La localidad está conformada por un paisaje desértico y seco, propio de las zonas de precordillera. Existen diversos tipos de tierras: arcillosa principalmente en parajes como Barda Negra y Anticlinal, sales minerales a lo largo de los distintos parajes, suelos con yuyos y tierra seca con tonalidades marrones y grises. Los suelos dominantes son moderadamente profundos, de texturas franco-arenosas arcillosos, moderadamente provistos de materia orgánica, de pH levemente ácido a neutro y de un moderado déficit hídrico estival (Haploxeroles típicos y vitrándicos, Vitrixerandes típicos y mólicos y Argixeroles vérticos).
Se encuentran abundantes mallines con junco (Juncus balticus), pasto mallín (Poa pratensis) y coirón dulce (Festuca pallescens), asociados con matorrales de chacay (Discaria trinervis y D. chacaye), chapel (Escallonia virgata), calafate (Berberis buxifolia y B. heterophylla) y maitén (Maytenus boaria). Según comentan los habitantes de la zona, el exceso de sales minerales en el suelo perjudica el cultivo y el riego de plantas.
El principal recurso natural es la zampa. Se trata de un yuyo con buenas propiedades alimenticias para los animales, también colabora en la regeneración de los suelos, muchas veces erosionados y empobrecidos por el pastoreo de cabras. Su presencia es irregular en los distintos parajes.
Zampa (Atriplex lampa)
Los suelos son erosionados por diversos factores, como por ejemplo la extracción de arbustos en la meseta y de ñires en la precordillera, acción que aumenta la acción desestabilizadora. Como las especies extraídas no son reemplazadas, la superficie del suelo queda descubierta y se crean espacios de tierra removida y fácilmente erosionable.
Diseñado por BUPPIT