POBLACION

Los orígenes de este poblado se remontan a la ancestral presencia de los pueblos originarios que habitaron esta y otras partes de la provincia, así como en toda la región NOA. Los diaguitas y su subgrupo Capayán fueron los habitantes originarios de Tilimuqui. Las huellas de su presencia pueden rastrearse en los restos dispersos de alfarería nativa (cántaros, utilitarios de cerámica) que cada tanto aparecen al remover cimientos de las casas o sustrato de las inmediaciones.

El Ing. Jorge Aranda, dueño de una de las bodegas de la zona, menciona en entrevista haber encontrado dos urnas funerarias nativas con sus correspondientes cuerpos mientras realizaban tareas de labor en las fincas dispuestas al este del poblado.

La presencia de estos pueblos está también visibilizada en la lengua de la toponimia: “aguada pikullaco”, “aguada asahuanco” y en el mismo nombre del pueblo, “Tilimuqui”. Según nos informara Yolanda Meneza, Directora de la Escuela N°123, “Tilimuqui” es una voz nativa que significa: “til/tilla” ,“elevación” y “muqui”, “olor fuerte”; “olor fuerte que se eleva”, según los estudios realizados por el historiador chileciteño, Alfredo Chade.

La riqueza mineral y metalífera que esconden los cerros de esta zona ha hecho que la minería sea una de las actividades principales desde los inicios del poblamiento de este territorio. Ya los diaguitas desarrollaban este oficio rescatando metales y minerales de los sustratos de la zona.

No obstante, esta presencia originaria, la fundación formal del pueblo fue arbitrariamente estipulada para el 21 de noviembre de 1781.

Los actuales relatos y recuerdos de los pobladores se emplazan más en este “comienzo hispano” de la localidad, rememorando como las familias “troncales” apellidos netamente castizos: Brizuela, Moreno, Castro, García, Vargas. De este modo, se presume que las etnias nativas fueron mixturándose con los españoles, hegemonizado en este cruce el origen castizo.

Según relatan algunos pobladores, el poblado fue poco a poco corriéndose unos 2- 3kms. hacia al oeste de su asentamiento original en busca de agua, recurso escaso en la zona que aún hoy sigue oficiando como limitante y condicionante de su desarrollo agrícola.

Por aquel entonces estos pequeños poblados (Nonogasta, Malligasta, Los Sarmientos, San Nicolás) conformaban una red comercial de circuito e intercambio donde la agricultura y la minería resultaban sus principales actividades, esta última centrada en la etapa de fundición de los minerales que bajaban del Cerro Famatina por la cantidad de leña existente en la zona (algarrobos, tuscas, chañares y retamos).

Como huella de este pasado aún quedan en pie en Tilimuqui  los restos de escoria de una antigua fundición que funcionó en el pueblo entre finales del 1800 y principios del 1900, explotada por el geólogo Emilio Hunicken en 1871 y luego por un empresario inglés, Guillermo Treola (fuente sitio web Colegio Nacional Agrotécnico: http://www.agrotecnicotilimuqui.edu.ar/tilimuqui/).

     

                                               

   Escoria de la Antigua fundición Hunicken

La actividad minera continuará signando la impronta económica y cultural de los pueblos de la región.  Del 1905 a 1926 una ambiciosa empresa con diseño e infraestructura alemana y de gestión inglesa, conocida como “La Mejicana” explotó ininterrumpidamente la riqueza mineral y metalífera del Cerro Famatina. La obra de ingeniería del cable carril de 35 km de extensión que unían las diferentes estaciones para transportar el metal desde el Famatina a la ciudad de Chilecito continúa aún presente en el paisaje de la región.

Tilimuqui no está ausente de la historia federal y montonera que atraviesa la provincia. El mismo caudillo Felipe Varela dejó su huella en este pueblo. Allá por 1867, en busca de hombres para sus filas, Varela visitó Tilimuqui con el objetivo de reclutarlos para su tropa. Cuenta la tradición popular que los hombres, escasos en la localidad y único sostén de sus hogares, se escondieron en los toneles de vino para no ser encontrados por el caudillo federal.

