ATRACTIVOS

Más allá del paisaje que envuelve a la localidad y que podría ser mencionado como un atractivo turístico en sí mismo, no hay en El Cuy atractivos turísticos o culturales reconocidos como tales por los pobladores. Sin embargo, durante el trabajo de campo se pudieron identificar algunos lugares que podrían resultar atractivos al visitante.

    

Paisajes de El Cuy

Sitios de interés

Mirador: subiendo por el cementerio se puede llegar a un playón desde donde se obtiene una vista panorámica del pueblo.

Picaderos: en las cercanías de El Cuy hay varias áreas donde se pueden encontrar puntas de flecha, antiguas boleadoras, piedras cortadas, que pueden haber pertenecido a los antiguos pobladores de origen mapuche o araucano.

Surgentes: en algunas partes del pueblo aparecen en medio de la tierra seca pequeños ojos de agua que emergen de las napas subterráneas. Se dice que esta agua ha sido analizada y es apta para el consumo humano.

Asociación Milikilin Huitral: se trata de una asociación civil de tejedoras, donde se pueden adquirir tejidos en telar.

Iglesia católica: la iglesia está a la vera de la ruta, es una pequeña capilla de arquitectura pintoresca, típicamente rural.

Casa Mollo: se trata de un antiguo almacén y bar, que hoy también sirve de hospedaje.

Santuario rutero Difunta Correa: son dos pequeñas construcciones donde los viajeros suelen dejar botellas y otras ofrendas para la difunta correa.

Molino eólico: en una de las esquinas del pueblo hay un molino eólico derrumbado. Por su tamaño y por la manera en que ha quedado emplazado resulta una “postal” interesante.

   

                                                   Iglesia católica                                      Santuario de la Difunta Correa

Personajes

Los entrevistados recuerdan con nostalgia a hombres que sin saber leer o escribir eran extraordinarios payadores o cuentistas. Olga Huentemilla menciona al “Abuelo Machado”, “era un hombre muy pícaro, con el bigote blanco y usaba siempre un sombrero negro. Se parecía al ‘Viejo Vizcacha’, con esa forma de sentarse en los postes como si estuviera montando a caballo”, recuerda.

También menciona a Manuel Alonso, un policía de antaño, que aun habiéndose retirado usaba su gorra: “Era un hombrecito muy serio, que siempre usaba su gorra y a todos nos quería hacer creer que era policía. Él hablaba la lengua mapuche, por eso costaba mucho entenderle…”.

Otro personaje valioso para el pueblo podría ser el propio Don Soteras, que fue nombrado primer intendente de la localidad. Es un ejemplo claro de la vida en la zona, y un señor respetado por todos.