Respecto a su relieve, la provincia de Entre Ríos está compuesta por dos zonas claramente definidas, la región de las lomadas entrerrianas y la región del Delta del Paraná. La región de lomadas básicamente está formada por cuchillas y ondulaciones suaves producto de la extensión de la llanura pampeana. Son de poca altura que no supera los 106 metros pero contribuyen a separar las aguas de los ríos que vierten sus aguas en los ríos Uruguay y Paraná. La región más alta está indicada por las ciudades de Diamante, Victoria, Gualeguay y Gualeguaychú. Las cuchillas comprenden el área norte de la provincia de Entre Ríos. Las mismas van anunciándose en el sur de Corrientes, donde reciben el nombre de Payubre, al ingresar a Entre Ríos se bifurcan en forma de horqueta, dirigiéndose hacia el sur. Se los conoce como occidental o de Montiel con rumbo suroeste; y oriental o Grande hacia el sureste. General Alvear se localiza en la región de las lomadas entrerrianas y sobre la margen del río Paraná.
Con mayor detalle, el paisaje del lugar en su mayor parte es ondulado y muy dinámico, donde los procesos de degradación de suelos, especialmente por erosión hídrica, son potencialmente importantes. Posee ambiente agro ecológico similar a la región pampeana con suelos predominantes que pertenecen al orden molisol y en menor medida a vertisol. El paisaje fisiográfico más extenso lo constituye la peniplanicie, entendiéndose por tal una "casi planicie", con relieve suavemente ondulado a plano. Esta posee un rango de pendientes que van de las moderadamente pronunciadas (2-4% de inclinación y localmente hasta 8-10 %) a otras con gradientes menores (0,5-1 %). En el departamento Paraná aparece otro ambiente fisiográfico característico, denominado cuchillas, que actúan como amplias divisorias de aguas, ubicadas en el centro del departamento en áreas relativamente altas, muy suavemente onduladas a planas. Otro paisaje característico y predominante en el departamento lo constituyen los depósitos sedimentarios, que forman el relleno aluvial de los arroyos más importantes.
Respecto a las condiciones climáticas, la zona puede considerarse comprendida dentro del clima templado húmedo de llanura. La región sur de esta zona, correspondiente al departamento Victoria, presenta una suavidad climática por la ausencia de situaciones extremas. La temperatura media anual corresponde a los 18,4ºC. Las estaciones se presentan mal definidas del punto de vista térmico, presentando una transición imprecisa.
Las heladas meteorológicas son un fenómeno que tienen una expresión altamente microclimática, influido por los cursos de agua. Las precipitaciones presentan una media anual de alrededor de 1100-1200 mm, pero es conocida la variabilidad interanual de este elemento. Estas características se extienden a la región central de la zona, correspondiente al departamento Diamante, en la que la principal diferencia la constituyen las precipitaciones medias anuales, que alcanzan los 985 mm
En la región centro sur de la subzona podemos encontrar, suelos udisamentes típicos que son los más extensivamente desarrollados sobre las arenas de la formación Ituzaingó. Los suelos formados sobre los materiales fluvio marinos de la formación Paraná, son los natracualfes y argialboles típicos, restringiéndose a pequeños sectores de la costa afectados por aportes de material más recientes. Los principales suelos de la subzona son los argiudoles y hapludoles rendólicos desarrollados sobre la formación Alvear, esqueleto o sostén de formaciones posteriores en las cuales se han desarrollado los suelos actuales. En el límite con Nogoyá, predominan los suelos peludertes. Por otro lado, la formación Tezanos Pintos se encuentra en las mayores alturas dentro de los paisajes del oeste, en los cuales se han desarrollado la mayoría de los suelos más fértiles y aptos para la agricultura (argiudoles ácuicos casi en su totalidad). También se presentan suelos desarrollados sobre lomadas arenosas que corresponden a los udisamentes típicos, cuya extensión está reducida al límite entre Diamante y Victoria. En el departamento Paraná la peniplanicie actual, está cubierta por materiales de origen eólico que va perdiendo su influencia hacia el Este, donde disminuye su espesor, aflorando materiales más antiguos y arcillosos, dando lugar a los suelos vertisoles.
Los ríos forman una barrera protectora para la fauna entrerriana, pues la aíslan y no permiten la depredación. Los habitantes de la región se han preocupado por conservar esa barrera natural, sumando además medidas que tienden a poner límites a la caza y la pesca de las especies.
En general, la vegetación característica de la zona, hacia el norte y sobre el Paraná se conforma por bosques en galería que constituyen la prolongación de la selva misionera a lo largo de los cursos de agua y su nombre alude a que acompañan el recorrido de los ríos y arroyos que cuando son angostos permiten que los árboles de ambas márgenes junten sus copas en lo alto. En el interior de las selvas en galería el aire es muy húmedo. Las especies arbóreas y arbustivas que predominan son el tacuaruzú, pindó, sauce criollo o colorado, higuerón o agarrapalo, quebrachillo, virarú, ombú, laurel, timbó colorado, ibirá pitá o caña fístula, lapachillo, ceibo, lecherón o curpí, sarandi blanco, molle, coronillo, arrayán, guayabo, canelón, lapacho de Misiones y aliso del río.
También pueden encontrarse en la zona fragmentos de bosques hidrófilos que crecen en las regiones húmedas y se distinguen de la selva en galería por la menor variedad de especies y la ausencia de lianas, siendo frecuente la existencia de bosques puros de una sola especie formandoceibales, sauzales, alisales, etc. Un árbol característico es el ceibo que ese adapta perfectamente a los suelos pantanosos donde forma extensos bosques abiertos. Las especies características son además de las mencionadas el aliso de río, espinillares, timbó blanco y sarandí colorado.
