MEDIOAMBIENTE

 

El 5 de junio de 2011 Arroyo Barú fue incluida en la designación del Sitio Ramsar (Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas ) N° 1969 - Palmar Yatay-, designación acordada por 160 estados miembros. Con ello Argentina incorporó su vigésimo humedal de importancia internacional siendo el número 1.969 en el listado internacional.

El Palmar Yatay es un área natural protegida ubicada en los departamentos Colón y San Salvador de la provincia de Entre Ríos, Argentina. Contiene humedales de varios tipos, como selvas en galería, bajos inundables y lagunas temporarias. Tiene una superficie de 21.450 ha. .

El área declarada Sitio Ramsar comprende al Parque Nacional El Palmar (8.500 hectáreas), el refugio de vida silvestre La Aurora del Palmar (1.200 ha), la localidad de Arroyo Barú y humedales cercanos (9.000 ha) y el tramo argentino del río Uruguay incluidas las islas Bancos del Caraballo y Boca Chica, cercanas a la localidad de Pueblo Liebig (3.000 ha).

Por encontrarse en el límite entre las eco regiones de la pampa y el espinal tiene las características de ambas zonas: de la primera, pastizales halófilos, pajonales diversos y pastizales asociados a árboles como el ñandubay; y de la segunda, bosques bajos de especies leñosas xerófilas, sabanas y pastizales.

Palmar Yatay (21.450 ha; 31°52’S, 58°19’O) está compuesto principalmente por ríos y arroyos permanentes y estacionales, esteros, lagunas y charcas estacionales y permanentes de agua dulce; sus tierras circundantes están ubicadas en el límite entre las eco-regiones de la Pampa y Espinal por lo que cuenta con ambientes y comunidades característicos de ambas zonas.

Las interacciones del agua, suelo, plantas y animales que en el lugar se producen hacen posible que se desempeñen muchas funciones vitales como son almacenamiento de agua, protección contra tormentas y mitigación de crecidas, estabilización de costas y control de erosión, recarga y descarga de acuíferos, retención de nutrientes, sedimentos y contaminantes, y estabilización de las condiciones climáticas locales.

Tanto los límites de la gobernación de Barú como los de la cuenca del arroyo Barú exceden por el oeste a los límites del Sitio:

Límite oeste:   Rotonda de Barú

Límite sur:       Estación Berduc

Limite Este:     Río Uruguay

Límite Norte:   Un poco más allá del arroyo Barú y del Arroyo Palmar

 

Contar con una figura de protección internacional para preservar el humedal como tal no significa que no puedan desarrollarse allí las actividades productivas como la ganadería, la agricultura, la forestación y la pesca artesanal. Lo importante es que no se pierda la condición de humedal que tiene el lugar, es decir, su resguardo de biodiversidad, recarga de acuífero, purificación de agua, estabilización de tierra y sedimento. Se supone que el reconocimiento provee un mayor control de las leyes de caza, pesca y fuego y obtener financiamiento para investigaciones con el fin de revalorizar los recursos naturales y culturales, el desarrollo del ecoturismo y actividades de conservación, un impulso a tecnologías agropecuarias amigables y la posibilidad de certificar producciones como orgánicas accediendo así a nuevos mercados”

El Sitio Ramsar Palmar Yatay constituye una zona de sustento y refugio para especies de animales como el halcón peregrino así como especies de 4 familias de peces endémicos y 10 especies endémicas de plantas. Sustenta especies de peces como el dorado (Salminus brasiliensis) y la tararira (Hoplias malabaricus).

 

 

No se ha accedido a información sobre la conformación del comité de manejo inter jurisdiccional encargado de elaborar el plan de manejo o programa de gestión del sitio.

La información que a continuación se consigna se corresponde con aquella expresada por las referentes del Área de Medio Ambiente del Municipio de Villa Elisa -Celina Gómez, técnico en Floricultura y Jardinería – y Andrea Orcellet, Técnico en Salud Ambiental, y la que aparece en publicaciones (folletería) del Parque Nacional El Palmar.

 

Clima y relieve

Se trata de una zona de espinal y pastizal pampeano apto para el desarrollo de la agricultura y ganadería, rodeada de ríos y arroyos con selva en galería (vegetación que acompaña a los ríos y arroyos)

La zona de bañados es en los arroyos y es más arenoso. Las zonas de mayor fertilidad son las alturas, es tierra negra, pesada y costaba poder trabajarla.

