POBLACION

Las tierras que ocupa el Departamento de San Martín fueron originariamente ocupadas por los aborígenes Huarpes. La llegada de los españoles encontró a Angaco como cacique, y la relación que se estableció entre los grupos humanos fue pacífica, a tal punto, que la hija de Angaco se unió en matrimonio con el segundo de la expedición española de Juan Jufré, Juan Eugenio de Mallea. Este nuevo matrimonio recibió como dote el extenso territorio que hoy ocupan los departamentos sanjuaninos de Albardón, Angaco y San Martín. Las tierras permanecieron sin ser cultivadas hasta que, en 1816, el Cabildo de San Juan logró obtener la posesión completa de esos campos.

Desde mediados del siglo XX predominaron en San Martin las fincas con plantaciones de vid en la zona de llanura. En la zona serrana se realizaron actividades extractivas de distintos minerales, entre ellos la piedra caliza, destinada a la producción de cal. Ésta se obtenía a través de la cocción del mineral, en grandes hornos, calentados a aproximadamente a 1.000 grados de temperatura, durante ocho días consecutivos. Dichos hornos, ubicados a pocos metros de Don Bosco, llegaron a emplear a 80 familias, y se extrajo además mármol rosado, cuarzo y laja.

Los pobladores de Don Bosco identifican las décadas de 1960 a 1980, como las de mayor esplendor del pueblo. Según sus testimonios, habían dos bodegas más que las que hay hoy, y mucha gente se encontraba empleada, especialmente los jóvenes. La época de ocaso comenzó a pronunciarse más desde el año 1995. En un contexto económico difícil, bodegas como La Quebrada quebraron y se perdieron muchos puestos de trabajo.

El acceso a Don Bosco es la ruta provincial Nro. 170, adornada en diversos tramos con luminarias

Según el Censo 2010, la población de San Martin es de 11.115 habitantes. De esta cifra, aproximadamente un tercio vive en el distrito de Don Bosco, Villa Alem y barrios aledaños. En la zona relevada, es decir, en los barrios Don Bosco, Villa Alem, y barrio Entre Ríos, hay doscientas cincuenta viviendas. De acuerdo al relevamiento, el 58% de la población tiene entre 18 y 65 años, a diferencia de las zonas rurales del vecino distrito de Dos Acequias, donde el grupo etario con mayor presencia, es el de los menores de 18 años. En Don Bosco, este grupo representa el 28% de la población mientras que los mayores de 65 años son sólo el 14%. La vivienda promedio tiene entre 4 y 5 habitantes, es decir, que las familias en el núcleo urbano tienden a ser menos numerosas que las familias de zonas rurales y barrios del vecino distrito de Dos Acequias.

Perfil social

Según el testimonio los adolescentes entrevistados, los jóvenes en Don Bosco no son ambiciosos y se los ve generalmente desmotivados. La falta de canales de participación y la ausencia de actividades sociales y recreativas complican la situación de muchos de ellos, que se vuelcan a las drogas y el alcohol. De acuerdo al testimonio del director de la escuela “Augusto Pulenta”, la falta de oportunidades a futuro hace que muchos de ellos beban en exceso, caigan en la droga, y proliferen los embarazos no buscados. Los jóvenes sin embargo, afirman confiar en el club y los vecinos, y a veces, en el intendente, para llevar adelante proyectos tales como obras de caridad o solidarias. El grupo de los mayores de 65 años encuentra el mismo problema que los jóvenes: la falta de actividades y canales de participación. La apatía de los adolescentes es compartida por los ancianos del pueblo. La comisión de la unión vecinal es uno de los principales canales de participación de este grupo etario.

De los encuestados mayores de 16 años, un sorprendente 70% de la población está compuesto por individuos que se identifican como jubilados, amas de casa o personas que trabajan de changas. Solo un 30% posee un trabajo estable, especialmente en el sector de servicios. Entre la población laboralmente activa, encontramos chefs, albañiles, mecánicos, cuidadores de enfermos y artistas. Muchos empleados de actividades primarias trabajan en las viñas y los de actividades secundarias en alguna de las bodegas, tanto de Don Bosco, como de la vecina localidad de Dos Acequias.

Cohesión social

La comunidad participa activamente en proyectos de interés común, sobre todo en eventos y celebraciones patrias, días festivos como el día de la madre o de la mujer, en eventos religiosos y a través de la unión vecinal. Sin embargo el número de personas que participan en las instituciones en relación a la población total de Don Bosco, no es demasiado alto. Entre 70 y 80 personas participan activamente en las principales instituciones del pueblo. Sin dudas, la iglesia católica Don Bosco es la que cuenta con mayor número de personas activamente involucradas, unas 40. Aproximadamente 25 personas participan en el club y unas 5 en la Unión Vecinal. Las instituciones tradicionales como la escuela, el centro de salud y el CIC registran grados de participación más elevados.

