POBLACION

La localidad de Camarones se fundó el 10 octubre del 1900, cuando se firmó el acta que reconoció el trazado de 200 manzanas y dio lugar a la expansión del pueblo. Antes de este acto formal, Camarones ya existía, en tanto paraje o poblado de menor dimensión vinculado a la función  de puerto natural, utilizado por embarcaciones comerciales en el contexto de colonización de tierras; de expansión de la frontera del, entonces en formación, estado-nación argentina.

Desde los primeros habitantes hasta la fundación del pueblo (1550-1900):

Si bien la Patagonia estuvo habitada por diversas etnias de pueblos originarios, el origen de Camarones se vincula directamente, en primera instancia, al proceso de poblamiento europeo de la costa atlántica patagónica, y en segundo lugar, a la conquista del desierto; esto es, la anexión de tierras a la lógica socioeconómica y política del incipiente estado-nación argentina. 

Es así como toma relevancia la fundación de la ciudad de Nueva León (localizada en la actual Caleta Hornos) y formalizada su gobernación (que equivale a la actual provincia de Chubut), hechos que sucedieron en el año 1535 a partir de la llegada del Adelantado español Simón de Alcazaba y Sotomayor[1]. Así se establece el asentamiento desde el cual se realizarían los posteriores avances sobre territorio inexplorado por parte de aventureros, exploradores, e incluso sujetos vinculado a actividades agropecuarias con el objetivo de establecer actividades productivas.

A lo largo de los siglos XVII y XVIII crece el proceso de expansión de la frontera en territorio patagónico, que implicó la anexión de tierras para uso productivo pecuario que resulto en el cercamiento y conformación de las grandes estancias patagónicas y, por otro lado, la apertura de vías marítimas para el incipiente tráfico comercial y la exportación de materias primas hacia Buenos Aires y Europa. En esa lógica es que para 1800 surgen diferentes poblados costeros a lo largo del Golfo de San Jorge, entre ellos Cabo Raso, Bahía Bustamante y Camarones. Todas ellas, poblados vinculados al poblamiento que efectuaron exploradores, aventureros y sujetos que buscaban establecerse y ocupar las tierras marginales que habían quedado por fuera de los grandes cercamientos de los estancieros, y a la función portuaria, dada por las condiciones naturales de costas de aguas profundas que presentaba la zona en general y el área de Camarones en particular.

De esta manera, Camarones se consolida a lo largo del siglo XIX como puerto natural por excelencia de la región y concentra el tráfico marítimo de materias primas, como también la exportación de “guano” (excremento de aves marinas que es utilizado como combustible) que para ese entonces, abundaba en el área. Queda así configurado el poblado portuario que tendría su fundación oficial en el año 1900. 

Desde su fundación hasta la actualidad:

A partir de su fundación, la localidad de Camarones fue creciendo demográficamente en forma lenta y constante, al tiempo que ampliaba su equipamiento urbano. Si bien no presenta grandes etapas de auge y/o decadencia, al tiempo que su ritmo de crecimiento acompaño las grandes lógicas de desarrollo nacional que atravesó Argentina, su especificidad está marcada por un acontecimiento concreto que definió parte de su idiosincrasia: la construcción de la ruta nacional Nro. 3.

 Fundación–inauguración ruta nacional Nro. 3 (fines década 1930): 

Tal como se mencionó previamente, Camarones se funda en estrecho vínculo con su función portuaria, y en la medida que su población fue creciendo, tuvo su correlato en el surgimiento de las instituciones (estatales y de servicios) necesarias para que el pueblo pueda existir. Así fue como en el año 1901 se habilitó la línea de telégrafo, en 1904 la comisaría; en 1905 el juzgado de paz y la escuela primaria; en 1908 un almacén de ramos generales y en 1909 se crea la Sociedad Rural de la Patagonia y de los mercados tradicionales. Precisamente esta última institución se vincula a la actividad económica que más crecería en los alrededores de la localidad: la cría de ganado ovino para el aprovechamiento de lana. 