La zona se destaca por ser de una amplia variedad del suelo, apta tanto para agricultura (arroz, soja, maíz) y ganadería (Hereford, Braford y Angus) así como para forestaciones en zonas cercanas a los bañados. (Ver punto 4- ECONOMIA)

El clima es templado y húmedo con temperaturas medias anuales de 17º C. Los veranos (diciembre a febrero) tienen máximas de hasta 37º C y los inviernos (junio a septiembre) mínimas de hasta aproximadamente 2ºC.

La zona se destacó siempre por ser baja en lluvias.

Los bosques de palmeras están exclusivamente conformados por la yatay. La palmera pindó, una variedad que se encuentra algo más la norte en los arroyos cercanos a Concordia, no se encuentra presenta en la zona. La palma yatay alcanza alturas de hasta 20 metros. Destaca por su notable resistencia a heladas y al fuego. Las hojas son de color verde grisáceo y miden de 2 a 3 metros. Con su fruto de color anaranjado y sabor agridulce, se elabora un fino licor.

 

 

Habita suelos de lomada arenosos y bien drenados, que coinciden con sitios de buena aptitud para cultivos agrícolas y forestales. Por este motivo, los palmares de yatay están desapareciendo frente al avance de la frontera agroforestal. Así han disminuido notablemente la superficie de los palmares la región. Al mismo tiempo, en los palmares se registra un bajo índice de regeneración natural de las palmeras. Se encuentra en franco retroceso en toda la región.

 

Palma Yatay añeja y rebrotes bajos

El Paraíso, originario del Himalaya y el crataegus, de la China, se han asilvestrado en la región compitiendo con la vegetación nativa. Se teme que con el tiempo el palmar se transforme en un bosque “artificial” por lo que permanentemente se realizan controles sobre estas especies invasoras. Entre los árboles nativos también se cuentan:

  • Molle: cercano al aguaribay, típico del centro y noreste argentino. De ramas espinosas y con hojas de forma alargada.
  • Ñandubay: árbol de 3 a 8 m de altura. Su fruto, con forma de chaucha curvada es apetecible para los animales.
  • Espinillo: de la familia de las leguminosas como el ñandubay. Alcanza los 5 m. de altura, de copa redondeada, corteza castaño oscura y vistosas flores amarillas perfumadas.

Entre las plantas que más se ven podemos mencionar a dos:

  • Mburucuyá: enredadera también llamada Pasionaria, con flores de hasta 10 cm. de diámetro. Su fruto, conocido como maracuyá es de color anaranjado y comestible,
  • Clavel del aire. Se fija con sus raíces en diferentes árboles. Es una especie epífita y da flores vistosas de color fucsia o violeta. No es una especie parásita como se cree.

 

  

 

Completan las especies de flora nativa los árboles Guayabo, ubajay, tala y mataojo y el cactus de flor amarilla y el arbusto dela carqueja.

El Parque Nacional El Palmar a fin de proteger la flora nativa ofrece plantines para replantar evitando así que se pierda la especie.

La fauna de la zona, típica del pastizal pampeano y de la región chaqueña, es posible encontrarla en forma protegida en el Parque Nacional El Palmar.

 

    

 

Los mamíferos que mayormente pueden verse aunque evitan el contacto humano son los zorros, los carpinchos o tapivara, el osito lavador o mayuato y las vizcachas. Es posible comprobar su existencia buscando sus huellas en las orillas del río, de arroyos y laguna.

La modificación de los ambientes naturales por agricultura, forestaciones y ganadería, junto a la caza ilegal, produjeron la extinción de algunos mamíferos (como el yaguareté el aguará guazú y los grandes herbívoros). También contribuyeron a la disminución de las poblaciones como la vizcaha.

También se escuchó sobre la posible presencia de nutrias, lagartos y yacarés.                                                                                      

La fauna exótica, compite con los animales autóctonos por el lugar y el alimento, generando un impacto negativo: el jabalí europeo o chancho jabalí come los renovales de la palmera yatay y el ciervo axis lastima con su cornamenta los troncos de algunos árboles.

Respecto de las aves, el Parque Nacional El Palmar (ver 6.1t.1) tiene registradas unas 250 especies que cumplen un importante papel en el ecosistema controlando insectos y dispersando semillas. De los más conocidos se pueden mencionar el ñandú, la cotorra, el Martín pescador, el carpintero real y campestre, la urraca.