Varela, confrontado con la Sra. Concepción Martínez, dueña del Oratorio Familiar donde se veneraba a la Virgen del Rosario, se apiada de su petición de evitar desahuciar a esos hogares y según se relata “De inmediato se pone de pie Varela, corta una rama de árbol cercano, y sacándose el pañuelo del cuello de color rojo, corta una pequeña franja de 50 o 60 cm de ancho del pañuelo, lo coloca en la rama, determinando, precisando así la bandera de los federales, la deposita, la coloca en la mano de la Virgen (…) Con esta actuación, la declara Generala del Ejército de los Caudillos a la Virgen del Rosario” (Bellia, 2013).

Insignia federal que ofreciera Felipe Varela

 

Las primeras familias se dedicaron fundamentalmente al desarrollo de la agricultura, especialmente la vid y el olivo.

Con los años el perfil agrícola del pueblo se fue consolidando. En cada temporada grandes contingentes de familias de distintas partes del país -Catamarca, Salta, Tucumán y de Bolivia- se establecían temporariamente en Tilimuqui para trabajar en las “parcelas”. Así se conoce la sacrificada labor de los trabajadores golondrinas que trabajaron en la cosecha de la vid, el olivo y las fincas de tomate, cebolla, durazno, pimiento, comino, etc. Una vez terminada la temporada, muchas de estas familias se fueron quedando en Tilimuqui.





Antiguos habitantes de Tilimuqui”. Fuente imagen:  Bellia, 2013

Por ese entonces, ya entrado el siglo XX, la vida rural era tranquila pero no exenta de esfuerzo y sacrificio. Doña Eva Carrizo de Casiva (hoy, 91 años) recuerda a ese Tilimuqui como un pueblo “postergado”, “pobre”; no obstante pujante y dinámico por el tesón de todos sus trabajadores que año a año dejaban su vida y alma en las cosechas.

En ese tiempo no había luz eléctrica y los hogares se alumbraban a partir de las lámparas a kerosén. El agua para consumo

humano era la misma del agua de vertiente, originada del deshielo del Famatina que corría por las acequias. El líquido vital se acopiaba en aljibes o estanques y luego se filtraba o dejaba reposar para que decante la arenilla y los minerales que traía consigo.

Ya para el año 1960 el pueblo comenzó a contar con el servicio de estafeta postal atendido por Doña Eva. Doña Eva no solo administraba las cartas, noticias, recuerdos y esperanzas de los trabajadores golondrinas sino sus sueldos, por lo que este era un lugar clave en la vida de los lugareños.

Allí mismo funcionó luego el primer teléfono público del pueblo –a pila y manivela- atendido por María Dolores del Carmen Castro (60 años a octubre de 2017) quien por su función era testigo de las alegrías, las tristezas y las tragedias de todos los que pasaban por allí en busca de noticias. Aún hoy sigue funcionando allí el único teléfono público de la localidad en su moderna tecnología.               

A partir de la década del ´70, el pueblo y la zona comienzan una nueva etapa en el desarrollo de la producción regional. Mediante el llamado “Plan Rioja” que otorgó créditos blandos a capitales sanjuaninos y mendocinos se instalan en la zona nuevas plantaciones de vid y olivo lo que permite darle una nueva dinámica a la producción regional, especialmente asentada en la cepa Torrontés, única variedad netamente argentina que será el orgullo y la marca de la producción local. Estos emprendimientos, actualmente algunos existentes, serán sobre los que se desarrollará el actual perfil productivo vitícola y de olivar de la zona.

A finales de esta década, en 1976 los hogares comienzan a abastecerse de agua potable y dos años más tarde llega el suministro de luz eléctrica.

Tilimuqui es un pueblo pequeño que conserva su sentido de comunidad. Todos los vecinos se conocen entre sí y en rondas de charlas y entrevistas individuales por unanimidad coinciden que el pueblo es unido y solidario.

Suelen acudir a estrategias colectivas para ayudarse entre sí y resolver eventuales necesidades (costear el traslado y los gastos de algún enfermo a la capital mediante rifas o eventos a beneficio, por ejemplo).

No obstante, estas iniciativas que son puntuales y acotadas en el tiempo, los proyectos asociativos que requieren permanencia y compromiso no logran concretarse.

 

En otro tiempo la comunidad supo tener lazos grupales más intensos, época en la que funcionó en forma activa el Centro Vecinal y la institución del “Club de Madres”, compuesta por las mujeres de la comunidad, desde donde se ha logrado llevar a cabo distintas obras e iniciativas (como ser la remodelación con mano de obra propia del piso de la Iglesia).

En la actualidad, las fiestas patronales y los eventos religiosos son las instancias más importantes de encuentro donde se recrea el lazo colectivo y el sentido de pertenencia.

