El poblamiento de la zona que actualmente conforma General Alvear tiene origen en los últimos treinta años del siglo XIX, en el contexto nacional de la conformación del Estado-Nación Argentina, la expansión de la frontera agropecuaria y un incipiente perfil productivo nacional centrado en la exportación de materias primas. Modelo de desarrollo conocido como “agroexportador” y que, a grandes rasgos, organizaba económicamente al territorio nacional mediante un centro en la ciudad-puerto de Buenos Aires y desde allí, la expansión radial de tierras y vías de comunicación (rutas y en especial el ferrocarril) hacia el interior de la Argentina. Así, las tierras del litoral en general y las que se encontraban sobre la margen del río Paraná comienzan a ser ocupadas por colonos (llegados de Buenos Aires, que a su vez provenían en gran medida de Europa, proceso que se conoce como la primera gran migración que contribuyó a poblar el país) quienes transforman las condiciones naturales del lugar para producir ganado y otros productos agrícolas y, además, comienzan a utilizarse distintos puntos de la orilla como precarios puertos para el transporte de materias por el río.
Precisamente, el poblamiento de Puerto Alvear se configura a estos dos ejes mencionados: por un lado una primera colonización de tierras por parte de población criolla, la cual sucede entre 1850 y 1875 aproximadamente, y para 1870 la utilización de la orilla del río como puerto debido a la condición natural de aguas profundas que presentaba la zona que ocupa actualmente el pueblo. Tenía inicio así, el crecimiento del lugar y su consolidación como puerto, conformando un periodo que se detalla a continuación:
1878-1950, los “Alemanes del Volga” y el “Puerto” de Alvear:
En el contexto de la primer gran ola migratoria proveniente de Europa, de poblamiento del territorio y su colonización para la producción agropecuaria (proceso incentivado, además, por la Ley de Inmigración[1] dictada por Nicolás avellaneda en 1876), en el año 1978 llegan a la zona de General Alvear los primeros colonos. Entre los inmigrantes europeos que llegaron a la zona se encontraban los llamados “Alemanes del Volga”[2], quienes fueron los primeros en asentarse en el área, ya que existía por aquel entonces el puerto de ultramar mencionado previamente. Concretamente, los primeros inmigrantes alemanes que se establecieron en Entre Ríos llegaron en enero de 1878 en dos barcos llamados el “Salier” (con 800 inmigrantes) y el “Montevideo” (con 175 inmigrantes). Entonces, si bien la zona ya se encontraba poblada por criollos (aunque muy escasamente) es con la llegada de estos inmigrantes que comienza fuertemente el proceso de colonización, dando lugar a las distintas aldeas-localidades: Valle María (Marienthal), Spatzenkutter o Campo María (Marienfield), Protestante o Agricultores, San Francisco o de La Araña (Plerfer), Salto o Santa Cruz (Kheler), Brasilera o San José y Grapschental) siendo General Alvear la primera en fundarse debido a que allí se encontraba el puerto de aguas profundas.
Bajadas del embarcadero-puerto de General Alvear a principios de siglo XX
Así, el pueblo Gral. Alvear fue creado por decreto el 7 de enero de 1878 y delineado en ese mismo año por el agrimensor Juan L. Caminos, quién trazó 412 manzanas regulares (aunque posteriormente, en el año 1934 se modifica el trazado de la planta urbana y se reduce a 100 manzanas regulares). Si bien, el lugar fue el primero en comenzar a poblarse y la “entrada” fluvial al área, su crecimiento se vio rápidamente estancado debido, por un lado, al relativo aislamiento del lugar respecto a la construcción de la ruta provincial Nro. 11 (la cual se establecía como el eje que comunicaba los poblados más importantes) y la búsqueda de los migrantes de tierras fértiles a los costados de este eje vial y, por otro lado, a los avances tecnológicos que se producían en la localidad de Diamante con la llegada del ferrocarril y la construcción de un puerto artificial, el calado y canalización del río, el cual comenzaba a posicionarse como el principal puerto de la zona, tendiendo a concentrar el tráfico fluvial.