Algunos pobladores de Barú comentaron que las golondrinas y las lechuzas se fueron perdiendo y por el contrario dieron cuenta de la sobrepoblación de palomas que destruye los cultivos.

Respecto de las aves, el Parque Nacional El Palmar (ver 6.1.1 tiene registradas unas 250 especies que cumplen un importante papel en el ecosistema controlando insectos y dispersando semillas. De los más conocidos se pueden mencionar el ñandú, la cotorra, el Martín pescador, el carpintero real y campestre, la urraca.

Algunos pobladores de Barú comentaron que las golondrinas y las lechuzas se fueron perdiendo y por el contrario dieron cuenta de la sobrepoblación de palomas que destruye los cultivos.

 

    

 

Arroyo Barú es zona de bañados y humedales rodeada de arroyos, y con una gran aptitud para la ganadería.

El Arroyo Barú es el caudal de agua más característico porque además el pueblo lleva su nombre gracias a él. Era el sitio obligado de recreación en verano hasta hace algunos años atrás. Se encuentra distante unos 7 km. Saliendo del pueblo en dirección norte, se pasa a mano izquierda luego de 1 km. por el basural a cielo abierto y al cabo de otros 3 km. sobre mano izquierda se puede apreciar la planta criadero de cerdos O’Dwyer. Haciendo unos 3 km. más se llega a la margen del arroyo donde se yerguen dos puentes característicos (Ver 6.1.1)

Respecto a la calidad del agua para baños, es una creencia instalada en el Pueblo “que la chanchería descarga sobre el arroyo” Tal es así que de unos años a esta parte, se fue perdiendo la costumbre de usar el arroyo para refrescarse en verano. También la costumbre de pescar porque “ya no sale nada “, quizás por los yacarés que hay en cantidad, cuentan.

Lo cierto es que de acuerdo a lo indicado por los pobladores la mayor afluencia de lluvias y pequeños tornados ha provocado el desborde de los arroyos en los últimos años lo que genera una emergencia de napas que provoca efectivamente un hecho de contaminación. Distintos testimonios dan cuenta de esta situación:

“Antes lo usábamos como balneario y ahora no lo podemos usar más. Se lo dejó de usar porque se le sentía olor al agua, olor a chancho.”

“Fue cuando arrancó la chanchería, ahora no, es muy poquito.”

“Por ahí se podía ir por las mismas napas, porque esa zona está muy cerca de los humedales. Las napas están ahí muy cerquita de donde hacen la pileta; eso debe estar filtrando a la napa.”

El arroyo Barú que corre de Oeste a Este, sigue su curso unos 10 km. más hasta desembocar en un afluente del Arroyo Palmar. Ese sitio o punto de confluencia que se da en llamar “La Picada”.

Si bien en otros puntos de la zona aledaña a los arroyos se verifica que el agua es “de vertiente” porque vierte desde muy escasa profundidad, el lugar más conocido por los pobladores por estas características es un sitio dado en llamar La Picada. Al respecto se comenta: “Siempre el agua vierte ahí. Como está tan cerca el agua abajo, vos llegas  a plantar o a hacer un pozo para clavar algo y ya empieza a salir un agua clarita, muy buena el agua;.” Cuentan que hasta no hace mucho una familia allí vivía y la usaba incluso para consumo humano. Cuentan que se le llamaba “manantial” le decían porque a la costa del arroyo el agua vierte sola, tenemos todos vertiente.

Los frecuentes desbordes del arroyo El Palmar y el dificultoso

drenaje de terrenos aledaños de suelos arcillosos, determinan la existencia de lagunas temporarias, bañados y pajonales. Estos sitios constituyen un hábitat reproductivo de importancia para aves y anfibios.

Otro recurso natural de importancia es el Arroyo Gualeguaychú distante unos 4 km. en dirección sur.

Tal como se hizo con el agua corriente, durante el período del relevamiento en el marco del presente trabajo, se tomó una muestras de agua del arroyo la cual fue sometida a una prueba de arsénico por parte del Laboratorio del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) para Nutrired.Org. El arsénico en el agua del Arroyo Barú arrojó un valor de 0.003 mg/l, siendo el límite legal vigente en la República Argentina de 0,05 mg/L, lo que indica que no es perjudicial para la salud.