A lo largo de las cuatro décadas que abarca el sub-periodo la actividad portuaria decrece en la medida que surgen otros puertos localizados al norte de Camarones (Puerto Madryn y, en especial, Bahía Blanca), los cuales se articulan con Buenos Aires en la lógica agroexportadora que presentaba el modelo de desarrollo económico nacional. Así, tanto Camarones como Cabo Raso y Bahía Bustamante, pierden su importancia portuaria vinculada al tráfico de mercadería, aunque surge, de modo incipiente, la actividad pesquera, la cual hacía uso del equipamiento portuario. De esta manera, dichas localidades deben especializarse en otra actividad productiva para subsistir, y en este contexto tiene origen y consolidación la cría de ganado ovino en Camarones y sus alrededores; hasta convertirse en su principal actividad productiva (asimismo, se define en esta etapa la alta calidad de sus lanas –merino-, que es reconocida actual e internacionalmente). Cabe mencionar que ésta actividad pecuaria se desarrolla con las características mencionadas en el periodo anterior: ocupación de lotes marginales y de menores dimensiones en relación a las grandes estancias, y por tanto, cría de menor cantidad de cabezas de ganado. 

El desarrollo de la actividad pecuaria, la pesca y el trabajo que demandaba el sector comercial e institucional del pueblo fueron los principales factores que impulsaron el crecimiento del pueblo durante las primeras cuatro décadas del siglo XX, situación que se ve alterada, en parte, por la inauguración de la ruta nacional Nro. 3, que afectó toda la dinámica de comunicación de la zona y condicionaría a futuro sus transformaciones.

Inauguración de la ruta nacional Nro. 3 - actualidad:

Previo a la inauguración de la ruta nacional Nro. 3, el eje vial principal que conectaba Camarones con el resto de las ciudades, era la ruta nacional Nro. 1, la cual corría en sentido norte-sur bordeando la costa patagónica. Este era el eje que posibilitaba la dinámica socioeconómica de la región, permitiendo la comunicación entre las diferentes localidades costeras (entre ellas, las mencionadas Cabo Raso y Bahía Bustamante).

Esta dinámica se vio completamente interrumpida con la inauguración de la ruta nacional Nro. 3, cuyo diseño y trazado formo parte de una decisión política que definió la articulación y crecimiento de la Patagonia atlántica en general, pero que perjudico a la mayoría de las pequeñas poblaciones costeras, en la medida que su trazado se alejó de la costa y se planteó en una relativa línea recta con el objetivo de hacer más eficiente, directo y rápido el recorrido norte-sur en la zona costera; lógica también acorde a las demandas del consolidado sector ganadero motorizado por los grandes estancieros patagónicos. 

De esta manera, Camarones, al quedar a 70 km de la ruta nacional Nro. 3, quedó aislada, no solo por esta distancia, sino también por la ruptura de su anterior dinámica socioeconómica regional que implicó acceder a la Patagonia ya no bordeando la costa, sino por este nuevo eje recto. Esta condición de aislamiento se vio acrecentada y consolidada en la segunda mitad del Siglo XX, ya que toda la infraestructura de servicios básicos para el crecimiento de cualquier localidad (red de agua potable, gas y electricidad) se construyó paralelo al eje de la ruta, y por tanto se generó una situación de estancamiento cíclico en Camarones: al presentar poca población, no era prioritario e implicaba un alto costo extender la red de servicios por los 70 km que separaba el eje vial de la localidad; y al mismo tiempo, para demandar su construcción la población debía crecer, pero para crecer se necesitaba alguna actividad productiva que demande mano de obra, la cual no podía proyectase porque, justamente, carecía de la infraestructura necesaria para poder funcionar. 

Se conformó así, una dinámica cíclica que persiste hasta la actualidad en donde Camarones se ve atrapada por su condición de aislamiento respecto al eje vial y de infraestructura que posibilitan el progreso y desarrollo socioeconómico de cualquier lugar. Justamente, en la segunda mitad del siglo XX la producción ganadera continuó siendo la principal actividad económica de la zona, seguida por la pesca, pero la región se encontró limitada y condicionada sea para el crecimiento de estas actividades tradicionales, o para la generación de nuevas actividades productivas, en especial aquellas vinculadas al sector industrial y que requieren mayor necesidad de mano de obra. 