El mural del Polideportivo, sobre la ruta provincial Nro. 170


Fachada de la Unión Vecinal, también emplazada sobre la ruta provincial Nro. 170

Capacidad para autosustentarse

La mayoría del empleo en Don Bosco viene de changas y trabajo estacional en viñedos y bodegas de la zona. El 38% de la población se reparte en partes iguales entre amas de casa y jubilados. Mientras tanto, el sector de servicios, y los oficios tales como mecánico, albañil, transportista son los más comúnmente citados por la población encuestada como principal actividad de trabajo. Los emprendedores de Don Bosco incluyen productores de miel, y panificados, dulces y conservas. Los artesanos del distrito trabajan con telas y materiales reciclados, pintan cuadros y fabrican ropa. Hay además diversos comercios, desde mini mercados hasta casas de ropa, la mayoría distribuidos a lo largo de la ruta provincial Nro. 170. A pesar de las numerosas actividades, la mayoría de los pobladores no realiza actividades emprendedoras, y su sustento depende en gran medida, de los planes de trabajo y asistencia que otorga el estado a través de la municipalidad.

 

 

Evolución del pueblo

El pueblo ha visto grandes avances. En el área de infraestructura, la construcción de los barrios María Auxiliadora y San Jorge, inmediatamente al norte de Entre Ríos-Don Bosco-Villa Alem, ha dado un lugar digno y cómodo a muchas familias que se encontraban sin techo. Otro avance significativo en los últimos años, se ha dado en el área de transporte, ya que han aumentado las frecuencias y los puntos a los que llegan los colectivos. Dos líneas recorren el distrito, la 19 y la 18A. El colectivo, que tenía una frecuencia diaria de 4 viajes, hoy recoge pasajeros cada hora aproximadamente en días hábiles, y cada dos horas en días feriados. Los transportes y autos que solían transitar calles de ripio, hoy lo hacen por calles asfaltadas. Han habido avances en la calidad de la educación tanto en la escuela privada Don Bosco, como en la pública.

Problemas que enfrentan

Los pobladores manifestaron enfrentar varios problemas de diferente índole para el desarrollo de su comunidad. En el aspecto productivo, se encontraban insatisfechos con la falta de oportunidades de trabajo, pero en mayor proporción, con la escasa cultura emprendedora de muchos vecinos, que hace que las oportunidades de trabajo que se presentan, sean a menudo rechazadas. Sucede que al depender en gran parte de planes asistencialistas, la posibilidad de trabajar requiere la renuncia al plan que reciben. Es por ello que el tomar trabajo en blanco resulta una apuesta riesgosa, y a veces una opción poco atractiva. Sumado a esto, las oportunidades laborales suelen ser estacionales, lo que genera dificultades económicas a lo largo del año.

En materia de infraestructura, obras y servicios, la principal queja fue la falta de una red de cloacas, el mal funcionamiento de la misma en el barrio Entre Ríos, y la ausencia de una red de gas en todo el distrito. En materia de seguridad, algunos pobladores manifiestan que ha empezado a haber robos en la comunidad. Algunos vecinos también manifestaron sentir que han fallado como comunidad en la organización de una comisión para articular los intereses comunitarios ante autoridades políticas locales o externas. Finalmente, los habitantes se quejan de que las visitas al médico local, requieren de largas colas en horas tempranas de la madrugada.

En cuanto a los proyectos no concretados, los habitantes del barrio Entre Ríos manifiestan tener problemas de cloacas hace ya varios años. Otra queja frecuente es la falta de una red de gas.

 

Los pobladores sueñan con mejoras que les permitan crecer. Sin dudas la demanda más importante es la de una fábrica que emplee a los habitantes de Don Bosco, no sólo durante algunas estaciones, sino a lo largo de todo el año. El deseo de un proyecto productivo que incluya a la mayoría de los habitantes, es el sueño más importante de los pobladores.

Además los vecinos sueñan con mejoras en el sistema de salud, por ejemplo, más entrega de medicamentos, mayor disponibilidad del médico y acceso a servicios de kinesiología. En materia de transporte, desean frecuencias más cortas entre uno y otro colectivo, precios más accesibles, y recorridos que conecten a todo el departamento sin tener que hacer combinación entre líneas.
Finalmente anhelan que haya más oportunidades recreativas, no sólo para los jóvenes, sino también para los adultos, que son el grupo más numeroso de Don Bosco, esto incluye más espacios verdes, y salones de espectáculos como teatros y cines.