Los pobladores de San Isidro coinciden en que el mayor atractivo de la localidad es la tranquilidad. Este clima apacible es producto de la confianza entre sus habitantes, que viven a puertas abiertas. Además, gozan del silencio propio de un barrio que se rodea de campos, con el trasfondo de una zona montañosa que convierte el horizonte en un atractivo paisaje. Esto hace inevitable las caminatas al costado de algunas de las poco transitadas rutas, en donde se combinan la naturaleza, el silencio y el aire limpio de campo.
Vistas de San Isidro y alrededores
Una de las atracciones culturales es la fiesta de carnaval, con el flamante Corso que reúne a los sanisidrenses con pobladores de otros distritos del departamento. Los jóvenes preparan días antes los carruajes que desfilarán en esta fiesta, que se desarrolla en dos fines de semana consecutivos de Marzo y cuenta con la presencia de la Reina elegida por el pueblo. Originalmente se hacía sólo en San Isidro, pero por la alta convocatoria en todo el departamento de San Martin, se instauró un sistema rotativo por el cual cada año se hace en un distrito distinto, siempre dentro del departamento.
Quien vaya a San Isidro no puede dejar de conocer la Iglesia de San Isidro Labrador, dentro de la cual se conserva la histórica imagen del Patrono, de madera. Hay además otra imagen en la misma Iglesia, utilizada en las procesiones con el fin de preservar a la principal, de alto valor histórico. En la misma manzana se puede visitar la primera Capilla, anterior a la que hoy es usada en las misas, que fue construida a semejanza de una que se encontraba a 3 kilómetros pero fue demolida, con la idea de construir una idéntica en el nuevo predio.
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