Fiestas y celebraciones

En Tilimuqui tiene un gran arraigo la tradición católica apostólica romana. Como en toda la provincia, el culto católico prevalece sobre otras creencias.

El primer domingo de octubre se celebra la festividad de la Virgen del Rosario, patrona del pueblo, y como se enunció líneas arriba, otrora declarada “Generala del Ejército de los Caudillos”. La celebración consiste en una misa matutina. Luego la imagen se lleva en andas en procesión hacia una de las fincas más antiguas del pueblo, Finca Michelli, donde es recibida por sus dueños dando un ágape para los presentes. Más tarde, la imagen regresa a la capilla y es visitada por todos sus promesantes quienes en ocasiones se visten de los colores del manto de la virgen, rosa y celeste y a modo de agradecimiento hay quienes le ofrendan un ajuar, demostrando con ello su devoción.

Traslado en procesión de la Virgen hacia Malligasta Fuente Imagen: Bellia, 2013.                                                               

 

La celebración a la Virgen incluye la congregación en torno al baile y la comida a la que se acercan los vecinos de las localidades cercanas de Chilecito, Anguinán, Los Sarmientos y San Nicolás.

La imagen venerada tiene una larga historia en el pueblo ya que ha pasado a residir en diferentes lugares antes de su actual residencia.

La imagen es una antigua reliquia de origen alto peruano, su talla mide aproximadamente entre 40 y 50 cm de alto, en su mano derecha porta la bandera federal, en su izquierda sostiene el niño Jesús y junto con un gran rosario. Según recopilación de datos que hiciera la comunidad (Bellia, 2013), la propietaria fue la Sra. Concepción Martínez y luego ha pasado de generación en generación hasta ser donada al pueblo para entronizarse en la actual capilla.

El “pesebre viviente” es otra de las tradiciones religiosas de la comunidad habituales en otras localidades de esta zona rural. Cercana a la Navidad -según lo relatara Marcela Romero, actual integrante de la Comisión de la Iglesia Católica de Tilimuqui- todos los años, los niños y jóvenes de la comunidad junto a los caballos, burros y cabritos representan la escena del nacimiento de Jesús. Esta tradición tiene por lo menos cuarenta años y para su organización cuenta con la “Comisión Pesebriana de Tilimuqui”, lo que da cuenta de la relevancia comunitaria del evento.

El 21 de noviembre es la fiesta de celebración del aniversario de Tilimuqui. Para ello se organiza en la plaza del pueblo un desfile cívico militar con las autoridades departamentales y por la tarde se organiza un festival donde la música y el baile se encuentran presentes. Entre las músicas que acompañan los festejos el cuarteto y las chacareras son las más representativas.

Por último, ya entrado el verano, en enero se organiza la “Fiesta de los Reyes”. Esta fiesta tiene por lo menos 50 años de existencia y consiste en un banquete comunitario entre hombres y mujeres en los que una pareja –los “Reyes”- ofician de anfitriones de la velada . Cada uno de los asistentes, según el género, le toca aportar llevando comida o bebida para la mesa comunitaria. Todos los años se renueva la elección de la próxima pareja que al año siguiente oficiará de “Rey y Reina” en la celebración venidera.

 

La comunidad en números

Según el último Censo, Tilimuqui cuenta con 279 habitantes (INDEC, 2010). Si tenemos en cuenta los datos del Censo 2001, 303 habitantes (INDEC, 2001) la variación intercensal estaría indiciando un descenso del 8% respecto del censo anterior. De acuerdo a la información actual suministrada por su delegado municipal, la cantidad actual de pobladores asciende a 300.

En relación a la composición por sexo, tomando los datos censales del 2010, hay una mayoría masculina; siendo ésta del 54% frente a un 45% de población femenina.

Si tenemos en cuenta la distribución por grupo de edades, según los datos INDEC 2010, el 65,9% de la población se ubica en el tramo 15-64 años, el 29,3% en el tramo 0-14 años y sólo un 0,003% tienen más de 65 años, lo que estaría dando la pauta de un pueblo “joven”

En cuanto al nivel educativo, si bien la mayoría de la población sabe leer y escribir, el 91,3%, según los resultados del último censo, la mayoría de la población no ha completado los estudios secundarios, siendo que el 73,3% de los encuestados han declarado haber completado el nivel primario o EGB y solo el 21,1% el nivel secundario o polimodal.

