ATRACTIVOS

El pueblo de General Alvear y sus alrededores presenta en general un tipo de paisaje rural, con algunos reductos de vegetación nativa. Además, se expresan dos ambientes diferenciados, uno que se encuentra a la orilla del río Paraná y otro que se expresa al interior del territorio. El primero se compone por el cauce del río Paraná que en su margen presenta barrancos de hasta 50 ms de altitud, con algunos sectores urbanizados (recuérdese la descripción de la traza urbana) pero que en su gran mayoría presenta vegetación nativa: bosques en galería (véase con mayor detalle la descripción del ítem cuatro en este mismo informe). Tales características se observan en las siguientes tres fotografías:

   

Orilla del río Paraná en el área de General Alvear

Atardecer y vista del río Paraná desde arriba de los barrancos

Por otro lado, entre la orilla del Paraná y la ruta provincial Nro. 11, predomina un paisaje rural que transcurre entre suaves ondulaciones que tienen pendiente hacia el río. Allí se configura un paisaje rural de pequeñas explotaciones (entre una y cuatro hs) que tienden a ser de mayor extensión en la medida que se aleja del centro del poblado, y en algunos sectores las parcelas con un uso agrícola o pecuario se encuentran separadas por reductos de vegetación nativa, en este caso, predomina el bioma “monte”. Tales características se observan en las dos siguientes fotografías:

   

Parcela de la periferia del poblado con producción de soja y residencia del pueblo con vegetación de monte en el fondo

Complementando esta descripción, desde las encuestas pudo constarse que, a partir de la percepción de los habitantes del pueblo, el paisaje y la tranquilidad son los aspectos más valorados, constituyendo los principales atractivos del lugar. En menor medida, se posicionan los aspectos vinculados a la historia y cultura del lugar, los cuales están centrados en la el patrimonio edilicio, específicamente en “La Casona” edificio que funcionaba como  almacén de ramos generales a principios de Siglo XX. Estas características se reflejan el siguiente gráfico:

No hay sitios de interés consolidados; eso es, lugares específicos que cuenten con el equipamiento necesario para su visita y estadía por parte de visitantes. En este sentido, son los complejos de hospedajes en sí mismos los únicos lugares que permiten el pernocte de un turista y que por su ubicación -en la zona de barrancos a la orilla del río Paraná- posibilitan vistas panorámicas del lugar. Por otro lado, se pudo constatar en la periferia del poblado la presencia de senderos-picadas en la zona de monte y selva en galería (abiertos y utilizados por baqueanos) que comienzan a ser utilizados para actividades turísticas y recreativas, pero de modo incipiente.

En cuanto al alojamiento, hay cabañas y bungalows:

  • Complejo El Deseado de Alvear
  • Terrazas de Puerto Alvear
  • Complejo Ñande Ru
  • Complejo Costa Florentino

El poblado no cuenta con locales gastronómicos, esto es, no hay restaurantes, bares, pubs o instalaciones similares. Los únicos sitios que cuentan con el servicio de gastronomía se ubican dentro de los complejos de cabañas o bungalows descriptos en el apartado anterior.

En General Alvear se celebran los siguientes eventos:

  • Fiesta de San Antonio (patrono del lugar): se hace una peregrinación los 13 de junio de cada año.
  • Cada fin de año se realiza un pesebre viviente.

No hay personajes en particular pero en la zona pueden rastrearse:

  • Las historias de vida de los migrantes europeos (los alemanes del Volga) donde se rescata tanto los tiempos de colonización de tierras y fundación de aldeas, como la impronta cultural que traían consigo y como se fue delineando una específica idiosincrasia en la zona.
  • Los relatos centrados en la cultura portuaria de los puertos que surgían en todo el litoral a principios del Siglo XX y que, como se ha mencionado, jugaron un rol importante en las primeras luchas y resistencias contra los capitales extranjeros que operaban sin regulación alguna en el territorio nacional.

Patrimonio cultural

La Casona es un edificio construido a principios de siglo XX en íntima relación con la función portuaria del lugar y la colonización del lugar. Para esa época cumplía la función de almacén de ramos generales del poblado, bar y depósito de cereales. Justamente, en la vieja casona primero existió un depósito del cereal que se trasladaba en carro desde los campos (allí era embolsado y guardado hasta la llegada de los barcos) y al poco tiempo se amplió el edificio, ya no como depósito sino como almacén de ramos generales. Su propietario era Abraham Zuleiman y construyo  el edificio con estilo neoclásico; su edificación, dispuesta en L, contaba con una galería perimetral hacia un patio central, techo de chapa, ventanas con rejas, puerta principal es de doble hoja y también constaba de un sótano. Así, esta edificación seguía el patrón arquitectónico utilizado en la región del litoral (y también de la región pampeana) para los característicos “almacenes de ramos generales”, función vital y esencial de toda zona que comenzaba a ser colonizada y poblada.

Después de un tiempo, cuando la actividad portuaria del lugar comenzaba su decadencia, la propiedad fue vendida y se convirtió en una residencia familiar, para luego ser alquilada y refuncionalizada en un bar denominado Montecarlo.  Ya para mediados del siglo XX, el bar cerró sus puertas y el edificio fue abandonado, después de lo cual comenzó un proceso de deterioro edilicio. Tales características pueden observarse en la siguiente fotografía:

La Casona de Puerto Alvear en la actualidad

En el presente, solo queda en pie la parte del viejo almacén (con grandes rasgos de deterioro), mientras que la zona de galpones, otras habitaciones y dependencias quedan manifiestas mediante los cimientos de la construcción. Al ser una de los pocos edificios que aún sigue en pie en el lugar y debido a su importancia en los orígenes del pueblo, este patrimonio arquitectónico atrajo la atención del Programa Social Agropecuario. Así fue que el gobierno de Entre Ríos adquirió el inmueble en 2006. Al año siguiente comenzó la obra de restauración. En esta acción se involucraron distintas organizaciones del lugar. Sin embargo, el trabajo de recuperación fue rápidamente interrumpido. En los últimos años se intensificaron los esfuerzos de las autoridades locales para conseguir fondos que permitiesen la restauración del edificio y su puesta en funcionamiento como centro cultural, museo y biblioteca, esto es, como patrimonio histórico del lugar pero que también pueda ser apropiado y disfrutado por la comunidad local.  

El proyecto del museo local es un proyecto que lleva adelante un habitante histórico del lugar (la señora Dibergelia Faini), quien fue acumulando objetos del lugar y de diferentes periodos históricos. Estos objetos -en su gran mayoría- de uso cotidiano en los hogares, se encuentran expuestos en una habitación de su vivienda y, con el tiempo, pretende ordenarlos, jerarquizarlos y acondicionarlos para ser exhibidos. Cabe mencionar que este proyecto se encuentra en una fase inicial y por el momento conforma una colección privada y requeriría de una fuerte intervención de organismos estatales (locales o provinciales) para transformar dicha colección en una muestra de museo. Sin embargo, se expone el caso ya que resulta el único emprendimiento del poblado orientado a conservar y concentrar elementos representativos de la historia del lugar. Algunos de estos objetos y del lugar pueden observarse en las siguientes dos fotografías: