnos. subasta en un gran remate público, por orden de la Provincia de Santa Fe, una gran cantidad de tierras, entre las que figuraban las pertenecientes a la Merced de Arrascaeta.

La fundación del pueblo está relacionada con la llegada de Don Francisco de Zabala Arregui, quien en 1877 se instala con una tropilla de mil cabezas de ganado vacuno en las orillas de la laguna Siete árboles. En ese mismo año, la “Compañía Argentina de Colonización y Tierras envía a sus representantes para que tomaran posesión de los campos y procedieran a su loteo y trazado de colonias a formarse” (1890-1990 Centenario de San Francisco - Santa Fe, 1990). Allí encuentran instalado a Francisco Zabala Arregui, por lo que deciden llamar Siete Árboles a la colonia, y San Francisco al pueblo que estaría a su cabecera. San Francisco se funda oficialmente el 11 de enero de 1890. A partir de allí, comienzan a llegar colonos rurales y pobladores urbanos, contándose entre las primeras familias apellidos como Álvarez, Arleo, Belén, Casadey, Corvalán, Dabove, Downes, Ducret, Giuliani, Lazzati, Ovando, Quiñones, entre otros.

La mayoría de los inmigrantes eran españoles, italianos, sirio libanés, francés, irlandés y yugoeslavos que venían en busca de un futuro mejor. Muchos se dedicaron a la agricultura, se sembraba maíz, trigo, girasol y lino. La ganadería era poco desarrollada por los colonos, que poseían poca extensión de tierra, solo criaban los animales necesarios para el sustento familiar, la ganadería era una actividad a la que se dedicaban las grandes estancias. Se comenzó con la cría de ganado ovino que lentamente es desplazado hacia el sur por el ganado bovino.

Para el trabajo en el campo se utilizaban el arado de una reja (mansera) o de dos rejas, se sembraba al voleo o con sembradoras de tres surcos, las rastras eran de uno o dos cuerpos y escardillas de una y tres rejas. En los primeros años todas estas actividades se realizaban mediante tracción animal, primero se usaron bueyes y luego caballos. Se araban entre una y una hectárea y media por día.

En la época de las cosechas se empleaba a gran cantidad de trabajadores rurales, por lo que venían trabajadores del norte, principalmente de Santiago del Estero, desde donde se trasladaban en tren. El maíz se cosechaba a mano, luego se lo desgranaba, embolsaba y estibaba. Para la comercialización se transportaba la cosecha en carros tirados por caballos hasta la estación de ferrocarril, desde donde era transportada por los trenes hacia los principales puertos.

El pueblo siguió creciendo y en el año 1932 se creó la primera comisión de fomento, siendo designado comisionado comunal Elías Casagrande a quien lo sucede Baltasar Guarnieri en 1934 como presidente de la primera comisión electa por voluntad popular.

El año 1935 Don Alfredo Giuliani instala una pequeña quesería, que en el año 1946 es adquirida por el estanciero Santiago Benito O`Conor dando origen a la reconocida fábrica de productos lácteos “El Charabón”. Se elaboraban caramelos, dulce de leche y leche condensada.

Para abastecer a la fábrica, O`Conor instala en su estancia dos grandes tambos, y a medida que aumentaba su producción se fueron creando pequeños tambos satélites, llegando a un total de treinta y dos establecimientos.

En el año 1956 muere O` Conor y se hace cargo la firma Dianda y O`Conor, cambiando la denominación de la marca por la de “Cremalín”. La industria siguió creciendo, llegando a ocupar a 315 personas. Los habitantes de San Francisco recuerdan con nostalgia esta época de esplendor, en que llegó a haber más de 2500 habitantes en el pueblo, había trabajo en la fábrica y en el resto de las actividades que ésta generaba.

Con el tiempo, Dianda y O`Conor se asociaron con la firma Bonafide S.A que absorbe la mayoría de las acciones. Comienzan a elaborar productos que requieren más refrigeración, como cremas, leche base helada, etc. Aún no se sabe con certeza cuál fue el origen del cierre de la fábrica, lo cierto es que el 15 de diciembre de 1978 la fábrica dejó de funcionar. Este año es recordado como el inicio del ocaso del pueblo, los trabajadores fueron indemnizados y la mayoría emigró a Venado Tuerto, así comenzó el éxodo de familias enteras que dejaban el pueblo.

Según los datos del censo 2010, San Francisco cuenta con una población de 279 habitantes en el tejido urbano y 137 en la zona rural. Se calcula que cerca de 2000 ex residentes de San Francisco viven actualmente en Venado Tuerto.

 

    

Fábrica “El Charabón” y publicidades de la época

 

  

La Carpa donde se realizaban las fiestas del pueblo, año 1925.

 

 

La población

Según los datos del censo 2010, San Francisco cuenta con una población urbana de 279 habitantes, de los cuales 145 son hombres y 134 mujeres. Si analizamos los resultados de los tres últimos censos poblacionales 1991, 2001 y 2010, observamos que en la década comprendida entre los años 1991 y 2001, la población de San Francisco decreció en un 30%. Mientras que entre los años 2001 y 2010 la población presentó un crecimiento de solo el 5,68%.

 

  

 

Perfil social

De los 279 habitantes de San francisco, un 22% corresponde a las edades comprendidas entre los 0 y los 14 años, un 58% a las personas de entre 15 y 64 años, y un 20% corresponde a los mayores de 65 años.