Quedó, así configurada, una situación de cuasi estancamiento, donde la población crece muy lentamente, en parte debido a la imposibilidad estructural de activar establecimientos productivos que demanden grandes cantidades de energía, situación que se define claramente con el diseño, construcción e inauguración de la ruta 3. Su supervivencia actual, se vincula directamente a la predominancia del empleo público, la continuidad de sus actividades tradicionales (ganadería ovina y pesca), como también a su impronta cultural, la especificidad de su tejido social que resiste y sobrevive al aislamiento respecto al progreso y el desarrollo. De hecho, de los tres poblados que surgieron de modo contemporáneo en, casi, un mismo nivel de importancia, Cabo Raso y Bahía Bustamante[2], desaparecieron; solo pudo sobrevivir Camarones.

 

[1] Cabe destacar que esta fundación es relevante por la razón de que fue realizada antes de la primera fundación de la ciudad de Buenos aires, dado que ésta última ocurrió en el año 1536 a cargo de Pedro de Mendoza. Asimismo, se resalta que, poco tiempo después de su fundación y debido a las condiciones climáticas adversas, el cansancio de los hombres a cargo de Simón de Alcazaba, la escasez de provisiones; sucedieron diversas sublevaciones de estas personas y el posterior asesinato del Adelantado. Es por ellos que los 9 de Marzo se designó feriado provincial y delegaciones españolas de todo el país, concurren a la plazoleta conmemorativa, donde se encuentra el respectivo monumento, a festejar el denominado Día de los Españoles.

[2] Cabe mencionar que en los últimos treinta años (desde el retorno de la democracia), la actividad económica que fue creciendo hasta configurarse como la principal en la actualidad está configurada por el sector público. Es en torno a las dependencias municipales que se genera la principal fuente de empleo y de salarios, los cuales posibilitan la subsistencia de la segunda actividad económica del pueblo: el sector de servicios.

 

 

Camarones, presenta para el año 2010 (según datos del CNVyP) un total de 1.296 habitantes, cifra que se incrementó en un 56% en los últimos 20 años (la población era de 828 habitantes en 1991 y para el año 2001 contaba con 1079 habitantes según CNVyP de los años mencionados). Del total de habitantes, 657 son mujeres y 639 son varones; mientras que, respecto a los segmentos etarios, el 43,9% del total se ubican entre los 0 y 18 años, el 56,1% entre los 18 y 65 años y el 5,2% es población de más de 65 años. A partir de estos datos puede observarse el alto porcentaje de población joven y en edad económicamente activa, como también el bajo porcentaje de población envejecida.

Perfil social

Si ahora centramos la mirada en el nivel educativo de la población, 594 habitantes cuentan con educación básica (Inicial y Primario), 461 con educación secundaria (EGB, Polimodal y Secundario), mientras que 56 habitantes presentan una formación superior no universitaria y 34 tienen una formación universitaria.

Fuente: Dirección General de Estadística y Censo de Chubut, sobre la base de CNVyP 2010.

También, en base a la información recabada a partir de la encuesta al director de la escuela secundaria, la institución tiene una nula tasa de deserción escolar, al tiempo que se estima que, al egresar, el 50% de los alumnos pretende seguir con su formación, un 25% tiene la intención de migrar (con el objetivo de buscar empleo), un 20% intenta insertase en el mercado de trabajo local y un 5% se inserta en el trabajo o participa de la economía que lleva adelante su núcleo familiar.

Respecto a las condiciones de salud, y en función de la información que se desprende de la encuesta al agente sanitario de la localidad, son comunes los casos de sobrepeso, hipertensión, diabetes, tabaquismo y alcoholismo. Las tres primeras patologías están asociadas al trabajo sedentario y a hábitos alimenticios propios del mal consumo de los alimentos, no tanto por su escasez. Asimismo, tienden a ser menores los casos de desnutrición y enfermedades virósicas como el tétanos, hantavirus, y el HIV. Aunque cabe resaltar la presencia de la zoonosis y la parasitosis, muchas veces relacionadas con la sobrepoblación de perros callejeros. Finalmente, 26 hogares (6,8%) de un total de 380 presentan la condición de NBI (CNVyP 2010).