Resultados similares arroja la información relevada en el relevamiento propio realizado al 20% de los hogares.

En cuanto a las condiciones habitacionales, según INDEC, en el 2010 el 43,7% de los hogares relevados convivían entre 3 y 5 personas por cuarto y el 48,3% de los hogares tenían su provisión de agua fuera de la vivienda pero dentro del terreno.

En relación al acceso a internet, la información censal del año 2010 del INDEC indica que solo el 15% de los hogares encuestados tenía computadoras y el 59% de la población relevada no solía utilizarla.

En cuanto a los datos del propio relevamiento, sólo uno de los hogares relevados ha informado tener Internet mediante el programa provincial “Internet para Todos”. El resto de los usuarios se conectan a la red mediante su teléfono celular, aunque según el dato relevado en las encuestas de hogares el uso de celular, son muy pocos los usuarios que cuentan con este servicio.

En relación a otros medios de comunicación, según el propio relevamiento casi la mayoría de los hogares encuestados disponen de al menos un teléfono celular y televisión digital y un porcentaje menor escucha la radio FM local de Chilecito y lee diarios y revistas. Es inexistente la televisión abierta, la TV por cable y teléfono fijo.  

Ocupación e ingresos

La fuente de ingresos de los hogares descansa fundamentalmente en los sueldos públicos, en los ingresos provenientes distintos subsidios sociales de carácter local (ayuda alimentaria, por ejemplo) o los provenientes de la Asignación Universal por Hijo o la pensión por madre de 7 hijos.

Tomando como parámetro el valor actual del INDEC, a partir del cual la Canasta Básica Total es de $14.811, el 67% de los hogares encuestados se encuentra debajo de la línea de pobreza. 

Según los datos del propio relevamiento, en relación al tipo de ocupación vemos una mayor representación del empleo público y las actividades primarias, recordemos el perfil agrícola del pueblo asentado en el olivo y la vid. El grupo de inactivos como jubilados y amas de casa es muy representativo, siguiéndole en importancia a las actividades del empleo público. Es importante destacar que se ha verificado un subregistro de la categoría “changas” que muchas veces no es considerada como una actividad relevante a ser informada como ocupación, así como la categoría “Planes”, que muchas veces resulta ser no tenida en cuenta por el respondente. Vale aclarar que la categoría “Comercio y servicios” con una representación importante en el relevamiento propio está incluyendo los rubros de “construcción” y “servicio doméstico”.

A partir de un registro cualitativo, la mayoría de los entrevistados manifiesta con énfasis la ausencia y necesidad de una fuente laboral genuina y estable. La mayoría de los ingresos monetarios que no provienen de los empleos, jubilaciones o subsidios públicos son la retribución por trabajos temporarios en las fincas (cosecha de vid y aceituna) y “Changas” esporádicas (fundamentalmente en el rubro la construcción y servicio doméstico). 

En la gestión gubernamental anterior la obra pública ha sido una fuente importante de empleo, pero actualmente se halla paralizada y esto ha representado un impacto fuerte en la dinámica económica de esta comunidad y la de los distritos aledaños.

La falta de mayor frecuencia en el servicio de transporte que conecta al pueblo con la ciudad de Chilecito se ha manifestado en entrevistas como una dificultad para la inserción laboral ya que la estrecha oferta horaria del servicio dificulta compatibilizar las obligaciones laborales con los horarios domésticos y de crianza especialmente en el caso de las mujeres.

En relación a la pequeña producción viñatera que ha caracterizado en su pasado al pueblo, actualmente ha pasado a ser, en algunos casos, una actividad residual complementaria a otros ingresos. El trabajo rural no es atractivo para las nuevas generaciones quienes lo consideran muy sacrificado y poco rentable. Los pequeños viñedos aún siguen en pie gracias al trabajo de las generaciones más grandes que continúan con la actividad como legado y baluarte de un patrimonio cultural.

 Los Jóvenes

La preocupación constante de los adultos es la falta de perspectiva y futuro para los jóvenes. Si bien no suelen migrar, aunque hay algunos casos de traslados especialmente al sur del país, las posibilidades de trabajo y progreso para la juventud en la zona son muy escasas.

Los jóvenes no quieren realizar trabajo de finca por ser muy sacrificado y poco rentable. El resto de las alternativas laborales son erráticas y precarias. Los jóvenes suelen emplearse en el trabajo estacionario en las fincas (cosecha y poda) y van resolviendo su ingreso a través de changas variadas, muchas de ellas vinculadas con la construcción, actualmente en franco estancamiento.

