ATRACTIVOS

Carpintería se encuentra a los pies de las sierras de los Comechingones, en la zona denominada Valle de Conlara. El microclima privilegiado y la belleza del paisaje enmarcado por sierras, vegetación autóctona, ríos y balnearios, hacen que en los últimos años sea un destino muy elegido por los turistas.

Carpintería integra el Camino de la Costa, el cual corre a la vera de la sierra de los Comechingones, por ruta provincial Nro. 1, se van descubriendo encantadores pueblitos y parajes del Valle del Conlara. El recorrido comienza por Carpintería, capital del vuelo libre, continuando por Los Molles y el magnífico balneario El Talar; llegando a Cortaderas - Villa Elena protectora de la Cascada Esmeralda y de los puestos La Cañada, San Miguel y Balcarce; alcanzando luego Villa Larca reconocida por el majestuoso chorro San Ignacio, y dando finalmente con Papagayos y la fantástica Reserva de Palmeras Caranday; el trayecto va descubriendo magníficos paisajes.

Avenida Los Mandarinos, al final las sierras de los Comechingones

 Lotes privados en el monte autóctono

Sitios de interés

Carpintería se ubica a dos horas y media de viaje desde San Luis capital, como también desde Villa Mercedes, convirtiéndose en una opción preferida por el turismo, ya que se pueden combinar actividades de aventura y esparcimiento y disfrutar de los beneficios de la tranquilidad de un pueblo situado a diez minutos de la ciudad de Merlo. Carpintería cuenta con importantes atractivos turísticos y ofrece una variada oferta con circuitos de aventura, religioso, de recreación, artesanales y de naturaleza.

Dentro de los atractivos culturales podemos citar el circuito religioso que incluye a la iglesia de la Virgen de Lujan frente a la plaza principal Manuel Zalazar, el oratorio de San Cayetano en la zona rural de Colonia La Argentina y el monasterio de Santa María en la Santísima Trinidad, ubicado a los pies de las sierras y perteneciente a la familia Monástica de Belén de la Asunción de la Virgen, y de San Bruno.

Los amantes de la aventura también tienen su espacio pudiendo disfrutar de la “capital del vuelo libre” volando en parapente desde el filo de los Comechingones, o ascendiendo con guías locales la cuesta de Carpintería, viejos senderos que llegan hasta las cumbres mismas de las sierras Comechingones, pasando por el Cerrito Blanco, Salto del Tigre o bien una actividad diferente con pernocte en la sierra visitando el imponente pueblo abandonado Cerro Áspero. También visitar el arroyo Vidal, la cueva del Indio o bien ir hasta la antigua pista de despegue de parapentes.

Las delicias lugareñas y circuitos de artesanos son otra opción para degustar dulzuras criollas, repostería alemana y productos caseros, con la posibilidad de presenciar su elaboración, recibir las explicaciones de los artesanos y ver muestras de sus trabajos.

Se puede visitar y apreciar la elaboración de mates en el campo “El Cimarrón”. La fábrica de alfajores “Ayflo”, que cuenta con un resto bar, donde se pueden degustar sus especialidades. Pablo y Trudi, los recibirán en “Piedra Baya”, donde se realiza un recorrido por la naturaleza, con un ferrocarril de trocha angosta (26 cm) y una locomotora símil vapor, construido por ellos mismos. Al culminar el paseo se les ofrece a los visitantes té y repostería alemana (el acceso a este lugar es únicamente con reservas). 

En “La Serenidad” rodeada por un hermoso marco serrano, se podrán saborear jugos de frutas extraídos de la quinta de Ángela, o bien degustar de algún fiambre casero y la excepcional repostería alemana. En “Doña Anita” casa de mate nos podremos deleitar con sus dulces y jaleas, licores y escabeches y delicioso pan casero. En la finca “La Vicky” se podrán degustar diferentes variedades y preparados de aceitunas, y conservas de todo tipo. Para el atardecer un delicioso fernet casero de “La Giovanni” o las excelentes cervezas caseras de La Serrana.

Carpintería cuenta con una variada oferta hotelera, además de numerosas cabañas para alquilar por fin de semana o quincena. Para los que prefieran una opción más natural a 3.000 metros de avenida Los Mandarinos, se encuentra el camping municipal de Carpintería que cuenta con proveeduría, asadores, sombras y una hermosa pileta que se llena con agua de vertientes.

Además de los productores que abren sus puertas para degustar sus productos, hay numerosos puestos de comida rodeando la plaza principal donde podrán degustarse platos caseros y en especial el imperdible y tradicional chivito asado.

El chivito asado es un clásico en Carpintería

En cuanto a los eventos, el 8 de mayo se festejan las fiestas de la Virgen de Lujan, patrona del pueblo, y el 7 de agosto en Colonia La Argentina se festeja San Cayetano. La famosa Fiesta Nacional de la Carreta y los 101 Chivos es en octubre; reúne a más de 20.000 personas y hay danzas folclóricas, desfile de carretas, grupos musicales, feria de artesanos y el imperdible asado de chivito. El 18 de diciembre se celebra la apertura de la temporada. En el mes de enero se desarrollan los tradicionales corsos.