Cohesión social

Tal como se ha mencionado, en la localidad tienen funcionamiento diversas actividades impulsadas por la municipalidad y en especial por el colegio secundario. Principalmente, el laboratorio de moluscos es una actividad en la cual participan jóvenes, profesores e incluso el núcleo familiar de los estudiantes; situación similar ocurre en la huerta orgánica. Por otro lado, la iglesia evangélica tiene una fuerte presencia al desarrollar actividades con jóvenes, y los comités políticos partidarios también presentan una fuerte actividad e involucramiento de algunos sectores, pero su actividad fluctúa fuertemente en función de los tiempos electorales.

Capacidad para autosustentarse

La economía del lugar se encuentra centrada en cinco actividades: el empleo público, el sector comercial y de servicios, el empleo en la construcción y el sector industrial, la ganadería ovina y la pesca. Según la percepción de los encuestados (hogares, autoridad, director de escuela, memorioso y agente sanitario), aproximadamente, un 70% del empleo corresponde a cargos y actividades que se desarrollan en el sector público, en el municipio (recuérdese que Camarones es un municipio de primera categoría, cabecera del departamento y concentra las funciones administrativas) constituyendo la principal fuente de empleo en cantidad y por tanto, la principal fuente de ingresos de su población. El 20 % de la población trabaja en el sector comercial y de servicios (sea como cuentapropista o empleado); mientras que un 5% trabaja en las actividades pecuarias (cabe destacar que muchos de los trabajadores de este sector no viven en el pueblo sino que son peones o trabajadores radicados en los cascos de las Estancias cercanas a la localidad); el 2% se emplea en el sector de la construcción y/o industrial (por ejemplo, en los últimos 2 años se estuvo ampliando una planta de gas a 90 km de la localidad y la mayoría de los trabajadores eran de Camarones).

Finalmente, la actividad pesquera sólo requiere de 4 o 5 trabajadores cuya tarea consiste en descargar los pescados de los barcos y cargarlos en camiones que parten hacia otros destinos, conformando así, un circuito que prácticamente excluye a la localidad en términos de participación. El desempleo varía entre el 3 y el 6%, aproximadamente.

Cabe mencionar que existen algunas diferencias porcentuales entre la mirada “macro” (que deviene de la percepción de los entrevistados) y el gráfico presentado, el cual se obtuvo a partir de las encuestas a los hogares. No obstante, más allá de las diferencias porcentuales, puede resumirse que el empleo público constituye la principal fuente de empleo de la localidad (superando el 50% del empleo generado), seguido en importancia cuantitativa por el sector comercial y de servicios (que alcanza el 20%). Las actividades vinculadas a la construcción, a la ganadería y la pesca son menores, empleando a pocos sujetos y también son temporales; esto es, fluctúan en función de la cantidad de obras en construcción, los tiempos de esquila del ganado ovino, los lapsos en que arriban barcos pesqueros al puerto de la localidad.

La actividad turística merece una mención aparte, ya que es de incipiente desarrollo y veloz crecimiento en los últimos años. Si bien hay cinco hospedajes en el pueblo y se registra un incremento en el flujo de turistas, la localidad aún se configura como “lugar de paso” para visitar otros atractivos, en especial la Reserva Natural de Cabo dos Bahías. Esta situación comenzó a cambiar a partir de la mayor difusión del lugar como destino turístico e incentivado con la creación del evento “La Fiesta Nacional del Salmón” y la mejora del “Museo de Perón”, generando condiciones para que los turistas se hospeden en la localidad. De esta manera, dicha actividad no aparece como una fuente de empleo consolidada (también depende de la estacionalidad y el cronograma laboral anual) pero presenta una alternativa más que viable a futuro.