Los adultos manifiestan la preocupación en el último tiempo por la presencia del alcoholismo y una incipiente problemática de drogadicción entre los jóvenes.

Tanto adultos como jóvenes manifiestan con mucho énfasis la necesidad de tener un espacio para realizar actividades deportivas y de recreación. Ya que el pueblo actualmente no cuenta con instalaciones de este tipo.

Los fines de semana los jóvenes suelen juntarse a tomar y jugar a la taba en locales informales que se abren especialmente en el fin de semana.

El embarazo adolescente es una de las problemáticas recurrentes en las entrevistas realizadas, especialmente refrendado por la enfermera del Centro de Salud. Son muchas las madres que luego de alumbrar quedan solas criando a sus hijos, dificultando esto luego su posibilidad de inserción laboral y limitándolas a la crianza con la preocupación de garantizar en forma solitaria su sustento. En relación a esta problemática de embarazo precoz y madres solteras se ha manifestado en reiterados testimonios la necesidad de reforzar el suministro de anticonceptivos inyectables (actualmente en déficit en la salita) y la necesidad de contar con jardín maternal en la localidad.

En general, los varones son los que tienen más posibilidad de inserción laboral, destacando las limitaciones anteriormente enunciadas, se hace recurrente la problemática de la inactividad de la mujer. Si bien se han realizado talleres muchos de ellos como una posible salida laboral (cerámica, tejido, cocina con orientación en agroalimentos) aún es un aspecto a explorar como un posible abordaje a la problemática del trabajo y actividad femenina.

 Emprendedorismo

En cuanto al “espíritu emprendedor” se han encontrado dificultades para captar este perfil en el relevamiento de hogares. Solo siete personas han contestado que tienen un proyecto que no han podido implementar por falta de recursos económicos. Los rubros detectados fueron: venta de productos de almacén, elaboración de comidas, taller mecánico y utilitarios pintados en tela. Al preguntar sobre los obstáculos que enfrentan, los seis respondentes mencionan la falta de capital suficiente para iniciar la actividad.

Es importante aclarar que de una posterior indagación más detallada pueden emerger más casos que denoten el “espíritu emprendedor” en la localidad.

Al final del relevamiento, en situación de conversación informal se registraron dos casos de familias que quisieran emprender un proyecto familiar de elaboración de Dulces, con experiencia en el rubro; y de otra persona que ocasionalmente realiza trabajos de costura para la venta (individuales, mantelería, etc.) y que a veces realiza recolección de yuyos nativos y los vende en bolsitas de lienzo por ella confeccionada en la feria de productores de CARPA (Cámara Riojana de Productores Agropecuarios) en Chilecito.

Es importante mencionar que las elaboradoras de dulces tienen experiencia en el rubro y conocimientos por lo que pueden oficiar también de eventuales capacitadoras para otras mujeres que quieran incorporarse a la actividad. Una de ellas, su hija, residente en Malligasta, participa activamente en la elaboración y venta de dulces regionales con el apoyo y capacitación de la Subsecretaría de Agricultura Familiar. En ambos casos, actualmente no disponen de los utensillos y herramientas para la elaboración y envasado (por ejemplo, paila y máquina tapadora de frascos)

Asimismo, es importante detallar que el perfil emprendedor se expresa en Tilimuqui en la actividad de la pequeña agricultura familiar.

En función de eso se realizó una reunión con productores a la que asistieron cinco personas, entre éstas una tenía un pequeño negocio de despacho de bebidas que funciona los fines de semana.

A todos los concurrentes se les aplicó la encuesta de emprendedores RESPONDE obteniendo los resultados que se grafican a continuación.

La mayoría de los emprendedores productores son varones. Los casos se concentran entre los 30 y 45 años, con un nivel educativo de secundario incompleto y el tipo de proyecto que realizan está dentro del rubro productivo.

 

Datos de contacto:

Juan del Carmen Castro Brizuela, elaboradora artesanal de dulces: 03825 15570008.

Mari Barrionuevo-Brizuela, elaboradora artesanal de dulces: 03825- 15667586 (tel. hija Erika Brizuela)

Erika Brizuela, trabajos en costura: 03825- 15667586.

