ATRACTIVOS

En Santa Blanca predomina un paisaje típico de zonas rurales mendocinas, que se caracteriza por una llanura labrada en su totalidad y rodeada por el oeste por la cordillera de los Andes con cumbres nevadas y una maravillosa vista al imponente Tupungato. Las tierras cultivadas, con pocos árboles, generan un paisaje abierto y despejado, puede decirse que a simple vista no se descubre porción de tierra sin cultivar.

Asimismo, los prolijos caminos de tierra enmarcan las chacras tapizadas por los diferentes cultivos de una amplia gama de tonalidades de color verde. Según sus pobladores, los atributos paisajísticos de la localidad constituyen uno de sus principales atractivos.

                                                                                 Vista al Tupungato                                         Plantación de repollo

Sitios de interés

En Santa Blanca funciona el Camping "Oasis de Vida", emplazado en la calle Santa María de Oro y Castor Sarmiento. El camping cuenta con cabañas para alojamiento, espacio para carpas, cancha de fútbol, pileta para adultos y una pileta infantil.

Durante la temporada de verano de 2013 y 2014, desde la Intendencia de Maipú se brindaron los recursos necesarios para que 23 niños de diferentes localidades de Santa Blanca y sus alrededores, como Rodeo del Medio, puedan disfrutar de las diversas actividades de la Colonia de Verano.

Camping "Oasis de Vida"

Otro de los paseos en Santa Blanca es la bodega Viña Maipú, una de las más antiguas que remonta a mediados del siglo XIX. Ubicada sobre el Carril Viejo ofrece visitas guiadas por expertos, con cita previa, e incluye un paseo por las instalaciones y degustaciones de vinos en botella, de los tanques y de los barriles.

Villa Maipú

Otros atractivos históricos dignos de visita en la localidad son: el “Camino Sanmartiniano” sobre la calle Barriales, que fue elegida por San Martin para dirigirse hacia Mendoza; y el monumento en memoria a la Batalla de Rodeo del Medio y a ello puede sumarse también la capilla de San Isidro Labrador.

Según sus propios pobladores, la localidad cuenta con diversidad de atractivos, entre los que están su paisaje encantador, los sucesos históricos allí acontecidos, y la tranquilidad que la caracteriza. Sin embargo, haremos una aclaración al grafico que se verá a continuación, debido a que tranquilidad y seguridad integran una misma categoría. En este caso, el grafico representa únicamente la primera de ellas. En materia de seguridad, según aclaraciones de vecinos, ésta localidad ha sido vulnerada por el incremento de actos delictivos lo que afecta la calidad de vida de la localidad.

Santa Blanca cuenta únicamente con la oferta de un camping para alojamiento.

En Santa Blanca no existe actividad vinculada a la oferta gastronómica. Los bares, restaurantes y confiterías se ubican en el distrito vecino, F. L. Beltrán.

Dos salones de fiestas ofrecen servicios para organización de fiestas, casamientos, cumpleaños y eventos especiales, “La Marthina” y “Finca Argentina”, esta última sobre Carril Viejo y calle Santa Rita.

                                                            Quincho "La Martina"                                            Salón de fiestas "Finca Argentina"

Todos los años el día 15 del mes de marzo se lleva a cabo la celebración de la fiesta patronal de San Isidro Labrador en la Iglesia de Santa Blanca y el 15 de agosto se celebra la fiesta religiosa de la Virgen Urkupiña de Bolivia.

Historias y leyendas

La leyenda sobre a localidad de Santa Blanca llamada “Vuelta de la Ciénaga” fue recopilada por Maza (1990, p. 163), que relata: “…El recorrido que hacía el antiguo camino de carretas para bordear los cenagosos bañados en las proximidades de Rodeo del Medio, determinó que ese trayecto se lo bautice como Vuelta de la Ciénaga.

En el trayecto que tenía el nombre antedicho, y al que actualmente se le llama Santa Blanca, y en el mismo lugar donde existió un frondoso ombú, tenía su residencia Casimiro Puebla, quien allí había instalado una pulpería a la que concurrían gauchos y hacendados para entregarse a la bebida y al juego de taba y naipes; produciéndose una serie de incidentes graves como robos y desaparición de personas.

Cuentan sus pobladores que uno de los asiduos concurrentes una noche de luna llena salió y divisó en las cercanías un corral de cerdos y comprobó que animales devoraban un cadáver humano. Aterrorizado por el descubrimiento, huyó, y al encontrar una patrulla policial, dio cuenta de lo sucedido, luego la policía constató que el pulpero Casimiro Puebla y sus secuaces, después de asaltar a los viajantes y personas que se acercaban a su negocio, los asesinaban, y arrojaban los cadáveres a los cerdos, para hacer desaparecer el cuerpo del alevoso delito que cometían. Casimiro Puebla y sus secuaces fallecieron en la cárcel de Mendoza, aplastados por el terremoto del 20 de marzo de 1861.

Desde aquellas épocas se tomó por costumbre decir: “Para robar, hay que ir a la vuelta de la ciénaga”...”.

Otra de las historias, surge del testimonio de una de las residentes de Santa Blanca, Nancy Moreno, quien narró lo sucedido a su abuelo al comprar la finca en 1914, cuando toda el área era una ciénaga con totorales. Se encontraba éste junto con otras personas que también estaban realizando la compra de lotes, cuando sin darse cuenta se separa del grupo y al volver su mirada hacia lo que sería luego su propiedad, ve la imagen de un indígena con un hacha que se dirige a él advirtiéndole que debía irse de allí, dado que esas tierras no le pertenecían. Al aproximarse el grupo hacia donde él se encontraba, la imagen desapareció.

Años más tarde, una vez construida la casa, su abuelo podía escuchar los ruidos, provenientes de los techos, de pisadas y cadenas que resonaban, sin embargo al salir afuera de la casa no lograba ver nada ni nadie. Pero en una ocasión, antes de entrar nuevamente a su hogar, el indígena volvió a aparecer con su hacha, y reclamando la pertenencia de las tierras y que las mismas le habían sido robadas. A la mañana siguiente, el propietario solicitó la visita de un sacerdote para bendecir su nueva vivienda, y según cuenta, al rociarla con agua bendita podía observarse humo que surgía de los techos.

Patrimonio cultural

En el área de Santa Blanca sobre el Carril Viejo (ruta provincial Nro. 8), se encuentra emplazada una sencilla cruz en conmemoración de la Batalla de Rodeo del Medio, la misma fue erigida a pedido de la Junta de Estudios Históricos de Mendoza. La cruz se ubica  a unos 550m al este de la intersección con la calle “El Resplandor”, sobre el que fuera campo de la acción. Sobre esos terrenos, en el presente, convertidos en vergeles merced al trabajo del hombre, ha quedado la cruz como testimonio indicativo a vecinos y viajeros de uno de los más crueles enfrentamientos sostenidos en las contiendas civiles de nuestro país. Con fecha del 17 de octubre de 1974, a través de la Ley nacional Nro. 1178, se declaró dicho monumento Patrimonio Cultural Nacional.

Cruz en memoria de la batalla de Rodeo del Medio

Por otro lado, el Carril Los Barriales de Santa Blanca forma parte de la “Ruta Sanmartiniana” que realizó el Gral. San Martin el día 7 de septiembre de 1814 en dirección a la ciudad de Mendoza para ser nombrado Gobernador de la Provincia de Cuyo.

Placa conmemorativa del paso del Gral. San Martín