Primeras edificaciones de los migrantes establecidos en General Alvear a principios del siglo XX
De esta manera, durante la primera mitad del siglo XX, General Alvear presentó una población criolla y de migrantes alemanes que cultivaba cereales (en especial trigo) o se vinculaba a la actividad portuaria, sea pesquera o destinada al transporte de cereales. Justamente, es para principios de siglo XX que se construye en el lugar un almacén de ramos generales (edificio histórico denominado actualmente “La Casona”) y que conformaría la principal institución del lugar. Sin embargo, debido a las condiciones mencionadas en el anterior párrafo, muchos de los migrantes europeos comenzaron a radicarse en otros sitios, mientras que el precario puerto quedaba obsoleto frente al de Diamante y por tanto comenzó un cese de actividades hasta que se clausuró para 1950. Cabe destacar que durante este periodo, las actividades portuarias que sucedían tanto en General Alvear como en Diamante dieron lugar a que surgiera un trabajador “obrero” con una conciencia de resistencia y lucha contra procesos de desigualdad provocados por la lógica de actores económicos internacionales como por ejemplo “La Forestal” (que operaba en el litoral argentino, especialmente sobre el eje del río Paraná). Interesa destacar que, en este periodo surge una conciencia de clase y acciones de resistencia pero que fueron valorizadas como “anárquicas” y peligrosas para el funcionamiento del sistema, con lo cual el trabajador portuario comenzó a ser valorizado como un sujeto peligroso, marginal, como el “paria”, conformando un imaginario que pervive actualmente en la zona.
1950 - actualidad, una General Alvear marginal:
Con el cierre del puerto y los alemanes del Volga radicándose en lugares cercanos a General Alvear, el pueblo comienza un periodo de cuasi estancamiento que pervive hasta la actualidad. Esto es, las instituciones del Estado son las elementales (sede de la junta vecinal, destacamento policía, sala de primeros auxilios) y no se han incrementado, su población no ha crecido y las actividades económicas continúan centradas en la producción agropecuaria (en general de pequeña escala) y la pesca artesanal. Situación que varía levemente con el advenimiento de la democracia (en el año 1983), que permite un mayor importancia de las instituciones del Estado, aunque las actividades económicas conservan su perfil agropecuario que se concreta en pequeñas propiedades rurales y de modo familiar, siendo en su mayoría, producciones marginales y de subsistencia que, en muchos casos, no posibilitan los ingresos necesarios para progresar materialmente.
Esta situación que puede ser interpretada como una condición de marginalidad, se ve acrecentada por el imaginario mencionado previamente, esto es, General Alvear se asocia al trabajador marginal (que, en parte, refiere al portuario y a su función de puerto a principios de Siglo XX), al sujeto que carece de las herramientas materiales y cognitivas para transformar su realidad, al tiempo que las localidades que se configuraron al interior del territorio (alejadas de la margen del río Paraná) se configuran en el ideario como las “aldeas de los alemanes del Volga”, portadoras del bagaje cultural heredado de los migrantes europeos y, en algún punto, con mayor riqueza cultural y material que otras localidades.
[1] Esta ley establecía minuciosamente el régimen al que quedaba sometida la inmigración y los organismos responsables de aplicarlos. Entre las distintas medidas adoptadas, se estableció el sistema de colonización; esto es, tierras cedidas por los distintos gobiernos provinciales, colonias agrícolas de personas que provenían de un mismo país. Asimismo, esta ley de inmigración aseguraba, entre otras cuestiones, el transporte gratuito hasta su destino a las familias de agricultores que llegaran al país y quisieran establecerse, una contribución económica para los gastos de establecimiento.
[2] Sujetos que provenían de la región del río Volga y que por su ubicación geográfica (Europa oriental) quedaron envueltos entre el régimen zarista del imperio ruso y el proceso de modernización tardía de Alemania, siendo dos regímenes que atentaban contra su “tradicional” y “rural-comunal” estilo de vida. De esta manera, se fueron configurando un contexto de deterioro de social, político y económico de sus lugares de residencia, lo cual incentivó y motivo, en parte, que emigren hacia otros lugares.
General Alvear presenta para el año 2010 (según datos del CNVyP) un total de 554 habitantes, cifra que se incrementó solo en 10 habitantes en los últimos 10 años (según el mismo censo para el año 2001 la jurisdicción presentaba un total de 544 habitantes). Del total, 278 son mujeres y 276 son varones; mientras que, respecto a los segmentos etarios, el 25,4% del total se ubican entre los 0 y 18 años, el 63,2% entre los 18 y 65 años y el 11,4% es población de más de 65 años. A partir de estos datos puede observarse el alto porcentaje de población joven y en edad económicamente activa, como también, el bajo porcentaje de población envejecida.
Perfil social
Si ahora centramos la mirada en el nivel educativo de la población y en base a las encuestas realizadas en el trabajo de campo, se observa que más del 80% de la población no alcanza el nivel secundario completo (el 35% tiene el secundario incompleto, mientras que un 28% presenta el primario completo y un 24% no terminó la primaria). Asimismo, solo un 3% presenta estudios universitarios. Situación que puede observarse en el siguiente cuadro:
También, sobre la base de la información recabada a partir de las encuestas al director de escuela secundaria y docentes, la institución presenta una nula tasa de deserción escolar para el nivel inicial y primario, pero presenta un valor elevado (30% aproximadamente) para el nivel secundario. Además, es bajo el total de alumnos que egresan de la secundaria en cada año: cuatro alumnos en promedio, de los cuales uno de ellos tiene la intención de continuar con estudios universitarios y/ terciarios. Asimismo, la alta tasa de deserción para el nivel secundario y la poca cantidad de alumnos egresados se debe en muchos casos a la necesidad de los núcleos familiares de incorporar a los adolescentes en las actividades económicas (en general trabajos en las propias tierras que cultivan o donde crían ganado); la obtención de algún puesto de trabajo temporal en alguna producción formal agropecuaria y, en algunos casos, los entrevistados perciben un contexto de descreimiento de las instituciones del Estado, la falta de oportunidades de progreso, una cultura del trabajo que se pierde y la disgregación de los núcleos familiares. Todos estos, factores que atentan contra la permanencia de los jóvenes en la escuela.