Hacia el sur comienza a observarse una vegetación propia de bañados, esteros, lagunas, pajonales, riachos y tierras inundables. La vegetación acuática es la dominante. Se destaca el irupé, ninfácea cuyas hojas alcanzan los dos metros de diámetro. La flor es blanca por fuera y por dentro puede ser blanca, anaranjada o roja. Se abre al amanecer y se cierra al atardecer. El fruto, del tamaño de una sandía, crece bajo el agua y de sus semillas, comestibles, se puede extraer una harina parecida a la de maíz. El jugo de sus flores es muy refrescante. Existen también numerosas especies flotantes de gran tamaño denominados camalotes. Los palmares que se presentan en la región responden a varias especies entre las que se destacan el yatay, el caranday, el pindó, y el mbocayá.
Entre la fauna pueden encontrarse:
Tal como se mencionó, General Alvear se localiza en la margen de río Paraná, cuyo cauce, a dicha latitud corresponde al “curso medio o inferior” de su cuenca, presentado específicas características, que se detallan a continuación.
El río Paraná, después de recibir al Paraguay, tuerce su rumbo en un ángulo casi recto y corre en sentido norte-sur, con una longitud de 1100 Km2, a lo largo de una falla que separa las llanuras chacopampeanas de la mesopotamia argentina. Es de aguas turbias, de lecho limoso, y menos rápido e impetuoso que en los tramos anteriores. 'Tiene el aspecto majestuoso de un gran río de llanura. Las barrancas de la margen oriental, correspondientes a la provincia de Corrientes y la parte norte de la de Entre Ríos, son altas, mientras que las de la margen opuesta, que corresponden al Chaco y norte de Santa Fe, son bajas y anegadizas, y se inundan con las crecientes, ensanchando la desembocadura de los riachos chaqueños que desaguan en él. Las aguas se infiltran a través de los terrenos poco compactos de la orilla santafesina y resurgen, formando arroyos de dirección paralela a la del río.
La diferencia de altura entre ambas márgenes se va invirtiendo paulatinamente al sur de la ciudad de Santa Fe, donde la costa entrerriana desciende y la santafesina se eleva en altas barrancas, como las que existen en los puertos de San Lorenzo, Rosario, Villa Constitución, San Nicolás y San Pedro, y que continúan hasta su desembocadura en el Plata. Toda la zona de su delta y margen izquierda, en territorio entrerriano, es inundable. El río Paraná tiene en todo este tramo escasas pendientes; frente a Corrientes disminuye 0,067 m por km de recorrido, en La Paz 0,043 m, en Rosario 0,020 m, y frente a San Pedro 0,010 m, mientras que la profundidad es mayor hacia la desembocadura, oscilando en el tramo entre los 5 y 6 m como media natural.
El caudal medio del río frente a la ciudad de Corrientes es de 15.420 m3/seg, mientras que a la altura de Paraná ha disminuido en 1.500 m3/seg., debido a que en la orilla chaqueña-santafesina parte de las aguas se han infiltrado, alimentando la napa freática. En la ciudad de Rosario se observa un aumento del caudal que vuelve a tener más de 15.000 m3/seg., hecho explicable por la desaparición de la zona de bañados.
Además del río Paraná, el área del poblado se encuentra atravesada por distintos cursos de agua (arroyos temporarios y permanentes) que corren en sentido este-oeste, siendo tributarios del Paraná. El curso de agua más importante del lugar es el arroyo “Las Arañas” y también pueden encontrarse aguas surgentes en forma de vertientes. De esta manera, los cursos de agua son agentes centrales en el área respecto al modelado del paisaje y su acción erosiva suele ser importante cuando caen lluvias abundantes, situación que también da lugar a la formación de cuerpos de agua temporales.
A un kilómetro del centro del pueblo se ubica una cantera de “broza calcárea”, material que es utilizado para la manutención de los caminos comunales, en especial para el relleno de pozos (los cuales se producen por acción erosiva de cursos de agua, que a su vez se intensifican cuando llueve fuertemente) y alisado de los mismos. Esta cantera se encuentra en una zona con un relativo aislamiento, al tiempo que la explotación se efectúa mediante maquinaria y trabajadores con herramientas (palas y picos) y por lo tanto, no produce grandes efectos nocivos. Justamente, al no utilizar dinamita o productos químicos para obtener la broza y en articulación con la cualidad de población dispersa que presenta la zona, los impactos en el lugar son ínfimos, al tiempo que su utilización es vital para mantener los caminos internos y las vías de acceso desde la ruta provincial Nro. 11.
Cantera de broza calcárea en Puerto Alvear
Comportamiento humano
En la localidad y sobre la base de las entrevistas realizadas, se detectaron las prácticas productivas que derivan en las siguientes problemáticas ambientales:
Tratamiento de la basura
Tal como se mencionó en el párrafo anterior, el pueblo cuenta con un basural a cielo abierto ubicado a 1,5 km de distancia del tejido urbano, donde los residuos sólidos son volcados en un pozo de relleno y enterrados paulatinamente. Asimismo, la localidad cuenta con un servicio de recolección de basura que se efectúa una o dos veces a la semana (dependiendo de la época del año y la cantidad de residuos producidos).
Desastres naturales
El pueblo no tiene presencia material ni simbólica de algún tipo de proceso o evento asociado a la condición de desastre natural. En general, las problemáticas ambientales (sean más o menos importantes) se encuentran asociadas a las acciones antrópicas respecto al uso de los recursos.
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