Por otro lado, cabe mencionar que en Camarones existen planes sociales pero en su gran mayoría son complementarios al empleo (sólo se otorgan 15 planes trabajar en todo el municipio) o vinculados a otras áreas sociales (planes de vivienda, de alimentos, becas de estudio, pensiones entre otras).

Finalmente, en relación al grupo de artesanos de la localidad, se identificaron 6 proyectos: uno que realiza obras de cerámica (y que brinda un taller gratuito apoyado por la municipalidad), un taller de diseño de ropa, corte y confección (también presenta la modalidad de taller gratuito), dos artesanas que realizan elementos de ornamentación y ropa con lienzo y una pareja de artesanos que produce conservas y escabeches. Del total de proyectos, cuatro son impulsados por mujeres, uno por un hombre y el restante por una pareja, y en general estas actividades constituyen ingresos complementarios a otra actividad económica principal. Al mismo tiempo, todos manifestaron las ganas y necesidad de que crezcan sus emprendimientos.

Evolución del pueblo

Tal como se mencionó en las características generales de la localidad, Camarones presenta una infraestructura urbana y de servicios que abarca prácticamente a la totalidad del tejido urbano y la actual construcción de viviendas, al ser planes sociales, conllevan su conexión a las diferentes redes de servicios. Sin embargo, y vinculado a la condición de aislamiento del lugar, la alimentación de estas redes se encuentran en estado obsoleto y con serias dificultades a futuro de renovarlas y/o cambiar la fuente de su alimentación. Situación que se describe a continuación.

Problemas que enfrentan

Para dar cuenta de los problemas que enfrentan es necesario referir al acontecimiento que, en gran parte, configuró el devenir de la localidad: la proyección, construcción e inauguración de la ruta nacional Nro. 3 que marginó a Camarones del acceso a las redes provinciales de gas y electricidad, al quedar alejada 70 km de las mismas. Asimismo, también se mencionó que esto condujo a una dinámica cíclica que perduró en el tiempo hasta la actualidad, la cual se centra en la imposibilidad de extender la red de gas y electricidad debido, por un lado, al alto costo, y por otro a la demanda cuasi estanca, producto del lento crecimiento poblacional. Crecimiento que al mismo tiempo se ve limitado, justamente, por la ausencia de esta infraestructura, condición que impide desarrollar nuevas actividades económicas (sobre todo aquellas como la industrial que requiere de mayor mano de obra). De esta forma, esta situación de estancamiento y aislamiento es una característica estructural que dificulta la renovación de las redes de servicio o el cambio de las fuentes de alimentación. Esto ha sido uno de los problemas identificados en las encuestas realizadas.

Además de los problemas estructurales de infraestructura mencionados, desde la percepción de los entrevistados, los obstáculos vinculados a la ausencia de trabajo y a una atención de salud deficiente fueron prioritarios, mientras que el acceso a los servicios y a la educación, si bien están presentes, no fueron considerados como los temas críticos. Por el contrario, aquí aparece reflejada la fuerte presencia y rol de la institución educativa, como también la –prácticamente– total cobertura de servicios de comunicación en el tejido urbano. Una mención especial merece el tema de las divisiones y enfrentamientos internos, ya que, aunque no fueron mencionados por todos los encuestados, cuando apareció, se le dio una gran importancia, en especial aquellos vinculados a las relaciones de vecindad y a diferencias ideológicas/políticas.

 

A partir de las encuestas realizadas, desde la percepción de los sujetos, las áreas de infraestructura, educación y salud son las más valoradas en relación a que piensan que una mejora en estas áreas prioritarias traería una mejora en sus vidas personales y en la comunidad en general; asimismo, las áreas cultura y recreación también están presentes pero en menor medida.

Cabe destacar que casi la totalidad de los encuestados no enfatizó ni mencionó ningún proyecto en particular, aunque si surgieron demandas puntuales tales como: reclamar por una gestión gubernamental honesta y limpia, mejorar el tratamiento de los residuos sólidos, mejorar el acceso a los medicamentos, preservar la tranquilidad del lugar, desear que la actividad turística crezca, entre otras cuestiones.