Personajes

Dos personajes se han destacado en el pueblo, uno fue el primer maestro de la escuela, don Manuel Salazar, recordado con gran cariño por los vecinos y en cuyo honor se nombró la plaza principal de Carpintería. Otra persona muy conocida por todos los vecinos es Julia Beatriz Arias, la primera enfermera que tuvo el pueblo.

Julia Beatriz nació el 10 de mayo de 1932 en Carpintería, sus padres se dedicaban al trabajo en la chacra donde criaban animales y cultivaban maíz y frutales como el durazno con el que hacían los orejones. De las frutas que cosechaban, una parte se hacía dulce y otra parte se secaba y luego era vendida a las carretas que venían de Córdoba y se dirigían a comerciar a Buenos Aires. Julia nos cuenta que obtenían casi todo lo que necesitaban para vivir, vendían la lana de las ovejas, las cerdas de los caballos, hacían charqui con los animales que carneaban, dulces y frutas secas. Una parte era almacenada en las despensas que tenían en las casas y otra parte era vendida para comprar mercadería para todo el año. Y así tener provisiones hasta la próxima cosecha.

Julia nos cuenta que antes eran pocas las familias que vivían en el pueblo, había bailes familiares en las casas que se organizaban una vez por mes. Recuerda que comenzaban a las 20 hs y concurría toda la familia, la pista era de tierra al principio regada y prolija pero cuando el baile estaba en su mayor efervescencia subía la polvareda hasta formar una nube telúrica. A las cuatro de la mañana finalizaba el encuentro y las familias partían guiadas por su sol de noche iluminando los caminos oscuros del pueblo.

Julia se va a estudiar salud pública a San Luis, regresa un año más tarde para atender la recientemente inaugurada salita sanitaria de Carpintería, era el año 1951 y Julia con 18 años comenzaba a trabajar de enfermera. Recuerda que los vecinos la pasaban a buscar en sulky para atender a las personas que no podían trasladarse. No tenía horarios ni fines de semana. Atendió un solo parto, una noche de una gran tormenta cuando la buscaron para ir a una casa, donde una mujer estaba por dar a luz, caminaron más de 2 km hasta una casita muy humilde cerca de los Molles. No había luz ni contaba con los elementos necesarios, pero Julia recuerda con un brillo en los ojos, que por suerte fue un parto sin complicaciones y nació un niño sano y hermoso.

Julia trabajó 45 años de enfermera, la conocen en todo el pueblo. Hoy vive una vida alegre y tranquila junto a su esposo Nicomedes, a quien conoce desde que eran niños cuando “Nico” iba a comprarles a la chacra “muy seguido”, pasas de uva. Hoy tienen 82 años, 8 hijos, 30 nietos, 30 bisnietos y 2 tataranietos.

Julia y su esposo, Nico, en su casa

Historias y leyendas

En el pueblo hay varias personas que aseguran haber visto luces misteriosas en el campo o en las montañas, una en especial permanecía en el campo era pequeña y luego crecía enormemente, se la veía desde distintos sectores del pueblo, muchas veces hubo personas que quisieron desafiarla y se dirigían armados con cuchillos y facones a su encuentro pero nunca pudieron alcanzarla. La secretaria de cultura Micaela Busto ha hecho un importante trabajo revalorizando el patrimonio intangible del pueblo, entrevistando a las personas mayores y recopilando historias. Ella nos cuenta que en el pueblo se conocen varias historias, una es la de la piedra sonadora, según le contó don Manuel Fonseca, era una piedra blanca totalmente de cuarzo que estaba en las sierras ubicada de tal manera que cuando la golpeaban con el cabo del rebenque sonaba igual que una campana. El único que sabía su ubicación era un viejito que vivía en las sierras.

Otra historia que se cuenta en el pueblo es la ocurrida en la represa del Alto, cuando se construyó la represa era la primera vez que se trabajaba con cemento. En aquellos años todas las construcciones se hacían con adobe. Los obreros contratados no conocían las propiedades de este nuevo material, por lo que al terminar un viernes el día de trabajo y al haber preparado un pastón demasiado grande, enterraron todas las herramientas como solían hacerlo con el barro. Grande fue la sorpresa al ir el lunes a trabajar y no poder recuperar sus herramientas dentro de una montaña de cemento.

Patrimonio cultural

Ubicado sobre el camino de los Comechingones, a los pies de las sierras, se encuentra el monasterio de Belén: lugar de oración de las Hermanas de San Bruno. En el complejo se pueden observar los lugares de oración exclusiva y estricta clausura. En el mismo lugar podrán visitar el área de artesanías talladas por las hermanas, quienes también se dedican a la pintura de imágenes religiosas.

En el Cerro Áspero, plena sierra de Comechingones, en el límite interprovincial San Luis - Córdoba y a casi 2.000 msnm se encuentra Pueblo Escondido, un sitio donde habitaron alrededor de 300 obreros dedicados exclusivamente a la explotación minera de wolframita.