Productores:

Florencia Brizuela: 03825- 531213

Daniel Lazo: 03825- 457518

Darío Brizuela: 03825- 403710

José García: 03825-552087 (tel hijo, Miguel García)

Daniel Arancibia: 03825-666206

En relación a los “obstáculos para crecer”, según la información relevada en los hogares, la “infraestructura” se presenta como la opción más recurrente mencionada por los encuestados. Al ampliar esta respuesta refieren la necesidad de completar el asfalto de las calles del pueblo y en menor medida las obras para las cloacas ya que todas las viviendas tienen pozo ciego.

El segundo tema más elegido como “obstáculo” resulta la “falta de espacios de recreación”. Frente a esto, es reiterado con énfasis la necesidad del polideportivo y la continuación de las obras de mejoramiento iniciadas en la plaza pública (mejorarla con plantas y flores, instalar más juegos de plaza).

 

La “falta de fuentes genuinas de trabajo” también es mencionado como un problema prioritario en el pueblo. En relación a la salud, si bien están conformes con la calidad de la atención recibida por parte del médico y la enfermera reiteran la necesidad de contar con una cobertura más amplia del servicio y la posibilidad de tener una ambulancia propia.

En relación a la “falta de servicios” la demanda que se reitera es la de contar con una mayor frecuencia del servicio de transporte público que conecta al pueblo con Chilecito.

 

En la instancia cualitativa de relevamiento a hogares la necesidad de más viviendas o la ampliación de las existentes aparece como la identificación de un obstáculo recurrentemente identificado por los pobladores (ver punto “Vivienda” en sección “Municipio”).

 

Fuente: Elaboración propia, Encuesta 20% de los hogares y Encuesta emprendedores. Tilimuqui, Septiembre, 2017.

En cuanto al nivel de participación comunitaria, en reiteradas oportunidades a partir de los testimonios de los pobladores y de los referentes entrevistados (delegado municipal, integrante del Centro Vecinal y técnicos INTA) se reitera la escasa participación y nivel de convocatoria colectiva que logran las autoridades o referentes institucionales para distintos temas e iniciativas comunitarias.

Si bien como se detalló en la caracterización de la comunidad, Tilimuqui es un pueblo “unido” y “solidario”, los proyectos asociativos y cooperativos no logran consolidarse ni sostenerse en el tiempo.

El único antecedente de experiencia asociativa registrado fue a finales de los años ´80 de una cooperativa impulsada por la Fundación Kolping Argentina (de origen alemán) donde se emprendió durante dos años la cría y faena de porcinos y la actividad de apicultura. El emprendimiento conformado por ocho integrantes resultó exitoso y permitió sumar un ingreso complementario a la economía familiar. No obstante, con el tiempo la actividad productiva se fue disipando no lográndose volver a generar una nueva experiencia cooperativa en la comunidad.

Hace unos años se ofreció la posibilidad de comenzar la producción de tomates y pimientos para la empresa Agroandina dando la facilidad de la tierra y el suministro de agua, pero ningún productor quiso emprender la producción por miedo a posteriormente ser desplazados de la tierra por no ser propia.

Los pobladores de Tilimuqui sueñan con el mencionado polideportivo, este es un sueño o demanda que se reitera en todos los habitantes encuestados, disponer de este espacio para la juventud, así como la continuación de las obras de mejoramiento para la plaza.

Asimismo, similar a los resultados arrojados en la pregunta “Obstáculos para el Desarrollo” a partir del relevamiento en hogares, sus habitantes manifiestan el sueño de contar con una atención permanente de los profesionales de la salud, así como una ambulancia propia y no depender del servicio de Malligasta.

Así como en “Obstáculos” se reitera en “Sueños” la posibilidad de contar con fuentes más estables de trabajo, el Jardín Maternal para la comunidad y el asfalto en las calles faltantes.

Por su parte, el delegado municipal centra sus expectativas en mejorar las condiciones habitacionales y más posibilidades de fuentes de trabajo para los pobladores.

La Directora de la Escuela, Yolanda Meneza, al ser consultada al respecto, menciona la posibilidad de contar con distintos recursos para la comunidad como una biblioteca, un museo de la historia del pueblo y el espacio del polideportivo.


Asimismo, como parte del trabajo de campo se aplicó una encuesta para relevar los deseos de los habitantes en cuanto a la expectativa de la oferta de nuevos rubros para el pueblo. A continuación, en el siguiente gráfico, se presentan la distribución porcentual de los 10 rubros más votados.