Hasta el año 2008 el pueblo solo contaba con escuela primaria, por lo que los jóvenes debían concurrir al secundario a las localidades de Caferata o Venado Tuerto. La escuela secundaria se fundó en el año 2009 gracias a la insistencia y accionar de un grupo de padres y vecinos. De los alumnos que culminan el secundario, la mayoría continúa sus estudios terciarios o universitarios en ciudades como Venado Tuerto o Casilda. Los jóvenes que se van del pueblo difícilmente regresan, principalmente por falta de oportunidades laborales. Aquellos que se quedan por decisión propia o porque no tienen la posibilidad de estudiar, se emplean principalmente en actividades relacionadas al sector agrícola (los hombres) y en el caso de las mujeres como empleadas domésticas. Los que no consiguen trabajo en el pueblo con los años parten hacia ciudades más grandes en busca de empleo.

 

  

 

La mayoría de los adultos mayores han concurrido a la escuela primaria sin completar dicho nivel, en aquellos tiempos muchas familias mandaban a sus hijos hasta tercer grado, “...íbamos a la escuela para aprender a leer y escribir y luego debíamos abandonar para ayudar a la familia en las tareas del campo…”.  (Elvira Lazzaroni, vecina de San Francisco).

 

 

Cohesión social

Ya sea en las instituciones o a la hora de encarar proyectos comunitarios, por lo general en el pueblo se observa poca participación. Algunas de las causas que los vecinos señalan como generadoras de esta situación son, por un lado las divisiones por motivos políticos, y por el otro, el hecho de ser una comunidad tan pequeña donde todos se conocen, muchas veces genera comentarios que son fuente de conflictos. Esta situación se vio agravada en los últimos tiempos con la llegada al pueblo del uso de las redes sociales.

Sin embargo el pueblo es solidario y ha apoyado y acompañado emprendimientos como el de la panadería que brinda trabajo a mujeres de San Francisco.

 

Capacidad para autosustentarse

En relación al empleo por sector, los resultados del análisis de las encuesta realizadas al 18% de la población reflejan que un 17% se emplea en actividades terciarias como comercio y servicios, y un 14% trabaja en empleos públicos principalmente en docencia y empleos municipales. Un 5% trabaja en actividades secundarias y un 25% de la población se emplea en el sector primario, principalmente en actividades ligadas al sector agropecuario. Se registró un 6% de desocupación y un 25% de jubilados.

 

  

 

En cuanto al espíritu emprendedor del pueblo, un 19% elabora algún producto, un 6% ofrece un servicio y el restante 75% no realiza ninguna de estas actividades. Del total de emprendedores, un 70% son mujeres. El impacto que esta actividad genera en los ingresos es muy escaso y algunas de las dificultades que enfrentan son: falta de acceso al crédito, falta de espacio físico acorde a la actividad y de acceso a los mercados.

A partir del análisis de los datos sobre los ingresos de los hogares, el 81% se encuentra por sobre la línea de pobreza, el 19% se ubica por debajo de esta línea, y no se registran hogares que estén en situación de indigencia.

En base al relevamiento realizado y en relación al auto sustento, observamos que un 25% de los hogares producen frutas como ciruela, naranja y durazno. Un 44% poseen huertas destinadas al consumo familiar donde cultivan principalmente tomate, lechuga, acelga y zapallo, de los cuales un 6% dedica su producción a la venta. Un 25% posee gallineros y un 13% cría animales, principalmente lechones para consumo familiar, solo un 6% destina su producción a la venta.

 

  

 

 

 

 

 

Evolución del pueblo

Es de destacar la evolución que ha tenido el pueblo desde el año 2011 en materia de infraestructura. Las dos principales obras son: la creación de la planta de agua potable y el mejorado del camino de acceso al pueblo, el cual se encuentra en su etapa inicial.

El pueblo queda aislado los días de lluvia, ya que no se puede circular por el camino de tierra, al quedar completamente anegado. Esta situación genera numerosas complicaciones, como la perdida de clases (al no poder ingresar los docentes), la imposibilidad de trasladar enfermos o urgencias, el impedimento para el sector productivo de transportar productos y la incertidumbre de los vecinos que habitualmente viajan a Venado Tuerto o localidades cercanas.

Otra de las mejoras es en el sector de la salud, donde se inauguró un consultorio odontológico y se aumentaron las guardias médicas para tener una cobertura de 24hs de lunes a viernes.

 

  

 

Problemas que enfrentan

Los principales problemas que los habitantes del pueblo identifican son, en primer lugar la falta de un camino de acceso al pueblo asfaltado. En segundo lugar la falta de fuentes de trabajo principalmente para las mujeres, y en tercer lugar la necesidad de contar con un médico permanente, que viva en el pueblo. Además algunas personas señalan la falta de actividades recreativas para los jóvenes y la necesidad de unión y participación entre los vecinos.

 

 

Proyectos no concretados

Entre los proyectos aún no concretados se encuentran, la creación de un polideportivo con pileta y quinchos, pensado para el año 2015. El reciclado de la basura domiciliaria y en el sector salud, una guardia permanente en pediatría.

 

 

Durante el trabajo de relevamiento en el pueblo, se realizaron entrevistas a informantes claves y encuestas al 18% de los hogares, a todos se les preguntó acerca de cuáles serían los proyectos que impulsarían el crecimiento de la comunidad. Los vecinos consideraron como primordial el asfalto del acceso al pueblo. En segundo lugar los proyectos relacionados con salud, poder contar con un médico permanente y guardias pediátricas semanales. Además se considera importante poder contar con actividades recreativas para los jóvenes.