 

En este punto es importante hacer mención que de los testimonios orales no surgió casi ningún aspecto considerado de suma gravedad o de riesgo del que haya un conocimiento común o consenso entre todos los habitantes.

Los productores agropecuarios consultados refirieron que si bien el desmonte es muy común para la limpieza de los campos, aducen que la zona de Barú no presenta como la de Villaguay, un creciente desmonte de espinillo y ñandubay, producto del avance de la soja.

Según indicó la Lic. Ferreyra –consultada en aspectos sanitarios- el aumento del empleo en el pueblo, y el tipo de actividad económica de la zona aumenta el riesgo laboral (deshidratación por zonas de monte, accidentes con maquinaria agrícola; riesgos por exposición constante con las condiciones climáticas y en situación de aislamiento). El desmonte (corte y pelado) y la carga en camiones supone un trabajo muy esforzado y de mucho riesgo. Respecto de la contaminación del agua del arroyo, caben citar relatos de algunas personas del pueblo, sobre episodios asociados a fuertes lluvias (240 ml. en tan solo un día).

“En un día las piletas de decantación rebalsaron y al rebalsar el declive natural es para el lado del arroyo. Los chicos en el verano cuando fueron a bañarse empezaron a venir con ronchas. Las piletas de la chanchería que hacen el lavado, cuando llueve mucho, se han cortado, entonces (el agua) caza un canal que va a parar al arroyo y dicen que hay olores pero tal vez sea porque llueve mucho porque le rebalsó o porque se rajó, algún descuido.” “Ya la gente donde sintió olor o una vez y otra vez que vio como una grasitud en el agua por el boca a boca dice: ¡qué vamos a ir!”

La Lic. Ferreyra informó que hace 4 años se registraron también, asociados a esos desbordes, brotes alérgicos en pacientes menores, hijos de empleados de la chanchería. Se trataron los casos y se detectó una bacteria específica del cerdo que se aloja en el tejido epitelial, la cual se manifestó con absceso infeccioso doloroso. Los casos fueron controlados y en la actualidad son muy esporádicos. Pero en cualquier caso esto parecen haber sido episodios que están controlados; no ha habido reincidencia.

Finalmente no menos importante es el hecho que por ser zona de yarará se transmite a los niños pequeños un sentido de prevención desde pequeños. Alguien comentó: “Acá la yarará te ceba mate en la puerta de tu casa”.

Al ser zona agrícola se utiliza muchos tipos de pesticidas. No hay controles de herbicidas y pesticidas que hacen daño a las aves y peces principalmente. Al igual que en todo la Argentina se observa un incremento del uso de plaguicidas, entre ellos el glifosato, considerado como probable carcinógeno.

Hasta ahora en Barú no se tienen registros como sí los hay de San Salvador, de evidencias de casos de cáncer y malformaciones genéticas derivadas de ello. Las fumigaciones si bien están muy cerca del pueblo parecen hacerse de un modo que no afecta en mayor medida.

El polvillo del arroz concentra los venenos de las fumigaciones. Cuando se pule el arroz, toda la cascara de afuera es lo que se desgrana y hace el polvo, ya que el glifosato usado para secar el arroz queda en la cáscara que luego en la molienda se pule y vuela. Juan Wanklyn señala al respecto: “el polvillo del arroz es un problema grave, por eso, uno quiere traer industrias para que se desarrolle el pueblo, pero tenes que fijarte en los efectos secundarios.”

En las proximidades del pueblo no se suelen realizar fumigaciones. Donde más se fumiga es donde se hace soja o maíz. Sólo el caso de la fumigación de un campo vecino a la escuela ha generado problemas entre partes lo que implicó que el Presidente de Junta en más de una oportunidad tuviera que tomar intervención para que dejaran libre de fumigación al menos a una distancia de 200 m. Se exigió también que que plantaran una cortina de árboles de pino que aísla al edificio escolar. Algunos testimonios describen muy bien el problema: Contratistas que vienen a hacer el trabajo, no ponen cuidado” “Hubieron años que ha padecido todo el pueblo por el mal manejo de las fumigaciones.” “Cuando el viento esta para acá no podes fumigar. Han fumigado con ventarrón o con horario de chicos en la escuela. Ahora se cuidan bastante. Hace algunos años atrás no. No ha habido problemas.”