Respecto a las condiciones de salud y en función de la información que se desprende de la encuesta al agente sanitario de la localidad, son comunes los casos de sobrepeso, hipertensión, diabetes, tabaquismo y alcoholismo. Las tres primeras patologías asociadas al trabajo sedentario y a hábitos alimenticios propios del mal consumo de los alimentos y no tanto por su escasez. Asimismo, tienden a ser menores los casos de desnutrición y enfermedades virósicas como el tétanos, hantavirus, y el HIV. Aunque cabe resaltar la presencia de la zoonosis y la parasitosis, muchas veces relacionadas con la sobrepoblación de perros callejeros y la cría de diferentes animales para consumo familiar (en la zona es muy común que los hogares críen gallinas, patos, cerdos, vacas para ser consumidos).
Cohesión social
En el poblado y al igual que en otras localidades de similar tamaño, es la institución educativa la que cumple un rol central respecto a las actividades extracurriculares que convocan e integran a los habitantes de la localidad. Tal como se ha descripto, las distintas acciones que se realizan desde esta institución son las más importantes del lugar al momento de generar canales de participación social y cultural. Por fuera del colegio, se pudo detectar un club de jubilados (aunque son muy pocas personas que se juntan sin tener mucha continuidad), un comité partidario que funciona en época de elecciones (donde participan unas diez personas aproximadamente) y una sociedad de fomento donde participan otras quince personas, aunque tampoco tiene mucha continuidad en su funcionamiento. De esta manera, se puede argumentar que, más allá de la escuela, el nivel de participación social en actividades culturales y comunitarias es bajo, al tiempo que son escasos los canales de integración social y cultural impulsados por el Estado en el nivel local.
Capacidad para autosustentarse
Según las entrevistas realizadas a informantes calificados y en concomitancia con las cifras estadísticas provinciales respecto al departamento, la economía del lugar se estructura de la siguiente manera: un 75 % de la población económicamente activa se vincula a las actividades agropecuarias (cultivo de soja en su mayoría para su comercialización y/o explotaciones familiares de pequeña escala, junto a la cría de animales para consumo del hogar, pesca artesanal en menor medida), un 10 % se inserta en actividades secundarias (ladrilleras, albañiles, jornaleros y puesteros en islas del río Paraná), otro 10 % trabaja en el área de comercios del pueblo (carnicerías, verdulerías, kioscos, almacenes, etc.) y el 5 % restante son empleados públicos. Esta primera aproximación se complementa con los datos obtenidos mediante las encuestas a los hogares, los cuales -si bien presentan algunas pequeñas variaciones- expresan la misma tendencia y estructura económica.
Tal distribución del empleo y la configuración de la estructura económica local aparecen reflejadas en el siguiente cuadro:
El cuadro expresa también una primacía del trabajo en las actividades primarias, como también la cualidad temporal del empleo. Mientras que el área de comercios y servicios, en conjunto a las actividades secundarias presentan una composición que no superan el 15%. Asimismo, el empleo público aquí se posiciona como la segunda actividad en importancia pero su cifra tampoco supera el 14%.
Una mención aparte merece la actividad turística, de incipiente desarrollo y veloz crecimiento en los últimos años. Si bien hay cuatro complejos de hospedajes en el pueblo como también un crecimiento de segundas residencias destinadas al uso turístico, esta actividad económica todavía funciona a modo de “enclave”, esto es, los visitantes que llegan al lugar se alojan dentro de los complejos y no se produce un “derramamiento” de beneficios para el resto de la comunidad.
Por otro lado, según estimaciones de las autoridades locales, la mayoría de los puestos asalariados disponibles son informales, temporarios y precarios, generando un contexto que puede llegar al 50% de desempleo. Situación que, tal como se ha mencionado, es complementada con la producción en las propias parcelas de productos agropecuarios para consumo personal y por planes sociales.
Justamente, los planes sociales otorgados por el Estado (provincial y nacional) cumplen un rol complementario al mercado de trabajo, pero central para garantizar las mínimas condiciones de reproducción de los núcleos familiares. Concretamente se identificaron los siguientes planes: asignación universal por hijo, asignaciones familiares, asignación por Ley Provincial 40/35 destinado a las madres solteras, las pensiones nacionales por discapacidad, los subsidios a pescadores en épocas de veda, el subsidio “mil Evitas” (se otorgan materiales para la construcción de viviendas rurales), becas de discapacidad, entrega de garrafa a precio subvencionado, entrega de cobijas y frazadas, bolsones de alimentos, entrega de medicamentos. De esta manera, más del 90% de la población recibe algún tipo de ayuda del Estado, algunas durante un periodo específico, otras tienen mayor permanencia, complementando los ingresos (sea mediante un trabajo estable o temporal) y las actividades agropecuarias intensivas para consumo del hogar.
Evolución del pueblo
Tal como se mencionó en las características generales de la localidad, presenta una fisonomía propia de un “paraje”, un híbrido entre el uso rural y urbano, al tiempo que su crecimiento poblacional es estanco. Estas características, sumadas a su condición de marginalidad en relación a la forma en que han crecido las localidades cercanas en torno a la ruta provincial Nro. 11 generan que las condiciones materiales del pueblo también se encuentren estancas: es inexistente la red de gas, mientras que la red de tendido eléctrico crece muy lentamente y la red de agua potable junto a la desagües cloacales es básica y precaria (situación que se detalla más adelante en este informe), situación similar sucede con el estado de los caminos los cuales, al ser de tierra, deben ser reparados constantemente. Se configura una situación de precariedad y estancamiento que se ve acrecentada por el reducido presupuesto anual que se destina para este poblado (recuérdese que, al no tener autonomía jurisdiccional, los recursos económicos y de equipamiento que cuenta la localidad son definidos desde el gobierno provincial) que apenas alcanza para mantener en un obsoleto funcionamiento la infraestructura y equipamiento actual.
Problemas que enfrentan
Además de los problemas estructurales de infraestructura mencionados en el párrafo anterior, desde la percepción de los entrevistados, los obstáculos vinculados a la ausencia de trabajo y a una atención de salud deficiente fueron prioritarios, como también la falta de infraestructura (los reclamos estuvieron centrados en el mantenimiento de los caminos). Mientras que el acceso a los servicios y a la educación, si bien están presentes, no fueron considerados como los temas críticos. Por el contrario, aquí aparece reflejada la fuerte presencia y rol de la institución educativa (los esfuerzos para llevar adelante una educación de calidad, como también para sostener las actividades extracurriculares), como también la -prácticamente- total cobertura de servicios de comunicación en el tejido urbano (el lugar cuenta con una antena de telefonía celular de la empresa Personal).
Una mención especial merece la problemática vinculada a la disgregación del núcleo familiar, la prostitución, el alcoholismo y la drogadicción, todos ellos temas nombrados en varias oportunidades y que más preocupaban en el contexto de precariedad enunciado previamente. Además, fue mencionado el tema de las divisiones y enfrentamientos internos, en especial aquellos vinculados a las relaciones de vecindad y a diferencias ideológicas/políticas.
A partir de las encuestas realizadas y desde la percepción de los sujetos, las áreas de educación, salud y culturales son las más valoradas en relación a que piensan que una mejora en estas áreas prioritarias traería una mejora en sus vidas personales y en la comunidad en general; asimismo, las áreas infraestructura y recreación también están presentes en menor medida aunque también presentan valores altos. Situación que se refleja en el siguiente cuadro:
Complementando la información relevada en las encuestas, con las entrevistas concretadas y el trabajo de campo realizado, puede argumentarse que las condiciones básicas y en algunos casos precarias de los servicios, equipamiento, infraestructura e instituciones existentes influyen en que todos los ítems del cuadro presenten valores elevados y que, por tanto, todas las áreas sean consideradas prioritarias para mejorar la calidad de vida individual y del lugar.
Cabe destacar que fueron recurrentes los reclamos respecto a la creación o mejora de organismos e instituciones vinculados a la recreación y la cultura (por ejemplo el mejoramiento y acondicionamiento de la plaza pública, la creación de un club deportivo y la concreción de actividades deportivas, talleres y actividades lúdicas para los jóvenes, etc.) ya que aquí encuentran una forma de contención para los niños y jóvenes del lugar. Precisamente, en el contexto de ausencia de oportunidades laborales y de crecimiento material, con las dificultades que encuentran los jóvenes para completar la educación secundaria e insertarse formalmente en el mercado de trabajo, con el deterioro del espacio público y la ausencia de lugares destinados al ocio, la recreación, el deporte y actividades culturales, muchos habitantes del lugar consideran prioritario generar y sostener los canales necesarios para que los niños y jóvenes queden “contenidos” de alguna manera, al tiempo que puedan desarrollar las capacidades cognitivas y prácticas para un mejor desarrollo de sus capacidades.
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